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“A mi parecer estaba muy mal el servicio y ahora está mucho peor”, exclama Laura Rodríguez, usuaria del transporte público Qrobús, sobre el nuevo sistema de rutas que se implementó de El Mirador, en El Marqués, a Santa Bárbara, en el municipio de Corregidora.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, relata los contratiempos que a diario padece, pues las nuevas rutas le han implicado tener que destinar más tiempo a su traslado.
“¿De qué te sirve que pase más seguido [el servicio] si ese tiempo lo vas a tener que esperar en el transbordo siguiente?, no me estás haciendo ahorrar tiempo, al contrario, me estás haciendo perder más tiempo. Y sobre todo en horarios clave, la gente que usa el transporte a esa hora porque vamos al trabajo, a la escuela, no tenemos el tiempo para estarlo perdiendo en que intenten organizar el servicio”.
Laura cuestiona a las autoridades estatales que tomaron la determinación de hacer estos cambios en las rutas del servicio público, pues tanto ella como otros usuarios han manifestado su inconformidad.
“Me queda claro que [el rediseño] no lo hace alguien que utiliza el transporte público, lo hace alguien detrás de un escritorio con una corbatita, con un chofer, alguien que definitivamente no lo usa”, acusa.
A estas deficiencias en el servicio, agrega, se suma el elevado costo del transporte público en el estado, uno de los más caros del país.
Además, destaca que tan sólo en las últimas tres semanas el camión se quedó varado. Resalta que el que las unidades se queden varadas significa un riesgo, porque esto ha pasado en zonas desoladas, donde no se puede caminar con seguridad.
“¿Dónde está la modernización y para quién es la modernización?, ¿para los concesionarios?, ¿para que ellos tengan beneficios?, ¿o sí es para los ciudadanos? Se habla de beneficios a las empresas, atracción de inversiones, pero realmente esos programas no son sociales, son empresariales”, señala.
Ella habita en Real Solare, fraccionamiento localizado en El Marqués, relata que desde el primer día del nuevo sistema hubo confusión, descontento y dudas sobre la funcionalidad.
“Creo que quienes usamos esa ruta en particular estamos inconformes, desde el día uno que empezó esta nueva etapa, a pesar de que había muchos agentes de movilidad o del IQT en las paradas, realmente nadie te explicaba cómo funcionaban, entonces había caos”, relata.
Además, recuerda que aquel día le cobraron el servicio, pese a que el IQT anunció que durante los primeros días el servicio sería gratuito.
“En verdad es un caos en las paradas, [hay] más de 100 personas amontonadas en ese espacio, las filas se hacen interminables”, abunda.
Un traslado que para ella duraba de 30 a 40 minutos, ahora se amplió de 15 a 20 minutos más, explica.
Una de sus vecinas ha buscado información para saber a qué instancia acercarse y emitir un oficio solicitando que regrese el anterior sistema de rutas.
“Le contestaban que tiene que ir al IQT, pero mucha gente decía: ‘es que en otros lados se están organizando y aquí no hacemos nada’. Otra señora comentaba [que la respuesta que le dieron fue] ‘nosotros estamos modernizando el transporte para la gente del municipio de Querétaro’, como diciendo ‘ustedes que son de otros municipios, chínguense’”.
Al conocer este argumento, Laura refiere que desde un principio esa era su percepción: que el servicio sólo buscaba mejorar para los usuarios de la capital.
“Me parecía que lo que intentaba hacer ese sistema era diferenciar a la gente que utiliza el sistema de transporte en la capital, [de] quienes lo usamos fuera de la capital, ¿por qué hacer esos transbordos en el límite con Corregidora y con El Marqués?, ¿somos gente de segunda o por qué nos están diferenciado de esa manera?”, se cuestiona.
“Somos ciudadanos enojados”
En relación a las declaraciones del gobernador Mauricio Kuri respecto a que la inconformidad de algunos usuarios está politizada, Laura agrega:
“Quieren politizar todo, pero no somos políticos, somos ciudadanos enojados, no todas las críticas son para joder”.
Laura hizo un llamado a las autoridades para que mejoren el servicio, pues cuestionó que se promueva al estado como un destino de inversiones y de empleo pero, en paralelo, no se garantiza un servicio eficiente.
“Presumen [la llegada de trabajadores] pero, ¿alguien se ha preocupado por el qué quiere esa gente que va llegando a trabajar? Pues requiere sistemas de transporte, no sólo los empleos, requiere muchos otros servicios que se han dejado de lado”.
