Un pequeño, pero entusiasta grupo de niñas, niños y adultos recorre los barrios de Hércules, en la capital del estado.
Con cantos y villancicos que amenizan con panderos van en busca de pedir posada, lo mismo en casas que en negocios, donde al escuchar sus moradores “¡Ábranse las puertas!…”, salen a su encuentro.
Ahí van Valeria y Santiago, quienes este año dan vida a María y José, acompañados de pastores y un burrito, al tiempo que siguen al ángel con la estrella de Belén. El nacimiento de Jesús está próximo a suceder.
Así es como la familia Banda Rodríguez desde hace 38 años busca involucrar a las nuevas generaciones en la preservación de las tradiciones.
Víctor Banda que hoy se encuentra al frente del recorrido de la posada, reconoce que el mantener viva está tradición no ha sido fácil, ya que en muchas ocasiones se prefiere adoptar celebraciones foráneas.
Menciona también que por la pandemia de Covid-19 se tuvo que suspender está actividad, pero hoy han regresado a caminar y tocar las puertas que a cambio de los cantos y villancicos reciben dulces, galletas, pan, frutas y dinero.
“La tradición se va perdiendo porque algunos la dejamos perder porque le estamos dando prioridad a celebraciones foráneas, entonces ahorita mucha gente sobre todo de la tercera edad le da gusto vernos y nos alientan a que no se pierdan esas tradiciones, e incluso algunos jóvenes hoy recuerdan que de pequeños ellos salieron en este recorrido”, expresa.
Dice que si bien es un grupo pequeño el que realiza el trayecto, el ánimo es mayor y la intención es mantener esta iniciativa que hace casi cuatro décadas inicio su padre. “Es importante rescatar está tradición y lo hago para que no se pierdan las posadas y que la niñez la conozca”.