“No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia”, es la frase favorita de don Alfredo Porras, quien lleva más de 28 años dedicándose a barrer las calles en el estado de Querétaro.
Originario de Corregidora, y con 69 años de edad, don Alfredo Porras Vega se levanta todos los días muy temprano para comenzar su jornada laboral. Él trabaja para el municipio de Corregidora como integrante del área Servicios Públicos, específicamente es el encargado de barrer y juntar la basura del quiosco de El Pueblito, del Templo de San Francisco Galileo y de la calle Francisco I. Madero, es decir, desde el mercado municipal de El Pueblito en adelante.
Su horario laboral comienza a las 6 de la mañana; sin embargo, opta por comenzar a barrer desde las 5:30 horas, ya que por la dinámica y horarios del mercado ya hay carros estacionados en la calle a las 6 de la mañana, lo que no le permite barrer bien, por lo que, dice, prefiere comenzar a barrer más temprano para que las calles queden bien limpias y no afectar las actividades de los locatarios del complejo comercial.
Don Alfredo estudió hasta primero de primaria y desde niño comenzó a trabajar como agricultor, pero con la intención de encontrar un mejor trabajo y una mejor calidad de vida comenzó a trabajar como barrendero en el municipio de Querétaro, su área de trabajo eran los alrededores del Templo de la Cruz y fue dos años después que logró comenzar a trabajar ya en el municipio de Corregidora.
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Se dice muy orgulloso del trabajo que tiene, ya que afirma que el barrer las calles es una actividad muy noble que le permite contribuir de alguna manera al bienestar de su comunidad. A pesar de que se ha topado con gente un tanto grosera que le tira la basura al piso deliberadamente, o que menosprecia su labor, él afirma que a eso no le toma importancia, ya que el saber que gracias a él la gente puede caminar en calles limpias o sentarse en jardineras sin basura es algo que lo hace sentir orgullo.
“Me gusta todo de mi trabajo, yo lo que quiero es que la gente mire limpio y a mí me gusta ver limpio porque si yo miro sucio me siento presionado y comienzo a pensar cómo le haré para tener todo limpio y dejarlo como yo quiero”, expresó.
Don Alfredo se dedica a barrer y juntar la basura de su área a detalle. Acompañado de su carrito recolector y algunas escobas, él junta todo tipo de residuo que observa tirado en el piso o jardineras, y explicó que son los días lunes cuando más basura recolecta, ya que esta se acumula de todo el fin de semana.
Precisó que mientras de martes a viernes llena entre tres o cuatro bolsas de basura de tamaño jumbo al día, los días lunes llena entre 13 y 14 bolsas, incluso ha habido lunes donde ha logrado llenar 18 bolsas jumbo.
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Mencionó que al menos en su área, gran parte de la población tiene la cultura de juntar su basura y depositarla en el bote; sin embargo, recalcó la importancia que tiene que la gente siga promoviendo este valor para que cada día sean menos las personas que dejan tirados los residuos en la vía pública.
Con lluvia, frío o calor, Alfredo comienza a trabajar todos los días antes de que el sol salga, pero señala que la temporada de lluvia es la más complicada para barrer, ya que con el agua la basura “ se pega al piso”, lo que hace que se tarde hasta tres veces más de tiempo en barrer el mismo espacio, además que provoca que la escoba se desgaste mucho más rápido.
Para don Alfredo el truco para mantener los espacios limpios, además del detalle y precisión que él le pone a su trabajo, es tener una buena escoba, ya que sin esta herramienta simplemente no podría realizar su trabajo.
Explicó que para barrer las calles o grandes espacios con diferentes tipos de piso la mejor escoba para hacerlo es de carrizo o la de “palitos” como algunas personas la conocen, ya que las convencionales de plástico están diseñadas para barrer espacios más pequeños y con un tipo de piso uniforme.
Indicó que con este tipo de utensilios se puede barrer desde tierra, empedrado o asfalto, además por su tamaño logra terminar más rápido espacios grandes.
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Manifestó que el gobierno municipal de Corregidora le brinda a él y a todos sus compañeros el equipo y uniforme necesario para poder desempeñar su trabajo; no obstante, con tantos años dedicándose a esta labor, él ya aprendió a construir las escobas de “palitos”, y para ello mencionó que sólo se necesita un palo de madera, alambre, y unos tres puños grandes de varitas de madera de aproximadamente 50 centímetros cada una.
“Nosotros cambiamos muy rápido de escoba porque se quiebran las ramitas, la meto a barrer todo lo que le digo que me toca y meto sólo una escoba y si la use ayer ya para ahorita quizá tenga que cambiar a otra”.
Finalmente, el entrevistado llamó a la población a hacer conciencia sobre la importancia de no tirar basura en la vía pública para evitar contaminar el ambiente y para entre todos lograr tener calles dignas y limpias para toda la población.
“Entre todos hay que mantener limpio, hay que ayudar a ver nuestro pueblo limpio”, concluyó.