Desde ayer, y cada domingo hasta el 10 de diciembre, se instalarán los integrantes del Tianguis Dominical Miguel Hidalgo “La Cruz” en el estacionamiento de la Plaza las Américas.

Esto durante el tiempo en el que las autoridades municipales construyan el nuevo estacionamiento y sótano para el Mercado Josefa Ortíz de Domínguez, que es el lugar donde venden sus productos originalmente.

Las camionetas de los tianguistas ocupan los cajones sobre la calle Ejército Republicano. Los clientes que llegan tienen que buscar lugares para dejar sus autos en otros estacionamientos de la misma plaza.

Tianguis de “La Cruz” inicia venta en su nueva ubicación
Tianguis de “La Cruz” inicia venta en su nueva ubicación

En uno de estos estacionamientos de la tradicional plaza se instalan. Desde temprana hora los comerciantes se dan a la tarea de levantar puestos: colocar sus estructuras con lonas para luego acomodar mercancías.

Pantalones, camisetas, lencería, recipientes de plástico, comida, y juguetes, son algunos de sus productos. Muy similares a lo que ofrecen los locatarios establecidos en la plaza.

Respecto al cambio temporal los tianguistas se muestran optimistas, pero algunos visitantes ven negativala iniciativa. “Qué feo se ve eso”, dice una mujer de mediana edad cuando ve las lonas y plásticos de los tianguistas en el estacionamiento de Plaza de las Américas.

Mientras, comensales hacen larga fila para comprar el almuerzo en un puesto de tacos. Es el local con más clientes en la mañana del primer domingo en la nueva sede temporal.

Personal de limpia de la plaza explica que ellos no se encargarán de limpiar la zona del tianguis, que serán los mismos comerciantes quienes se encarguen de esa tarea en su zona.

Los tianguistas apuran la instalación de sus puestos. Esperan que los clientes lleguen a su nueva ubicación.

Enrique Rangel, secretario general del Tianguis Dominical Miguel Hidalgo “La Cruz”, atiende a los tianguistas que tienen dudas o hacen comentarios sobre su instalación.

“Somos 409 licencias [comerciantes] las que estamos trabajando ya temporalmente en lo que es aquí, Plaza de las Américas. A partir de hoy [ayer] 24 de septiembre y hasta el 10 de diciembre vamos a estar aquí laborando”, explica.

Comenta que estarán de regreso en el mercado de “La Cruz” para las ventas de fin de año. Ese fue el compromiso de las autoridades municipales, de que entregarán el estacionamiento del mercado en esa fecha y podrán regresar para temporada decembrina, una de las etapas de mayores ventas.

Confía en que los clientes no los abandonarán y tendrán buenas ventas en esta ubicación.

“Tenemos toda la actitud. Estamos trabajando, hoy por hoy todos los compañeros. Estamos muy unidos y comprometidos a entregar un mejor servicio, una mejor atención y sobre todo unos mejores precios.

“Estamos muy confiados y esperando a todo el público que habitualmente nos acompañaba en el tianguis dominical a que venga a visitarnos a Plaza de las Américas”, expresa.

Enrique Rangel agrega que han tenido acercamiento amistoso con los locatarios de Plaza de las Américas, teniendo un buen trato, viendo al tianguis, desde su punto de vista, como una relación positiva, donde todos se verán beneficiados.

“Tenemos una buena comunicación. Ellos le apuestan al ganar-ganar, al igual que a nosotros. Si a ellos les va bien, a nosotros también nos va de la mejor manera”, subraya, al tiempo que invita a los clientes que acudan a su nueva sede temporal.

Conforme avanza la mañana los clientes comienzan a llegar. La mayoría de los puestos ya están instalados y los comerciantes están listos para recibirles.

Una diferencia notoria en esta nueva ubicación es el espacio que hay entre los puestos y los pasillos mismos. Los espacios para caminar para los clientes son más generosos que cuando estaban en el estacionamiento del mercado de “La Cruz”.

Mientras, la misma mujer de mediana edad que desaprueba la instalación del tianguis, y quien prefiere el anonimato, indica que es deprimente ver “Esos plásticos en una plaza tan tradicional de Querétaro. No es natural”. Tal vez no sea la única persona que piensa así.

Transcurre el día y los clientes se multiplican. Son aquellos que devotamente cada ocho días acuden a almorzar tacos de cecina, de chorizo, que van a comprar gorditas de nata, una nieve, un tejuino, o algún otro antojito tradicional.

También hay quienes van a comprar un par de tenis, un pantalón, una chamarra, una camiseta, o que sencillamente van a pasear y ver los productos que los comerciantes ofrecen, para ver qué pueden comprar.

Dentro de la plaza los pasillos también se comienzan a llenar de clientes que caminan por los pasillos y ven los aparadores. La mayoría de los negocios instalados en la plaza tienen su contraparte en el tianguis.

Por ejemplo, en un pasillo de la plaza se ubica un local que ofrece lencería. En el tianguis, a menos de 15 metros, hay un puesto que ofrece también este tipo de productos, aunque la calidad y el precio son distintos.

Tianguistas y locatarios establecidos compartirán un día a la semana el mismo espacio, y quizá los mismos clientes. Unos y otros ya son parte de las costumbres queretanas. Unos, con un tianguis tradicional con cuatro décadas de existencia. Los otros, en una plaza con el mismo tiempo de existencia.

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