Querétaro, Querétaro.-
La esperanza y los buenos ánimos finalmente comienzan a renacer entre los pasillos del mercado de Las Flores. Los comerciantes finalmente levantaron las cortinas de sus locales y los llenaron nuevamente con malvas y crisantemos, con huele de noche y palos de brasil.
“Pásele, pregunte por lo que le agrade”, “¿Necesita tierra o macetas para sus flores?” dicen de un lado a otro los locatarios del mercado, que ahora trabajan bajo estrictas medidas de salubridad.
Todos los clientes, antes de ingresar al mercado, deben usar gel antibacterial, mismo que les es proporcionado por dos jóvenes en la entrada principal; al interior del mercado los pasillos están marcados con cruces de cintas amarillas, para marcar la distancia a guardar entre cada persona.
Cada local también está delimitado con cintas amarillas, para evitar que los clientes ingresen a los locales y de esta forma respetar la sana distancia entre vendedor y compradores.
Al igual que en los otros centros de abasto, en el Mercado de Las Flores es obligatorio el uso de cubrebocas; los locatarios también lo usan, algunos más portan caretas y guantes quirúrgicos.
Para sorpresa de los locatarios, sus clientes asisten con buena frecuencia a comprar flores, plantas, macetas y tierra; algunos aseguran que las ventas están al 50%, comparado con lo que vendían antes de la pandemia, situación que ha sorprendido para bien a los floristas.
“Afortunadamente sí estamos recibiendo buenos clientes, todavía no vendemos como antes, pero la verdad nosotros esperábamos lo peor, creímos que íbamos a estar solos en el mercado, pero gracias a Dios sí está viniendo la gente a comprar algunas plantitas, esperemos que las ventas sigan así porque las pérdidas sí fueron muchas”, cuenta Teresa, una de las locatarias del mercado.
La comerciante dice que reabrir las puertas del mercado fue como una bocanada de aire fresco, pues sus finanzas estaban al rojo vivo. De hecho, comenta que durante los últimos tres meses muchos de los locatarios perdieron mercancía, pues en ningún momento se les permitió venderla.
“El mercado duró cerrado más de dos meses, eso fue la muerte para nosotros porque este es nuestro sustento, nuestra forma de ganarnos el dinero y si no vendemos aquí, no vendemos en ningún lado; ninguno [de los locatarios] nos esperábamos que esto de la contingencia iba a ocurrir y nos quedamos con mucha mercancía, podíamos venir aquí y regar nuestras plantas pero pues no resistieron, les hace falta el sol, el aire fresco.
“Yo vendo más de 30 tipos diferentes de plantas y flores, y en estos últimos meses sí puedo decir que perdí por lo menos cien plantas de cada especie, fueron pérdidas muy grandes, pero estamos contentos de volver a trabajar, le echamos muchas ganas, respetamos todas las medidas de salubridad para la seguridad de nuestros clientes. Lavamos el mercado todos los días en la mañana y en la tarde”, asegura.
Desde que uno se acerca a las inmediaciones del Mercado de las Flores, el estacionamiento se ve ocupado al 50% de su capacidad, cuando hace unas semanas era una zona desierta.
Los clientes salen del mercado con al menos un par de plantas y otro par de macetas, algunos llevan varios costales de tierra, como es María Fernanda, que se describe como “una de las compradoras más antiguas del mercado”, la mujer de 50 años comenta que hacerse cargo de su pequeño jardín es una de sus actividades favoritas, la cual tuvo que frenar durante el confinamiento, pues ella nunca compra plantas, ni tierra, ni macetas en otro lugar que no sea el Mercado de las Flores.
“Yo sufrí mucho cuando cerraron el mercado, para mí y para muchas personas la jardinería es casi una terapia, una actividad que nos relaja y nos hace bien. Yo no sé a quién se le ocurrió cerrar este mercado, nunca ha sido uno de los lugares con grandes cantidades de gente, pero bueno, estamos contentos de que hayan abierto sus puertas nuevamente.
“Durante la cuarentena yo me aguante de trabajar en mi jardín porque no me gusta comprar cosas en las tiendas departamentales, este mercado es de lo mejor, siempre hay muy buena mercancía, además ayudamos a los comerciantes, las tiendas grandes ya tienen mucho dinero”, dice.
Debido a la contingencia sanitaria, este mercado permaneció cerrado casi tres meses; lo que provocó que los locatarios estuvieran inactivos durante la primavera, que según los propios comerciantes, es la mejor época del año para vender.
Actualmente el Mercado de las Flores tiene un horario de 9 de la mañana a 5 de la tarde, permanece abierto todos los días de la semana. Está ubicado en la calle Luis M. Vega, sin número, en la colonia Cimatario, junto al panteón municipal.
Aunque Querétaro no es uno de los principales productores de plantas y flores en el país, su mercado sí es uno de los más grandes de México. Con 10 mil metros de instalaciones, el lugar ofrece un sin número de variedades de plantas, flores, macetas y tipos de tierra, convirtiéndose así en un rinconcito aún desconocido para queretanos y turistas.