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Ciudadanos mayores acuden a vacunarse contra la influenza y Covid-19. Algunos experimentan dudas sobre si aplicarse o no la del SARS CoV-2, pero el personal de salud llama a tener confianza en el biológico.
Las tres enfermeras que atienden el módulo en Plaza de Armas brindan información a quienes acuden a saber de la vacunación anual. Señalan que esta primera etapa es para adultos mayores de 60 años o personas con comorbilidades, como diabetes, enfermedades cardiacas, hipertensión, cáncer y VIH.
Una mujer se acerca a preguntar si aplican la vacuna contra la influenza. Recibe una respuesta afirmativa, por lo que de inmediato pide recibirla.
Se prepara. Descubre su brazo ante la enfermera que ya tiene en la mano la jeringa, mientras que en la otra tiene una torunda empapada en alcohol. La vacunación dura apenas unos segundos. La enfermera pregunta si quiere ser vacunada contra Covid-19. La mujer pregunta qué vacuna es. Recibe como respuesta que es la cubana Abdala. La mujer dice que no quiere ese biológico. Respetan su decisión. Sólo aplican la vacuna a quien lo desea.
Muchos ciudadanos desconfían de la vacuna cubana, aunque pocos pueden decir la razón. “La medicina cubana es de las mejores”, dice una de las enfermeras, quien explica que todas las vacunas son eficaces para atacar el virus SARS CoV-2.
Apenas en octubre pasado, la Secretaría de Salud informaba que habían arribado a México dos millones 851 mil dosis de la vacuna Abdala.
La misma dependencia federal adelantaba en su momento que estas dosis serían aplicadas a adultos mayores en la campaña de vacunación invernal.
Los momentos de relativa calma para el personal de Salud terminan. En menos de 15 minutos media docena de personas se acerca para ser vacunadas. Tres hombres llegan juntos. Dos de ellos reciben ambas vacunas. El otro prefiere “pasar”.
Una pareja de adultos mayores se acerca para preguntar para qué enfermedades son. Obtienen como respuesta que Covid e influenza. Deciden aplicarse ambas. El hombre pregunta si hay alguna contraindicación, pues se repone de un resfriado y estaba bajo tratamiento.
Le dicen que si ya cumplió con su tratamiento y está recuperado no hay problema . La primera en recibir el biológico es la mujer, quien afirma que no siente dolor. “Tiene buena mano”, le dice a la enfermera.
El hombre se descubre el hombro. Recibe la inyección y lanza un grito de dolor. “Sí duele”, dice a su esposa que sonríe ante la reacción de su esposo, quien susurra malas palabras.
Otro hombre se acerca a preguntar por las vacunas. Le responden que es para adultos mayores. Responde que tiene una comorbilidad. Es candidato a vacunarse. Duda en un inicio para aplicarse la de Covid, pero al final acepta.
“La falta de información sobre las vacunas hacen que la gente dude en aplicarse la de Covid, cuando son biológicos de calidad y que no están caducos, como se divulgó meses atrás”, comenta una enfermera.
Desde el 16 de octubre y hasta el 31 de marzo de 2024, la Secretaría de Salud, a través del Centro para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia), en coordinación con las instituciones del sector, llevan a cabo la Campaña Nacional de Vacunación contra la influenza y Covid-19 para la temporada invernal 2023-2024.
La meta es suministrar 54.6 millones de dosis, de las cuales 35.2 millones son contra influenza y 19.4 millones contra el SARS CoV-2, para disminuir el riesgo de hospitalizaciones.
El biológico contra influenza protege contra las formas graves atribuibles a los cuatro subtipos del virus que circulan: dos del tipo A y dos del tipo B. En tanto, para disminuir el riesgo de desarrollar las formas graves de Covid-19 se aplicarán las vacunas Abdala y Sputnik V, ambas con perfil de seguridad y eficacia y que cuentan con aprobación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Personas se acercan al módulo de vacunación para preguntar los horarios de atención y los días que estarán. Las enfermeras responden que están durante toda la semana y que no tiene costo alguno la aplicación.
La ciudadanía responde a la convocatoria, no como en años anteriores, en los cuales las filas eran largas, pero al final hay interés por inmunizarse. Lo principal es estar protegidos contra estas enfermedades.