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Ricardo Renero, abogado especialista en marcas, patentes y derechos de autor, investigó y descubrió que a su mamá, en una institución de salud privada, le suministraron un medicamento apócrifo como parte del tratamiento que lleva contra el cáncer de mama.
Él ya presentó una denuncia ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), además busca que la Fiscalía General del Estado (FGE) inicie un proceso penal en contra del hospital por los delitos de fraude y homicidio en grado de tentativa, debido a que los medicamentos falsificados pueden provocar envenenamiento, convulsiones y daños al corazón y al hígado, entre otras cosas.
Con impotencia y coraje, narra que hace año y medio su mamá inició con un problema de salud, “le detectaron cáncer de mama y la aseguradora con la que estamos nos mandó a un hospital para que le dieran el servicio de quimioterapias y también le suministraron dos medicamentos”.
Dicha institución médica es el Centro Oncológico de Querétaro, el cual en su página de internet menciona que es un hospital privado, con 32 años de experiencia y que cuenta con “los mejores médicos oncólogos y equipos para la detección de cáncer en cualquiera de sus etapas”.
Ricardo refiere que cuando canalizaron a su mamá al citado hospital su familia tenía ciertas reservas sobre la calidad de servicio que ahí ofrecen.
“Hicimos a un lado [las dudas sobre el hospital], y mi madre siguió con el tratamiento de quimioterapias, además le suministraron dos medicamentos, uno de ellos es trastuzumab, una sustancia que se inyecta”, dice.
Ricardo cuenta que Cofepris emitió en diciembre de 2021 una alerta para el trastuzumab, que comercialmente se llama herceptin por el laboratorio Roche, debido a que lo estaban falsificando “y es uno de los medicamentos que le estaban suministrando a mi madre”.
Refiere que cuando Cofepris emitió su alerta sanitaria del herceptin, en el hospital se negaron a informar sobre el número de lote, identificación de la caja y la etiqueta, “aunque el director del Centro Oncológico nos pidió que confiáramos en él pues ellos no hacen trampa con los medicamentos y hasta ahí todo iba bien”.
Semanas después, a principios de marzo de este año, dice que le aplicaron un nuevo medicamento a su mama: pertuzumab, registrado por Roche con el nombre de perjeta.
Agrega que con la aplicación de dicho medicamento su mamá se sintió mal, “pues empezó a padecer frío y mareos, entre otros síntomas que nunca había tenido”.
En ese momento, agrega, le pidió a su madre que le enseñara la caja del medicamento y se descubrió que no cumplía con la norma del etiquetado, debido a que las especificaciones de la caja vienen en inglés y con una mal impresión, además de que sus sellos vienen movidos, a lo cual se suma que el laboratorio distribuidor, Genentech, filial de Roche, únicamente tiene autorizado comercializar en Estados Unidos.
Ante esas inconsistencias del medicamento, una de las enfermeras les comentó que el hospital había identificado medicamento falsificado del perjeta.
“Lo echaron para atrás y por eso lo importaron, pero lo que yo observo es que no hay una autorización de aduanas con los registros de patente y sanitario, situación que es un requisito indispensable que pide Cofepris, por lo cual tengo la certeza de que es un medicamento falsificado”, añade el abogado.
En su investigación, Ricardo descubrió que Roche es el único laboratorio autorizado para distribuir en México el perjeta, cuyo precio mínimo en una farmacia es de 45 mil pesos: “es un medicamento que inhibe el crecimiento de células cancerosas. Es un fármaco que se inyecta, es intravenoso y cada dosis, que vale 45 mil pesos, tiene un efecto para tres semanas en el organismo”.
Gracias a sus contactos, Ricardo llegó al del laboratorio.
“Ellos me dijeron que el lote de la caja de este medicamento no corresponde con ningún producto fabricado por Roche ni de sus filiales en el mundo, por lo cual se asume que el medicamento es falsificado”, dice.
Por este hecho, presume que se suministró a su madre un medicamento falso contra el cáncer de mama, por lo cual levantó una denuncia ante la Cofepris, “y esperamos que en los siguientes días se resuelva”.
Agrega que la FGE no le recibió la denuncia penal, por el hecho de que la víctima no perdió la vida o algún órgano, “aunque nos precisaron que si Cofepris resuelve a nuestro favor sí levantarán la denuncia por fraude y homicidio en grado de tentativa y lo que resulte”.
En caso de que Cofepris compruebe que dicho medicamento es falsificado, destaca que se tendrá que imponer un proceso de sanción en contra del Centro Oncológico, que podría llevar incluso a la clausura.
“Todas las farmacias y clínicas tienen la obligación de revisar que todas las sustancias que utilizan sean de procedencia legal y si no cumplen con eso, naturalmente que se tienen que iniciar acciones administrativas y penales en contra de quien es el responsable sanitario”, expone.
Refiere que el Centro Oncológico les da un servicio debido a que tienen un seguro de gastos médicos, “la aseguradora nos canaliza con este hospital para que le den cada tres semanas las quimioterapias y los medicamentos a mi mama y la aseguradora es la que le paga al hospital, quien en pocas palabras es un proveedor de la aseguradora”.
