Creció en los últimos años en el corazón de la capital queretana la oferta de bazares y tiendas de antigüedades que atesoran recuerdos de la historia.
Se trata de al menos 20 espacios que compran y venden artículos impregnados de recuerdos y nostalgias, que si bien para algunos son basura, para otros son tesoros.
Desde la calle Venustiano Carranza, a unos pasos del templo de la Cruz, pasando por Independencia, 15 de Mayo, Ignacio Altamirano y Reforma surge el corredor de antigüedades.
Paco Rabell Flores, del bazar de antigüedades El Garabato, destaca que la zona se ha convertido en una gran “corredor cultural natural”, donde además de antigüedades, se encuentran librerías, galerías, teatro y museo.
Además de ser el paso para visitar los mayores atractivos turísticos del Centro de la ciudad, como es Plaza de Armas, el Convento de la Cruz y el mirador de Los Arcos.
Tras establecerse en la calle de Venustiano Carranza, calle donde creció y desde hace años estableció su bazar de antigüedades, Paco Rabell dice que ayudó a algunos amigos y conocidos a conseguir un local en la zona.
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“Empecé a invitar a muchos amigos a que se establecieran en la zona, la idea personal era en esta calle formar un corredor cultural, antigüedades, librerías, el teatro, galerías, y actualmente de discos”, comenta.
El hecho de que se congreguen las tiendas de antigüedades en una zona facilita a los clientes encontrar lo que buscan, “ya no tienen que andar para todos lados recorriendo Querétaro”.
“Y estar en medio de las zonas turísticas más visitadas, que son Plaza de Armas, el Convento de la Cruz, el mirador y últimamente el Museo de Arte Contemporáneo, estamos en el camino, pasan muchos turistas y se ha convertido también en un centro de atracción turística toda esta zona”, refiere.
Con ello —dice— se evita que “nuestra amada calle de Venustiano Carranza” se convierta en lo que es 5 de Mayo actualmente, “que es una calle de antros”.
Comenzó antes de la pandemia
La instalación de antigüedades en la zona comenzó desde hace al menos 10 años.
“Aquí llevamos nosotros 14 años, y poco a poco han empezado a llegar los demás, que recuerde los de la esquina tienen 11 años, luego se abrieron otros locales abajo, pero no tengo las fechas precisas, todo a partir de hace 10 años que empezaron todos a juntarse por acá”, señala.
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Se estima que son al menos 20 bazares y tiendas de antigüedades las que se encuentran en dos calles a la redonda de Venustiano Carranza.
“Yo quisiera que estuviéramos aquí juntos, pero no se puede, algunas son casas, no son locales, otras sí están muy caras las rentas, no les alcanza, pero hay entre 20 y 25 tiendas de antigüedades aquí en dos cuadras a la redonda”, relata.
A las personas les fascinan las antigüedades
Menciona que, como en todo, hay personas a las que les fascinan las antigüedades. Y hubo una temporada en que toda la gente se deshacía de las cosas, porque todo lo moderno era lo bueno, lo demás lo tiraban a la basura.
“En épocas anteriores se valoraban sólo como antigüedad las grandes piezas de arte, lo demás, los anticuarios de aquella época a las cosas de uso común les llamaban chácharas”, agrega.
Sin embargo, los que nos dedicamos a las antigüedades actualmente, “en lo particular a mí me gustan más los objetos de uso cotidiano. Las cosas que tuvieron un uso y tienen un sello artístico me encantan”, señala.
Indica que las antigüedades han tenido un auge importante a partir de los programas de televisión estadounidenses, además de que los jóvenes hoy en día tienen especial interés por estas piezas.
“Se dan cuenta que las cosas de antes tenían más calidad, duraban, se hacían las cosas para durar, ahora todo lo que hacen es comercial, para que se rompa en dos o tres años, y vuelva a comprar la persona”, añade.
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Tenemos casi de todo
Hoy las tiendas de antigüedades tienen casi de todo, cuando antes eran muy elitistas, “solamente para gente de mucho dinero y solamente los muebles muy finos, el arte sacro, era lo que se valoraba, lo demás no lo valoraban”.
En lo particular, lo único que no maneja Paco Rabell es la cristalería y porcelana. Y como se han puesto de moda los discos de acetato, oferta, además de antigüedades, discos de acetato.
Incluso tiene cosas que deberían estar en un museo, pero desgraciadamente los gobiernos no invierten en ese tipo de piezas, mientras que los museos solamente reciben donaciones porque no cuentan con presupuesto para adquirirlas.
Tiene, por ejemplo, un nombramiento militar para Guadalupe Victoria, primer presidente de México.