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Es cerca de la medianoche del domingo 11 de diciembre, se lleva a cabo la tradicional velación en la parroquia de San Miguel Arcángel, en Carrillo Puerto, cuando unas detonaciones sorprenden a todos y convierte el festejo en tragedia.
Aunque la vigilia se realiza en la zona frontal de la parroquia, en la parte de atrás se encuentra la pirotecnia que se utilizaría durante la noche, sin embargo, al parecer, un descuido hace que toda la pólvora explote en un mismo momento, causando daños en las criptas en ese punto, dejando muchas de ellas completamente rotas.
Los daños a las criptas es de las primeras noticias que corren entre los vecinos, quienes desde temprana hora se aglomeran al frente del templo (que permanece cerrado con llave), pidiendo informes sobre el estado que guardan los restos de sus familiares que ahí descansan.
Algunas personas detrás de la reja -quienes no se identifican- les aseguran que las criptas están bien y que los daños no fueron severos; de igual manera les afirman que se comunicarán con ellos en cuanto sean evaluado los daños.
Asimismo, les informan, a quienes pretenden ingresar a misa, que las actividades se reanudarán al mediodía, lo que se pudo comprobar al ver a la banda de música ingresar minutos después de las 10:00.
Pese a la información brindada por quienes atienden a la gente, basta con caminar hacia la parte de atrás del templo para ver que el daño a las criptas no fue menor, pues de una pared llena de éstas, se pueden contabilizar cerca de un centenar completamente rotas.
Doña Virginia es vecina de la parroquia y señala que ella se encontraba en su casa cuando escuchó la explosión, entonces salió corriendo a la calle y vio a la gente correr y gritar desesperada, también recuerda que es la segunda ocasión en que una tragedia como esta ocurre, aunque reconoce que la del domingo fue peor.
Relata que ella escuchó una explosión muy fuerte y comenzó a ver mucho humo, lo que la motivó a salir de su vivienda para encontrarse con decenas de fieles saliendo de la iglesia corriendo, con gritos y llanto.
“Como la casa de nosotros da para atrás, yo fui y estaban algunos cristales todos rotos, ya se escuchaba el ruido de las ambulancias. Vi una señora que estaba aquí afuera y me dijo que ‘fue horrible, que cuando vimos, todo se empezó a caer, cuando explotó, no sé qué fue lo que se deshizo que cayeron muchas cosas, luego se fue corriendo para allá atrás y todos los coches, todo, todo rompió’. Esa fue una bomba, eso fue una bomba lo que pasó”, afirma.
Otra de las vecinas es doña Margarita, ella sale molesta porque su casa tuvo daños: varias de las ventanas se quebraron y asegura que, en el caso de su vecina de atrás, una parte de techo del baño se desprendió tras la explosión.
Aunque... esas no son las únicas viviendas, pues alrededor de la parroquia se pueden ver varias casas con múltiples cristales rotos, otros cuarteados, mientras los dueños de las viviendas salen y se reúnen al exterior.
Todos los presentes hacen evidente su molestia, pues en el templo nadie les da informes sobre quién se hará responsable de los daños, además de asegurar que desde hace mucho tiempo se les ha pedido que deje de utilizarse pirotecnia en las celebraciones religiosas.
“Eran más o menos cinco para las 12 de la noche cuando salí a prender las luces de la calle y, al entrar, nada más dando unos pasitos, escuché unos tronidos espantosos y sentí que me empujaron, entonces comenzaron a tronarse los vidrios de mi puerta y tronaron los de mi cochera, aparte a los vecinos también les tronaron los vidrios y en la parte de atrás, a una persona le tiraron el techo de su baño, fue de las exposiciones”, declara.
Doña Margarita exige que se termine por completo el uso de la pirotecnia, porque además del smog que se respira, “es una tronadera todo el año y no nos dejan dormir”.
Aunque la encargada de la notaría parroquial, Gloria López, aseguró que la pirotecnia que se quemó fue ingresada por los propios feligreses, doña Margarita insiste en que es la propia parroquia la que contrata estos servicios.
“Cada año contratan a quien haga todo eso, los contratan los organizadores, no pueden hacer responsables a personas que no conocemos; necesitamos los nombres de los organizadores para que reparen los daños y que esto se termine. Por muy católicos que sean, deben de ver por el bienestar de sus hijos y sus nietos”, agregó.
Por su parte, el titular de la Dirección de Protección Civil Municipal, Francisco Ramirez Santana, detalla que el llamado a la línea de emergencias se dio a las 12:10 minutos de este lunes, aproximadamente, donde se atendieron a 13 personas, de las cuales, un hombre mayor de edad sufrió quemaduras graves en el 45% de su cuerpo, el único que requirió traslado a un hospital, mientras que, el resto, sólo recibió atención por aturdimiento, crisis nerviosas y el contacto con algunas esquirlas, aunque nada de ello puso en riesgo su vida.
Señala que el único permiso con el que contaban en la parroquia era para la quema de un castillo para la noche del día 12, misma que se prohibió tras lo ocurrido; sin embargo, para la quema de pirotecnia previa no se tenía permiso alguno.
“También se dio presencia la Secretaría de la Defensa Nacional, para tomar conocimiento de lo ocurrido.Durante la revisión se logró asegurar más artificios priotécnicos y se inició un procedimiento en contra de quienes tenían estos artificios”, explica.