Para el cirujano estético Gamaliel Valdés Román, los sentimientos de ansiedad y depresión que muchas personas han experimentado durante la pandemia de Covid-19, han detonado que nuevos clientes se sometan a este tipo de procedimientos estéticos.
El trabajo en casa y los meses de aislamiento social permitieron que aquellos interesados en realizarse un procedimiento estético pudieran recuperarse en su casa, sin verse obligados a dejar de trabajar.
“Nosotros revisamos encuestas que dicen que en esta pandemia fuimos el cuarto país a nivel mundial en cirugías estéticas, eso quiere decir que se dispararon estos procedimientos, superando países como Brasil y Colombia”, detalla.
“La pandemia ha sido una mezcla de emociones para muchas personas, y en ese sentido muchas personas se animaron a dar ese paso que a lo mejor ya querían hacer desde hace mucho tiempo, porque un procedimiento estético es algo que te levanta los ánimos, que te hace sentir mejor contigo mismo”.
“Además, toda esta dinámica de trabajo en casa ha permitido que las personas vengan a hacerse algún procedimiento estético y puedan recuperarse en su casa sin ningún problema, algo que antes de la pandemia no podría hacerse, porque debías trabajar, la escuela y demás compromisos que ahora se realizan a distancia”, comenta.
El cirujano -quien tiene clientes del mundo del espectáculo-, refiere que la cirugía plástica es aquella que busca mejorar o reparar la apariencia o funcionalidad del cuerpo, debido a algún accidente o alguna situación de nacimiento, mientras la cirugía estética es aquella que se realiza para mejorar o resaltar alguna cualidad del cuerpo humano, es decir, un procedimiento que se realiza por elección del paciente y no por necesidad.
“La cirugía plástica va enfocada en corregir algún daño, por ejemplo quemaduras, fracturas, heridas en cara, o malformaciones congénitas, la cirugía estética solo corrige o desvanece algunos defectos, es meramente ‘hacer bonito’, la cirugía estética es una elección”, advierte.
Durante su trayectoria como cirujano estético sí percibe un aumento considerable en el número de personas interesadas en aprender sobre el tema o en someterse a un procedimiento de este tipo. Aunque también advierte que el acceso a internet y la información divulgada por aficionados y no por profesionales, continúa siendo un miedo constante entre la sociedad.
“Me da gusto saber que a pesar de toda la paja que hay en internet y de los malos manejos que han hecho algunas cosmetólogas en salones de belleza, nosotros como profesionales llevamos el mensaje correcto a la población, que es acudir siempre con un especialista”.
También señala que los procedimientos estéticos ya no son exclusivos de mujeres, pues cada vez son más los hombres que deciden adentrarse en el mundo de los retoques estéticos, por ejemplo, con la aplicación de botox, uno de los procedimientos más comunes en sus clínicas, además de liposucción, rinoplastia e implantes.
“Atendíamos mucho joven masculino, ahora ya vemos que los hombres que son nuestros clientes tienen entre 30 y 50 años, es decir la edad ha aumentado, un 60% de mis pacientes son mujeres y el 40% son hombres, eso es positivo porque así podemos ver en una sala de espera cualquier tipo de clientes, se rompen los estereotipos sobre esto. Verte bien y sentirte bien no tiene nada que ver con el género ni con tu edad”.
El Dr. Gama, como lo conocen muchos de sus pacientes, considera que con el paso del tiempo la cirugía estética ha dejado de ser un tema tabú para la mayoría de las personas, y esto se debe a que ahora se cuenta con mayor información, y se habla más abiertamente sobre los procedimientos estéticos.
Además, considera que al existir más demanda de la ciudadanía, los procedimientos estéticos también se han vuelto más accesibles, por lo que ya no es un servicio exclusivo para las personas con altos ingresos.
De hecho, comparte que algunos de sus pacientes acceden a la cirugía estética pues lo consideran un regalo de 15 años, de graduación, o de algún otro evento social.
“Hemos detectado que, por ejemplo en el sur, se tiene esta costumbre de regalarle a la quinceañera una cirugía, antes era el viaje, la fiesta, ahora ya optan por una rinoplastía o implantes mamarios, es un cambio cultural”.
Considera que cada uno de sus procedimientos estéticos debe ser orientado hacia el bienestar emocional de sus pacientes, pues el concepto de su trabajo es resaltar la belleza natural de las personas, y no la idea de cambiar por completo.
“Muchos pacientes tienen problemas de autoestima, depresiones, van saliendo de un divorcio, alguna crisis de la edad, y buscan en la cirugía estética algo para mejorar su estado, la idea es detonar el positivismo, el empoderamiento, un procedimiento estético influye muchísimo en el estado de ánimo de las personas”.