El cielo cerrado y a punto de llover se cierne sobre los familiares de quienes al partir de este mundo decidieron donar sus órganos para que otros pudieran seguir vivos.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) honra su acto de generosidad, en el Día Nacional de Donación de Órganos y Tejidos con fines de trasplante, con la siembra de un árbol y un reconocimiento que reciben los parientes de los héroes que ya no están, al menos en este plano de la existencia.
Los familiares de quienes dejaron este mundo, aunque no del todo, se reúnen en un pequeño prado a un costado del hospital general del ISSSTE, para recordar a sus seres queridos.
Unos llegan varios minutos antes de las 10:30 de la mañana, hora de la cita. Otros llegan puntuales. El personal médico y muchos de los familiares visten de verde, el color utilizado para conmemorar el día.
La voz de Yunuen Jenitzi Verdi Osornio se quiebra cuando recuerda a su padre, Joel Óscar René Verdi Esquivel, quien fue donador. Señala que en un inicio el proceso de donación fue un poco complicado, en lo personal, aunque después fue una experiencia bonita, pues piensa en que sus órganos estarán en otras personas.
La herida aún está abierta. El padre de Yunuen falleció hace tres meses por várices en el esófago. Donó retina, hueso y piel. La voz de la joven mujer se quiebra mientras habla, pero hace un esfuerzo para continuar. Sus ojos se llenan de lágrimas. Recuerda que don Joel había expresado tiempo atrás que quería ser donador de órganos.
“Era muy alegre. Una persona muy feliz y muy optimista. Era maestro en la secundaria Ricardo Flores Magón”, abunda.
Comenta que como familia, tomar la decisión de donar los órganos de Joel fue complicado, pues “ya no iba a estar completo de alguna forma, pero al final la tomamos bien y pensando que iba a poder ayudar a otras personas”.
Yunuen hizo un llamado a quienes tienen la oportunidad de ser donadoras, que lo hagan, porque de esa manera pueden ayudar a muchas personas.
Lorena Olguín, ama de casa, acude con sus familiares. María del Carmen Lozano Bocanegra, su madre, fue donadora de órganos. Falleció el pasado 24 de mayo, a los 62 años, por complicaciones por la diabetes.
Señala que su madre siempre expresó su deseo de ser donadora de órganos. El proceso, dice Lorena, no fue difícil, pues su madre siempre quiso que así fuera cuando ella dejara este plano existencial.
A la fecha, reconoce Lorena, es difícil la ausencia de su madre. “Es duro no tenerla, porque se fue de una hora para otra. Realmente no estaba enferma. Fue de un momento a otro que se interna a medianoche y no salió. Fue muy doloroso porque no nos dio tiempo, fue algo inesperado, fue repentino y no nos dio tiempo de despedirnos, de estar con ella”, dice con voz entrecortada.
Su mamá, recuerda Lorena, era una mujer alegre, amorosa, que siempre trataba de ayudar a la gente, siempre estaba al pendiente de las necesidades de sus familiares. En parte por la religión cristiana que profesó en vida.
Lorena cree que en donde se encuentre su mamá en este momento, está contenta, porque al final de cuentas se hizo lo que quería en vida: ser donadora y ver a su familia unida.
Durante la ceremonia, el director del Hospital General del ISSSTE en Querétaro, Salim Kuri Ayala, señala el día significativo, pues se rinde un homenaje sincero y “lleno de gratitud a quienes, en un acto de infinita generosidad, han dado la vida después de la vida. En este espacio de reflexión y amor reconocemos a nuestros héroes, los donantes de órganos y tejidos. Seres humanos que en su partida no sólo dejaron huella en los corazones de sus seres queridos, sino que ofrecieron la oportunidad de renacer a otros, regalando esperanza y una nueva oportunidad de vida”.
Añade que la donación no sólo es un acto médico, es un acto humano, una manifestación de amor incondicional que trasciende fronteras, cuerpos y tiempos.
El coordinador de Donación de Órganos y Tejido del mismo nosocomio, Juan Arreola Luna, menciona que la ceremonia es un homenaje póstumo a las personas que donaron órganos o tejidos que sirven para salvar la vida de otras personas con enfermedades crónicas o terminales.
“Expresamos nuestra profunda gratitud a todos y cada uno de los familiares de los donantes fallecidos. Por este gran acto voluntario, humanitario, solidario, altruista y sin fines de lucro de demostración de amor a sus semejantes, al tomar la importante y muchas veces difícil decisión de decir ‘sí’ a la donación, en este momento de gran dolor, por la pérdida de su ser querido”, subraya.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro realiza también una ceremonia con el fin de agradecer y reconocer a las familias de los donadores, que durante 2023 y 2024 otorgaron una segunda oportunidad de vida a pacientes en lista de espera.
Fueron 32 familias que dijeron “sí” a la donación y que se dieron cita en la Unidad Deportiva del IMSS en Querétaro para recordar a sus seres queridos, quienes en vida manifestaron su deseo de donar sus órganos.
En lo que va de 2024, en el Hospital General Regional (HGR) Número 1 del IMSS, en Querétaro, se han realizado 70 procuraciones, de las cuales, cinco han sido multiorgánicas y 65 de córnea, permitiendo así beneficiar a más personas para mejorar su calidad de vida.