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Motivo de convivencia, unión familiar y alegría lo mismo de pequeños que de adultos, la piñata mexicana es uno de los elementos que no pueden faltar en los festejos decembrinos.
De todos los tamaños, colores y precios, manos queretanas trabajan de manera artesanal en su elaboración y venta.
Para esta temporada navideña, la estrella de siete picos, que representa los siete pecados capitales, es la figura más requerida por los queretanos, señala Luis Santillán Mazeira en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro y quien, junto con su familia, tiene más de veinte años dedicado a la fabricación de piñatas.
“(Para estas fechas) la piñata tradicional es la estrella de siete picos, de ahí están los burritos de colores, renos o Santa Claus, pero en México, y en particular en Querétaro, que es un lugar muy tradicionalista, es la de siete picos la que más piden y, sobre todo, que sea de colores, que tenga mucha variedad y mucho papel, que la hace más atractiva para el cliente”, asegura.
Es así como, entre papeles de colores, engrudo, cartón y tijeras, además de piñatas diversas, que lo mismo cuelgan del techo y otras más en piso, pero también moldes que se alistan para su proceso de diseño con gran colorido,
Héroes y Princesas, negocio localizado en la avenida Zaragoza, muy cerca de Los Arcos, apuesta a una buena temporada de ventas.
Subraya que desde principios de noviembre, clientes ya de años llegan al negocio para adquirir la piñata, que inicialmente se utiliza como artículo de decoración de las viviendas y en fechas de posadas, 24 de diciembre y año nuevo, rompen en familia y amigos.
Luis Santillán explica que se trata de la época más importante en cuanto a demanda de trabajo y para la cual, con antelación, se han preparado con la materia prima y elaboración de moldes.
“Nosotros fabricamos las piñatas, hacemos desde cero, hacemos nuestros moldes y aparte hacemos piñata de temporada, como es ahorita la estrella de siete picos y burritos de colores, que es lo clásico”.
Destaca el trabajo100% artesanal, que inició su abuelo hace poco más de dos décadas, y que ahora a lo largo del año ofrece más de 100 diferentes modelos, para toda la ocasión. Actualmente, cuenta con un promedio semanal de elaboración de 300 piñatas para surtir tiendas y ventas al mayoreo y menudeo.
Para el proceso de elaboración de este artículo artesanal, que pasó de la olla de barro a cartón, explica que se requiere de papel periódico, engrudo a base de agua y harina de trigo, además de papel china y crepé, éstos últimos de al menos siete a ocho colores diferentes.
“La clásica (piñata) era de tepalcate, así se le llamaba al barro, que era una olla, pero ahora todo es cartón y periódico, usamos diferentes cartones para hacer los conos y que queden más firmes; el engrudo se sigue usando, que es a base de agua y harina de trigo… La olla de barro ya casi no se usa para evitar accidentes en los niños”.
Enfatiza que al ser un proceso artesanal, ninguna pieza es igual a otra; son únicas, afirma Luis Santillán.
Comparte que desde el mes de agosto, las ocho personas que conforman el negocio familiar se preparan para los festejos navideños y de fin de año.
“Nos empezamos a preparar para esta temporada decembrina con la elaboración de las bases para las piñatas y a partir del mes de noviembre la decoración y término de las mismas”, subraya.
A estas fechas y ya con una gran oferta de piñatas disponibles, Luis Santillán espera buenas ventas, y es que menciona que hay clientes que año con año regresan para llevar la figura hecha a base de papel y disfrutar de las tradiciones mexicanas.
Dice que por el tema de la pandemia las ventas se afectaron, pero también refiere que el año pasado empezó a mejorar el flujo de clientes, por lo que la expectativa es que 2022 sea todavía mejor.
Héroes y Princesas se ha logrado consolidar en el mercado y hoy atiende a los municipios de Querétaro, San Juan del Río y Corregidora, así como a los estados de Hidalgo y Nuevo León e, incluso, algunas piezas se han ido a naciones como Suiza, España y Francia.
Finalmente, y en cuanto a los precios para este año, acepta que ha habido un incremento de 10 a 15 pesos con relación al año pasado, el cual ha sido generado por el alza en los costos de las materias primas.
Con este aumento, la piñata más económica de la estrella de siete picos y una capacidad de 1.5 kilos de dulce tiene un precio de 290 pesos, mientras que de 10 kilos de capacidad cuesta 2 mil pesos.
Juan y su hija Lucero, caminan por la banqueta de Ejército Republicano y se ve un local lleno de piñatas.
Lucero corre hacia una de las piñatas que más le ha llamado la atención: una de Olaf, personaje de las películas de Disney.
Juan pregunta el precio y está por arriba de los 300 pesos, lo piensa un poco, pero aun así la compra.
“Si no es ahora, ya después no la vamos a encontrar y pues el precio es lo de menos, no es que uno nade en dinero, pero vale la pena ver cómo se divierten cuando la rompen”, dice con una sonrisa mientras Lucero carga la piñata.
