Paula Santos Ramírez muestra un paquete de útiles escolares listo para entregarse. Ella los forró, como parte de la atención que debe de brindar para lograr mayores ventas en su papelería durante esta temporada que en teoría tendría que ser buena para este sector, pero que por el aumento de precios en los productos, la crisis económica, competencia de cadenas papeleras e incluso programas asistenciales, impiden que las ventas despeguen.
“La economía no está para comprar cuadernos nuevos”, dice Paula.
La papelería de Paula se ubica en la colonia Niños Héroes, que está rodeada de muchas escuelas, tanto públicas como privadas, pero aún así, las ventas luego de los años de la emergencia sanitaria por el Covid-19 no se han terminado de recuperar, pero ahora por razones diferentes.
“Papel, plástico, todo lo derivado del petróleo subió mucho en los últimos tiempos. Es una barbaridad lo que han subido las cosas. Nosotros dejamos de manejar el plástico cristal por lo caro. Antes dábamos el metro a 20 pesos, 25 pesos y la gente renegaba mucho. El rollo me salía mil 600 pesos. Ahora está en cuatro mil 600 pesos. Sale en 65, 70 pesos el metro. Nadie lo paga. Es una locura”.
Además de los precios altos y que su papelería se ubica en una colonia rodeada de escuelas, pero habitada principalmente por adultos mayores, dice que las obras del 5 de Febrero afectan sus ventas.
“Venimos de una pandemia, que fueron casi tres años sin venta, porque esta es zona de escuelas, pero no hay niños, es una colonia de adultos mayores. Entonces, si no hay niños, nadie compra. Si no hay clases, no hay nada [de ventas]. Hasta un día que suspendan clases nos afecta”.
Han sido tiempos complejos, dice, pues también cuando la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) había regresado a clases hubo un paro de casi un mes. Luego, la obra en 5 de Febrero y ahora las autoridades repartirán útiles, afectando la economía de los papeleros.
“Nos cansamos de recolectar firmas de los compañeros, llevamos oficios [a las autoridades del estado y a la USEBEQ] que no queremos que nos den dinero, queremos que vuelvan a clases y que el gobierno haga como en otras administraciones, que daban vales. Todas las papelerías del estado ganábamos porque en todos lados hay niños. Compraban y canjeaban el vale. No mucho, pero todos vendíamos. Ahora les dan útiles. Ya no nos compran más que un sacapuntas, un lápiz, los colores que perdió”, indica Paula.
También detalla que en otros años surtía más listas. Este año, por las políticas de las escuelas y programas asistenciales, no ha sido posible.
“Antes se vendía bien con las escuelas de gobierno. En las oficiales, este año no he surtido ninguna lista oficial porque están esperando que les den el paquete de útiles, y ya nada más comprarían el suplemento, que son láminas que no vienen, un cuaderno de cuadro chico que no viene, muy poco.
En las particulares a veces se avientan la puntada de mandar a imprimir con su logotipo, con todas sus hojas y les venden el paquete completo, y nada somos del papel lustre, de una mica. El año pasado surtí como seis listas, en algunas eran sólo complementos y eran 500, 600 pesos. Una lista más o menos completa, [este año] es de mil 200 pesos”.
En otros casos, comenta, los padres de familia deciden reciclar artículos.
Las ventas —precisa— en lugar de aumentar disminuyen, en parte porque en algunas escuelas piden menos útiles.
José Álvarez, esposo de Paula, también atiende una papelería en la zona; aunque, la mujer explica que ante las malas ventas están pensando en cerrar un negocio.
José dice que los precios de los productos, principalmente cuadernos, han subido alrededor de 5% al mes, aumentando de precio de manera constante durante el último año. En algunas veces, las menos, ha presentado un ligero descenso.
En general todos los productos han subido, pero en donde más lo resiente la clientela es en los cuadernos, las plumas y los colores, que estos días presentan un aumento de ventas.
Dice que un cuaderno profesional de 100 hojas cuesta, el más económico, 35 pesos. El más caro puede alcanzar los 300 pesos, siendo importado, de pasta dura y de doble espiral.
“Se supone que está será una buena temporada. Hemos surtido algunas listas, no muchas, pero sí se han surtido, sobre todo con las particulares. Con las oficiales va a empezar el lunes [28 de agosto]. Esperamos que sea una buena temporada. Este va a ser, después de la pandemia, el primer año regular. Los anteriores años habían sido híbridos”.
Otra situación que los perjudica es que en las cadenas papeleras compran por volumen y aceptan tarjetas de crédito y para los padres es más sencillo pagar a crédito, añade.