Al grito de “el agua es un derecho, no un privilegio”, cerca de un millar de familias, jóvenes, adultos mayores y niños marcharon por las calles de la capital queretana en contra de Ley que Regula la Prestación de los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del Estado de Querétaro que fue aprobada el pasado 19 de mayo y publicada dos días después.
La marcha se convocó y conformó por estudiantes, docentes, colectivos, organizaciones comunitarias, así como público en general, quienes denunciaron que en la integración de dicha ley no se escucharon todas las voces ni se contemplaron todos los escenarios y las diferentes realidades que se viven en el estado.
Claudia Romero Herrera, representante del Festival Agua que Corre Querétaro, señaló que “no es la teoría de si los privados intervienen o no, aquí hay una realidad político-económica particular que está comiéndose la calidad de vida de esta ciudad. Esto no es un tema de calidad de servicios, sino de calidad de viabilidad de la vida en la ciudad”.
Además, aseguró que las manifestaciones en contra de esta ley no son un tema visceral, sino que hay datos duros e investigaciones que respaldan echarla atrás, pues contrario a otros estados, en Querétaro se cuenta con un mapeo de pozos y los conflictos en el Atlas de justicia ambiental e informes especiales que no se consideraron al redactar esta ley.
“En tiempos de emergencia climática, de inundaciones, de incendios, de fenómenos migratorios, no tenemos en Querétaro una ley de aguas que haga frente a esa realidad, porque Querétaro sigue sin tener una ley de aguas”, dijo.
La manifestación estuvo acompañada también por la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca, quien subrayó que la protesta que se realizó “es una marcha apartidista, pero si con fines políticos debido que se busca incidir en una política pública, pero no es un movimiento que esté favor de un partido político, pues nace de una expresión estudiantil”.
La rectora resaltó que las peticiones que se han puesto sobre la mesa respecto a esta ley, no son producto de la improvisación, sino de años de estudio, por lo que hay información podría promover una verdadera “Ley de Aguas”.
“La ley que se aprobó, que regula los servicios, es insuficiente y es sólo una pieza de un gran rompecabezas.
Tenemos que abordar el problema de forma integral y lo que estamos pidiendo como Universidad Autónoma de Querétaro, en conjunto con los estudiantes, con organizaciones civiles, con actividad, con expertos y expertas de muchas instituciones, es que se abra el diálogo, que se permita la participación ciudadana, que se transparenten los procesos y que podamos todos participar en la construcción de una ley de aguas en el estado”, dijo.
La ley aprobada, agregó, se puede reformar o derogar, y armar una ley más completa que aborde todas las aristas de la problemática del agua, desde un punto de vista ecosistémico, humano, agrícola, de los servicios, saneamiento, entre otros.
Expresó que lo que pide la UAQ, junto con organizaciones sociales, activistas y expertos que se abra el dialogo y la participación ciudadana, a fin de que se transparenten los procesos para que todos puedan participar en una construcción de una ley de aguas en nuestro estado, eso es indispensable.
“No se trata de una situación de confrontación, queremos simplemente ser partícipes y queremos que en el corto plazo Querétaro tenga una ley de aguas y lo que ya se aprobó se puede revocar, se puede reformar, con el fin de tener una ley mucho más completa”.
Los manifestantes recordaron que, el 31 de marzo de este año se liberaron dos propuestas de iniciativas de Ley Estatal de Aguas para Querétaro, ante las que, más de 30 organizaciones locales, grupos ambientalistas y comunidad académica especialista, alertaron sobre el proceso de privatización y sus posibles consecuencias, llamado al que se sumaron asociaciones de todo el país y, colectivamente se solicitó parlamento abierto y su modificación bajo los enfoques de Gestión Integrada de Agua y Cuenca que una Ley Estatal de Aguas requiere, peticiones que fueron ignoradas.
Asimismo, precisaron que son 22 operadoras privadas que han controlado suministros de agua en las últimas décadas en el estado, periodo en el que los indicadores ambientales han ido en deterioro, mientras que los conflictos por el agua han aumentado.
“La ciudad se abastece de un acuífero con déficit y del Acueducto II porque se ha optado traer agua de otros lugares, en vez de tratar el agua residual y manejar la lluvia y los ríos de cuenca (...) la gestión del agua no considera su papel ecológico, ambiental, cultural y social. Se ha reducido a un servicio y un recurso económico”, agregaron.
Finalmente detallaron que Querétaro necesita una Ley Estatal de Aguas que considere la conservación de ecosistemas y cuencas hidrológicas, estrategias ante el cambio climático, soberanía y justicia hídrica, perspectiva de género, inclusión de pueblos originarios, mecanismos de participación y vigilancia ciudadana, con garantía de derecho humano al agua y a un ambiente sano.
Cerca de las 17:00 horas de ayer, la marcha comenzó en la Plaza del Estudiante, en Avenida Tecnológico, esquina con Hidalgo, a un costado del campus Cerro de las Campanas de la UAQ y cruzó las calles de Hidalgo, Madero y Andador 5 de Mayo, para concluir cerca de las 19 horas con un pronunciamiento final en el exterior de Palacio de Gobierno, en donde los asistentes dejaron colocadas cartulinas a la Ley Estatal de Aguas.