Poco a poco la intensidad del sol se apaga. Aunque en Querétaro el eclipse anular de sol no se vio como en otras latitudes del país, los queretanos pudieron disfrutar del fenómeno astronómico sin mayores incidentes.
Cientos de personas se dieron cita en la pirámide de El Pueblito, en Corregidora, para contemplar el eclipse anular de sol, donde aficionados a la astronomía colocaron telescopios para que los ciudadanos pudieran ver con más detalle.
Desde temprana hora, quienes quisieron ver el eclipse anular de sol acudieron a sitios como la pirámide de El Pueblito o la secundaria número 2 Mariano Escobedo, en avenida Corregidora Norte, en la colonia Linda Vista.
En ese plantel educativo los alumnos llegaron alrededor de las 8:00 horas, algunos acompañados por sus familiares. Para quienes circularon sobre la avenida, ver a los adolescentes con sus uniformes de deportes de colores rojo, blanco y gris, es inusual para un sábado por la mañana.
Contrario a muchos días entre semana, los chicos llegaron sonrientes. Este sábado vieron un espectáculo único en su escuela. Tan único que se repetirá hasta 2056.
Cuando comenzó el eclipse, las nubes jugaron en contra. El día amaneció con cielo cubierto en partes por nubes que impidieron la visibilidad del sol. Sin embargo, conforme avanzó la Luna frente al Sol, las nubes se disiparon y dejaron ver el fenómeno astronómico.
Los estudiantes de la secundaria 2 y sus familias disfrutaron del eclipse de manera segura. Asesorados por expertos y con ayuda de telescopios y lentes especiales para la ocasión, se maravillaron con el hecho. Para la inmensa mayoría de los alumnos, este es el primer eclipse que ven en su vida.
Mientras, en la pirámide de El Pueblito, los visitantes hicieron fila para poder observar el eclipse a través de telescopios. También se organizaron para prestarse los lentes y observar el sol de manera segura.
Conforme fueron entrando, se hicieron grupos de 10 personas para poder usar los lentes especiales y presenciar el evento astronómico.
Los lentes se los fueron pasando de mano en mano hasta llegar a un niño que, acompañado de sus padres, dice: “¡Qué padre se ve! ¿A qué hora salen los extraterrestres papá?”.
En esa zona arqueológica se concentraron cientos de personas para ver el eclipse. Los más jóvenes llegaron con expectativas por el hecho astronómico. Los más grandes recuerdan el eclipse del 11 de julio de 1991. El de aquel año, fue total.
“El de 1991 fue increíble. El día se hizo noche. El alumbrado público se prendió y los animales se fueron a dormir. Esta vez quizá no se oscurezca tanto, pero habrá menos luz que en un día normal”, cuenta un hombre de unos 60 años a su nieto.
En el clímax del eclipse, aunque en Querétaro no se pudo apreciar al ciento por ciento, la luz solar disminuyó de manera significativa.
En plazas públicas de la capital queretana, como los jardines Guerrero, Zenea y plaza Constitución, la ciudadanía se concentró para observar el paso de la Luna frente al Sol, vista desde la Tierra. Muchos llegaron con los lentes especiales. Otros hicieron, con cajas, dispositivos para ver de manera segura el fenómeno. De un lado de la caja hacen un agujero por donde entra la luz solar, mientras que por otro observan el reflejo del Sol dentro de la caja.
Los más entusiastas, nuevamente, son los menores, que se sorprenden con el fenómeno de la naturaleza y la perfección del espacio y los cuerpos celestes.
Las redes sociales se llenan de fotografías que comparte la gente. Ya sea en Facebook, X (antes Twitter) o Instagram, la gente comparte sus imágenes del disco solar siendo cubierto por la Luna, orgullosas de sus instantáneas, que en pocos minutos cosechan numerosos “likes”.
Para muchos queretanos fue su primera vez, para otros la ocasión de recordar el de 1991, pero para muchos más, el hecho pasó desapercibido.