Alrededor de 70 jóvenes salieron a las calles de Querétaro para recoger las colillas de cigarro que estaban tiradas en la calle, a esta jornada de limpieza de los espacios públicos le llaman “Colillatón” y es la segunda vez que lo realizan.
La primera vez que realizaron esta actividad, recolectaron alrededor de 10 mil colillas. Esta ocasión la cantidad fue menor, pero no por eso menos importante.
La brigada de jóvenes estudiantes de preparatoria y universidad, se concentró en el mirador de los Arcos, ahí se pusieron de acuerdo y salieron en distintos grupos; caminando lento, mirando cuidadosamente las calles empedradas del centro de la ciudad, y al momento en que detectaban alguna colilla, la tomaban y la depositaban en grandes botellas de plástico.
Otro grupo de jóvenes se dedicó a limpiar la zona de La Alameda, realizando la misma actividad. Levantando del piso todas las colillas que se encontraban por la calle. Paradójicamente, los apartados especiales en los botes de basura, dedicados especialmente para recolectar los residuos de cigarrillos, estaban vacíos, pues la ciudadanía aún tiene la mala costumbre de tirar a la vía pública este tipo de desechos inorgánicos.
Ante la actividad poco común de los jóvenes, algunas personas se acercaron a ellos a preguntar qué estaban haciendo, y al enterarse del ejercicio respondían “Ah, qué bien, felicidades”, “Bien muchachos, todos tenemos que cuidar eso”.
Patricia Hernández administra una tienda de abarrotes en el barrio de La Cruz, y es la segunda ocasión que observa la brigada de jóvenes.
“Esto que hacen los muchachos sirve para hacer conciencia, yo por ejemplo siempre salgo a fumarme un cigarrito aquí afuera de mi negocio y cada vez que quiero tirar la colilla por ahí, me acuerdo de los muchachos, hasta pena me da, entonces mejor busco donde tirarla”, comenta.
Por su parte, María Fernanda, de 19 años, es una de las jóvenes que participa en el “Colillatón”, es voluntaria en la Secretaría de la Juventud, del Municipio de Querétaro, para realizar múltiples tareas en beneficio de la ciudad y la población, según lo que estipula la agenda internacional 2030; la joven ha apoyado en trabajos de reforestación y limpieza de la vía pública o áreas naturales.
“Todos los que participamos en estas actividades somos voluntarios, no todos salen a las 3 de la tarde a soportar el sol para juntar colillas de cigarro, o para plantar un árbol. Eso es lo que lo hace tan padre, que estás haciendo algo sin recibir ningún pago, pero además motivas a otras personas, yo he visto jóvenes que nos ven trabajar y a la siguiente jornada se suman a trabajar con nosotros, espero que la gente nos apoye al no tirar las colillas de cigarro, esa es otra forma de ayudar, no contaminando”.
Cristian Rodríguez y Natalia Fernández Miranda son los coordinadores de esta actividad, señalan que en el primer “Colillatón” participaron 200 jóvenes, en el segundo participaron 70; todos son voluntarios y miembros del programa “Generación 2030”.
Ambos comentan que el objetivo de esta actividad es recolectar cero colillas, es decir, que estos residuos tóxicos dejen de estar en las calles.
“En esta actividad nos dedicamos a recoger las colillas de cigarro, en distintos puntos de la ciudad, en la zona centro, la zona de los Arcos y en la zona de la Alameda. Queremos que los jóvenes dimensionen la cantidad de residuos de este tipo que están en la ciudad, para que ya no las tiren en la calle, que las tiren donde deben ir, ya tenemos botes de basura con apartados especiales para colillas
Natalia Fernández detalla que cada colilla de cigarro contamina 50 litros de agua, por lo que se debe evitar a toda costa, que las colillas se encuentren en la vía publica.
“Nosotros trabajamos con una empresa que se encarga de reciclar las colillas de cigarro, que son residuos muy dañinos, cada colilla puede contaminar hasta 50 litros de agua potable, esta empresa recibe las colillas de cigarro para reutilizarlas al hacer distintos productos. Queremos que la gente sepa que en la Secretaría de la Juventud, que se encuentra en el Indereq, somos centro de acopio, pueden traernos sus botellas de plástico llenas de colillas, nosotros las recibimos y las mandamos a esta empresa para que las reciclen”.
“Nosotros seguiremos con estas jornadas de limpieza periódicamente, pero queremos que la gente deje de tirar colillas, que los jóvenes también se den cuenta de lo dañinas que son y que cada vez tengamos menos qué limpiar, hasta que o quede ninguna colilla en la vía pública”.
Hace un par de semanas, los diputados locales aprobaron la reforma a la Ley de Prevención y Gestión Integral de Residuos del Estado de Querétaro, para sancionar hasta con 29 mil pesos a las personas que arrojen colillas de cigarro en la vía pública.
La creadora de dicha iniciativa, la diputada Tania Palacios Kuri, explica que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), diariamente se consumen 18 mil millones de colillas en el mundo, de las cuales 10 mil millones son arrojadas al suelo
Mientras en Querétaro, el 19% de la población queretana consume productos de tabaco y se fuman 6.2 cigarros al día.