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En febrero de 2023, tras trabajar dos años y tres meses en una empresa, Mónica Herrera, fue despedida de manera injustificada tras denunciar discriminación por su orientación sexual.
Diseñadora gráfica y artista visual, narra que laboraba en el área de Marketing de una empresa del sector restaurantero.
“Fue un problema laboral como tal. Hubo una persona dentro de Grupo Pampas que me insultó dentro del área de trabajo. Acudí con mi jefe directo y con recursos humanos para hacer el reporte de lo que había sucedido. De hecho, estuvieron presentes todos mis compañeros del área de Marketing en ese momento, pero la empresa no quiso hacer nada”, señala.
Indica que, ante esta situación, se asesoró con el Instituto Municipal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Inmupred), pero el director le comentó que conocía al dueño de Grupo Pampas y no procedió como le hubiera gustado y sólo le ofrecieron darle un servicio de asesoría a la empresa, que al principio era lo que buscaba, y capacitar al personal para que no se presentaran situaciones similares, pero no aceptaron.
Acudió luego a la Junta de Conciliación y Arbitraje, pero tampoco se pudo llegar a un arreglo, por lo que ahora su caso lo ve con la Secretaría del Trabajo, por la demanda contra Grupo Pampas.
“Lo que sucedió empezó como una cosa muy cotidiana, como una plática cualquiera en un ambiente laboral que se convirtió en insultos para mi persona por parte de una compañera de trabajo que en algún momento fue mi jefa. Ya para ese entonces ella no estaba en ese cargo, pero comenzó como una plática cualquiera… empezaron a insultar a la comunidad (de la diversidad sexual) pero luego fue personal y se hicieron comentarios que estuvieron fuera de lugar con respecto al tema y en un ambiente laboral y con un cargo jerárquico que tuvo esta persona”, comenta Herrera.
“Cuando esto sucedió lo platiqué con mi jefe directo, quien estuvo completamente de acuerdo que lo que había sucedido no había sido correcto, pero la empresa como tal me estuvo dando negativas para hacer algo al respecto y decidieron al final despedirme, porque no les pareció que yo me estuviera quejando acerca de esto”, enfatiza la diseñadora.
Además, en el transcurso de estos hechos, Mónica se dio cuenta que la empresa no cumplía con los derechos laborales, lo que propició en parte también que fuera despedida. La empresa no supo manejar el caso de discriminación y no quiso hacer nada al respecto, además, se dieron cuenta que ella había descubierto cosas que no querían que supieran los demás trabajadores de la firma.
“La situación específica que detonó todo fue la plática común y corriente donde comenzamos a platicar cosas que habían sucedido durante la semana y luego comenzaron a criticar actividades que llegamos a tener en la comunidad, como marchas, de cosas que están ahorita vigentes.
“Después esta persona empezó a hacer comentarios como que a mí me respetaba por ser lesbiana, cosa que tiene un contexto invertido. No puedes decirle a alguien que las respetas por ser lo que sea. Al final de cuentas terminaron siendo críticas personales, criticando si salíamos, si nos vestíamos de cierta forma, si nos proyectábamos hacia la sociedad de cierta forma [...] incluso se me llegó a llamar con nombres que no corresponden. Mi nombre es Mónica y se me llegó a llamar Mónico, cuando no tiene nada que ver con mi orientación sexual, que sea un nombre masculino. Soy lesbiana, no me presenté en ningún momento como hombre o cualquier otra orientación”, enfatiza Herrera.
A la empresa se les ofrecieron, en conjunto con el Inmupred, pláticas para que tuviera las herramientas para que no sucedieran estas situaciones, pero se negaron. Después de que sucedió esto se dio cuenta que no era la primera vez que le faltaban el respeto y fue cuando decidió emprender acciones, pero la empresa no supo manejarlo y decidieron despedirla.
La empresa, dice Mónica, tardó en responder, porque se les llegó a notificar, incluso ella misma, acompañada de sus abogados, junto con el personal de la Secretaría del Trabajo, pero negaban que ella trabajaba ahí. Apenas hace unos meses se les pudo notificar oficialmente, después de cuatro intentos.
Señala que esta situación se dio porque la empresa maneja diferentes razones sociales y siempre que iban a notificarle, le decían que no era la dirección, aunque Mónica tiene como pruebas los recibos de nómina que recibió.
Tras ser notificada la empresa, el próximo 6 de mayo tendrán una audiencia preliminar y una fecha para juicio.
En un inicio Mónica encontró apoyo en conocidos de la comunidad, luego, ya con el despido, buscó a su familia.
Ahora, Mónica está a la espera de la audiencia y conocer la respuesta de la empresa, pues más allá de exigir su liquidación de acuerdo con las leyes laborales, busca que el caso sirva como ejemplo y así evitar ambientes negativos y de discriminación en los entornos laborales.