El sismo de 7.7 de este lunes 19 de septiembre que tuvo su epicentro en Coalcomán, Michoacán, se sintió en Querétaro, pero no hubo afectaciones, únicamente se captaron llamadas de emergencia de la población.
Lo anterior lo dio a conocer el coordinador de Protección Civil del Estado de Querétaro, Javier Amaya Torres: “en Querétaro no tenemos registro de alguna afectación, solamente llamadas de emergencia, mencionando que tembló”.
Agregó que como medida preventiva se evacuaron los edificio que albergan Palacio de Gobierno, el Querétaro Centro de Congresos y el Hospital General de Querétaro, para hacer revisión de los inmuebles, “para asegurar que estén en óptimas condiciones”.
En el caso de Palacio de Gobierno, dijo que la evacuación se hizo minutos después de que se realizó el macrosimulacro, correspondiente a la conmemoración del Día Nacional de Protección Civil.
Precisó que el temblor no se sintió con mucha intensidad en Querétaro “y repito, no hubo afectaciones”, aunque el sismo provocó crisis nerviosa en 36 personas que trabajan en el Corporativo Santander.
El sismo se dio “minutos después del macrosimulacro, entonces todas las áreas estaban activas; se recibieron llamadas de toda el área metropolitana, no se sintió con mucha intensidad y no hay afectaciones”.
Por separado, Protección Civil municipal dijo que en la capital del estado se evacuaron 34 inmuebles en donde había 34 mil 827 personas.
En el Centro Histórico se tuvo, dijo, un incidente en un inmueble de la calle de Juárez y Morelos, donde se reportó la caída de un elevador con saldo de una persona lesionada y el deceso de dos perros.
Además se valoraron 15 personas por crisis nerviosa o indicios de golpe de calor por la temperatura, sin embargo no se requirió el traslado de alguno de ellos a un hospital.
El movimiento telúrico de este 19 de septiembre fue el primero que experimentó Maricela, quien estaba en su trabajo en el Centro Cívico y que vio desde personas muy nerviosas, hasta otras que se tomaron en broma la actividad sísmica.
Narra que apenas a las 12:19 horas habían evacuado el edificio sede el gobierno del municipio de Querétaro, como parte del simulacro.
“Bajamos, hicimos todo el simulacro, habrá durado unos 15 minutos, luego nos tuvieron formados en filas de 10. Nos decían que tenían que hacer las revisiones de todas las estructuras y todo eso. Después nos dejaron subir, serían las 12:50.
“Apenas subimos, en mi caso, empecé a sentirme mareada, pero pensé que era porque me había comido un dulce.
“Fueron otras compañeras las que empezaron a decir que estaba temblando, hasta que un compañero dijo que estaba temblando y empezó a sacar a toda la gente”, narra.
Indica que en esta ocasión todo el personal del municipio bajó mucho más rápido que durante el simulacro. Cuando estaban llegando a la planta baja del edificio, añade, empezó a sonar la alerta sísmica.
Esta ocasión estuvieron mucho tiempo afuera del edificio, desde la hora del sismo, registrado a las 13:05 horas de este lunes, hasta las 14:41 horas.
En ese tiempo, dice Maricela, había gente que estaba asustada, principalmente aquellos originarios de la Ciudad de México y que vivieron otros sismos, pero la mayoría hacía bromas.
No sólo era el personal que trabaja en el Centro Cívico al que se evacuó, pues en el área de Atención Ciudadana también se encontraban personas que acudían a hacer un trámite, y quienes también fueron evacuadas por su seguridad, aunque en su caso, la preocupación era que habían perdido un día para hacer su encargo ante el gobierno capitalino.
Afuera del edificio, Maricela pudo ver a personas con bebés en brazos, que estaban preocupadas por la vuelta en balde que fueron a dar al Centro Cívico, pues tendrían que regresar al otro día. La mayoría de los ciudadanos decidieron retirarse, por considerar que ya no habría servicio, debido a la hora.
Dice que al ser su primera experiencia con un temblor no fue tan estresante como se la habían contado “algunos exagerados”, pues no lo sintió tan intenso, “no como me imaginaba que se sentía un temblor”.
Afuera del Centro Cívico, mientras esperaban para ingresar, los burócratas capitalinos mandaban mensajes a sus familiares, a sus amigos, o revisaban sus redes sociales para tener más información sobre lo que había ocurrido.
Otros platicaban entre sí, intercambiando ideas de lo ocurrido o bromeando que deberían de desaparecer el 19 de septiembre de los calendarios, tener el 18 y saltar hasta el 20, para evitar este tipo de sucesos.
La mayoría de trabajadores, cuando les permitieron el reingreso al edificio tras la revisión hecha por personal de Protección Civil y del Colegio de Arquitectos, tomaron sus cosas y dieron por concluida la jornada.
El tráfico en la ciudad de Querétaro después del sismo volvió a ser el habitual, como los padres de familia que iban a las escuelas por sus hijos, aunque lo hacían con tranquilidad, pues a través de mensajes o grupos de WhatsApp les informaron que no había percances mayores en los planteles locales y que, en algunos casos, el movimiento fue imperceptible.
En el Querétaro, donde nunca tiembla, en cinco años, en la misma fecha, un sismo sorprendió a sus habitantes, que con curiosidad y un poco de sorna experimentaron los movimientos telúricos que de vez en cuando se perciben en la entidad, sin que, por fortuna, dejara desgracias como en otros estados, donde incluso se pierden vidas humanas.