Querétaro, Qro.
Los compradores, en esta época de Cuaresma, cambian el pescado y los productos del mar por otros más económicos, “no es que no respeten la vigilia, sino que buscan algo más barato”, afirma Jesús Jonathan Moreno López, vendedor de pescados y mariscos en el mercado de El Tepe.
Dos menores y un adulto mayor están dentro del local en El Tepe. Jesús permanece afuera. Observa a la clientela que entra al mercado. Una mujer se detiene frente al puesto, pregunta el precio del camarón. Jesús le dice el costo y la mujer pide un kilo.
“Todo se vende bien, pero ahorita por los precios está muy difícil que salga. Por ejemplo, ahorita el pulpo subió. Está a 400 pesos el kilo. Normalmente era económico, estaba entre 280 y 300 pesos el kilo. Ha subido un poco”, indicó.
Explica que el aumento en el precio de los productos del mar se debe en gran medida por la emergencia sanitaria causada por el virus SARS-CoV-2, además de que es por la misma temporada.
“El pescado también se maneja por temporada. No en todas las temporadas hay. Es como las mandarinas, la caña. Cada cierta temporada salen las especies de peces y es cuando hay.
“Cuando abunda una especie lo pescan y sale a buen precio, pero cuando escasea es cuando sube de precio”, precisa.
El pescado que más vende, señala, es la mojarra. Es la especie más arraigada en el gusto de sus compradores, pues es la que llevan para freír. Es, sin duda, la favorita, además de que es más accesible.
Antes, comenta el comerciante, el kilo de mojarra estaba en 75 pesos. Actualmente subió cinco pesos, es el aumento regular en esta temporada, aunque en ocasiones puede ser de 10 pesos por arriba de su costo en otras temporadas del año.
Otra mujer llega al local. Pregunta por el precio del filete de pescado y pide cinco piezas. Dos niños que ayudan a Jesús en el puesto atienden rápidamente a la clienta que observa a los dos menores.
Otro de los productos “estrella” de Jesús es el camarón. Indica que esta especie ya no se pesca en aguas abiertas, pues la mayoría de la producción proviene de criaderos, lo que propicia que baje el costo. “Son de muy buena calidad, pero se trata de mantener los precios competitivos”.
Indica que sus proveedores de pescados y mariscos son variados. Algunos de ellos son de Guadalajara, Jalisco, Veracruz, Tampico, Yuriria, Guanajuato, dependiendo del producto. Cita como ejemplo la mojarra, que es de presa, por lo que viene del estado de Guanajuato, donde hay lagunas o presas.
“La mojarra sale rápido y tratamos de traerla lo más fresca que se pueda y no se rezague. Hay veces que incluso nos llegan vivas las especies, como la jaiba. La mojarra aún llega tibia, de que la acaban de pescar”, abunda.
Precisa que durante el periodo de aislamiento social por la pandemia permanecieron abiertos, pues al vender productos de primera necesidad, como lo son los alimentos, tenían autorización de abrir.
“Cuando empezó la emergencia la gente sí respetaba [acudía una sola persona a hacer las compras]. Después cuando empezó la medición con los colores del semáforo epidemiológico, tenían sus propias dudas.
“Decían que era una ‘payasada’ o que era mentira, decían que no creían por las altas y las bajas. La gente en un principio sí respetaba las medidas, pero luego como que se relajaron. Aquí tratamos de que la gente respete un poco más los protocolos de sanidad, principalmente para que el mercado permanezca abierto. Los obligamos a que cumplan con eso y no haya problemas”, abunda.
Dice que el puesto donde trabaja tiene más de 30 años de funcionar, y Jesús tiene 25 años dedicándose al comercio en El Tepe.
En este tiempo Jesús ha visto cómo han cambiado los hábitos y costumbres de la clientela. Indica que el respeto a las costumbres religiosas, como no comer carnes rojas los viernes de la Cuaresma, así como jueves y viernes de la Semana Santa, permanecen, aunque paulatinamente los fieles católicos han cambiado los productos del mar por otras opciones más accesibles. “Tienen ese respeto hacia la Cuaresma. Ahí está todavía, pero lo que a lo mejor los orilla a comer otras cosas es la economía, porque buscan algo más barato, más económico, aunque sea carne, por cuestiones económicas.
“El pescado y la carne ahí van más o menos en precios, pero yo siento que son más accesibles ciertos tipos de carne y algunos derivados. El respeto sigue, pero por economía ya se van por otras opciones”, abunda.
Alrededor del puesto de Jesús la clientela busca otros productos, aunque por el inicio de Cuaresma el suyo será también uno de los más socorridos. Dos jóvenes llegan al puesto, para comprar filete de pescado, que nuevamente es despachado por los menores, que miran con extrañeza a las dos chicas que mientras esperan a ser atendidas ríen por las bromas que se juegan una a la otra.
En tanto, Jesús agrega que a él le gustan más de los camarones. “Soy más de cocteles y ensaladas, de los camarones a la diabla, al mojo de ajo”.
Una menor de edad interrumpe a Jesús. Pregunta el precio de la mojarra y del camarón. La pequeña, ya con la información, corre hasta donde está su mamá. Enfrente del puesto de Jesús, otra potencial venta está en ciernes.