“El salón de clases es mi oficina y lo extraño, si me preguntas, también a mis alumnos”, es lo que cuenta Ipce Maldonado Flores, maestra de español queretana que vive en Clevelan, Ohio, y lleva un par de semanas en cuarentena por causa de la pandemia del Covid-19.
Su familia, con la cual sobrelleva el encierro, está conformada por su hija que va en segundo año de preparatoria y su esposo, para quien trabajar desde casa no es algo nuevo, por el contrario, es parte de su rutina.
En cambio, para Ipce y su hija estar todo el día en casa en ocasiones genera estrés, el cual libera saliendo a correr alrededor de su colonia. Claro, tomando las medidas de prevención, como es la distancia recomendada.
“Un día bajó mi hija y nos dijo que no le gustaba la situación, que le generaba incertidumbre y que le causaban estrés y nervios, y no sabía cómo tomarlo (...). También me da problemas porque no sé cuándo va a parar y tenemos que hacer de esto lo mejor que podamos, lo mejor es que estamos juntos y sanos”, expresa.
Los alumnos de Ipce son 60 de preparatoria y nueve de universidad, a estos último ya había dado clases en línea en varias ocasiones, pero a los otros no.
Asegura que esta modalidad es más difícil y representa una mayor carga de trabajo para ella, porque es poner trabajo en línea y aparte encargar tareas que también debe calificar.
Explica que través de una plataforma llamada Google Classroom, la mayoría de instituciones educativas, por lo menos en Ohio, sube los temas que se abordarán por día.
“Pero ahora sumamos videoconferencias para que los estudiantes tomen clases y resolver algunas dudas (...). En este método doy dos clases a la semana, es demasiado pesado, he dado clases en línea y el hecho de hacerlo implica mucho trabajo”, refirió.
Cuando se presentó el primer caso de Covid-19, dice, las universidades cerraron aulas y mandaron a todos a sus casas, pero coincidió con el receso de primavera; lo que ayudo es que dieron una semana más para que los maestros pudieran preparar el contenido que se trabaja en línea.
“Lo que se escucha es que estaremos trabajando así lo que resta del año escolar, todo abril y todo mayo; porque dice que se espera que el pico acá sea el primero de mayo o últimos días de abril y después baje la curva del contagio”, explica.
En el condado donde vive hay alrededor de 100 casos, pero en el condado vecino, que está a 5 kilómetros, hay aproximadamente 500 casos; una buena decisión del gobernador fue cerrar todo en cuanto escuchó que se dieron los primeros casos.
“Ohio es uno de los estados con menos casos, considerando que fue uno de los primero donde explotó (...). El director de zona para la que yo trabajo, él hubiera mantenido abiertas las escuelas, porque piensa que es una gripa con ciertos cuidados”, indicó.
Recordó que para ella toda esta situación es complicada y que en su mesa del comedor tiene mucho de sus papeles, otros en cajas, y que tiene que utilizar cuatro computadoras, esto lo cuenta mientras enseña una de sus equipos que se encuentra prendido.
Agrega que su hija sobrelleva la cuarentena organizando actividades en línea con sus amigos, a los que extraña; pero les muestra a sus amigos los avances que ha logrado con los instrumentos musicales que toca, y con sus amigas organiza pijamadas virtuales para ponerse al corriente.
Ipce se considera afortunada porque ella no ha dejado, ni dejará de percibir su salario, al igual que su esposo, por lo que esta situación no les genera una afectación económica como a muchas otras personas.
Además, para contribuir de alguna forma con la sociedad, llamaron a varios de sus amigos que son adultos mayores para ofrecer ayuda en cuanto a compras.
“Les dijimos que si necesitaban ayuda con las compras nosotros les ayudábamos para que no salieran, tenemos tres o cuatro amigos que están en esa situación”, indica la maestra.
A manera de reflexión manifiesta que el Covid-19 tomó por sorpresa a todos y demostró la incapacidad de los gobiernos para dar solución, pero espera que sirva de ejemplo, y si se vuelve a presentar una situación similar se tomen las medidas precautorias a tiempo.
“Que en el próximo evento vamos a tener experiencia y que no nos pase lo del desabasto, el que se muera alguien, que prefiramos irnos a fiestas en lugar de estar en casa, como es un virus social se tiene que atacar de forma social”, enfatiza.