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Grandes páginas de la historia de Querétaro aquí se escribieron con los primeros pobladores, pero también cuna del desarrollo económico del municipio de Querétaro; estamos hablando de Hércules, un poblado enclavado en una cañada que si bien la modernidad ha llevado a estar rodeado de grandes desarrollos inmobiliarios, ha logrado arraigar en sus generaciones las costumbres y tradiciones.
Localizado a unos minutos del Centro Histórico de la capital queretana, la también “Hermana República de Hércules” albergó la primera fábrica del estado, El Hércules, del ramo textil que inició operaciones el 15 de agosto de 1846 y fundada por Cayetano Rubio, empresario originario de Cádiz en España, y junto con su familia también impulsor del legado religioso.
Desde su entrada a este lugar, cabecera de la delegación Cayetano Rubio, el ambiente que se respira es diferente, un vecindario que pese a su crecimiento y llegada de nuevos habitantes su gran mayoría sigue siendo gente nativa, pero también un pueblo que, a pesar de su riqueza histórica, sus habitantes lamentan el abandono.
Un lugar donde la principal actividad se encuentra en el comercio a menor escala, pequeñas misceláneas, fruterías y de verduras que se encargan de abastecer los insumos diarios.
De calles angostas, que no están ajenas a problemas de movilidad, pero que a propios y extraños invitan a recorrer y conocer sus barrios ya sea La Avenida, La Cuesta Colorada, 16 de Septiembre, La Laguna, además de La Purísima y la Peñita, 5 de Mayo, 2 de Abril, Tejas, además de La Estación y San José de Los Perales, éste de los primeros barrios habitados y que se encuentra en la zona límite con el municipio de El Marqués.
Un sitio que tiene como testigo el viejo inmueble de la fábrica textilera, el acueducto construido en 1836 con el propósito de surtir agua y generar la energía requerida para su operación. Esta obra se ubica en el callejón de Santiago.
Un acueducto de una longitud de dos kilómetros y dos metros de ancho, con capacidad y fuerza hidráulica necesaria para mover la turbina. Detalla Don José Guadalupe García en su libro Sindicato Textiles y Similares El Hércules, Centenario de su Fundación, editado en 2016.
Pero también está el teatro Martín Torres, que abrió sus puertas en marzo de 1950 para albergar las sesiones del sindicato de Trabajadores Textiles y Similares “El Hércules”, y años más tarde operó como sala de cine. O un viaje al pasado con la estación del tren convertida en biblioteca pública, y parte importante en la logística y comercialización de flores y frutas que en esta región se producían y que tenían como destino la Ciudad de México.
Un sitio que sigue registrando el paso de trenes de carga que movilizan mercancías y productos de industrias diversas.
Pero Hércules también es sede del Seminario Conciliar, sitio que en 1854 albergó a la segunda fábrica textilera La Purísima, propiedad de Cayetano Rubio y que previamente operó como molino de trigo.
Una comunidad que vivió sus años de bonanza a través de la fábrica textilera, al ser fuente de empleo no sólo para los habitantes de Hércules, La Cañada y la ciudad de Querétaro, sino de otras entidades vecinas a quienes por décadas enteras convocó a sus colaboradores al inicio diario de la jornada laboral con su clásico silbato que se hacía escuchar en el pueblo y más allá, y que ahora ha dado paso a actividades y negocios que han logrado voltear de nueva cuenta la mirada a Hércules.
La fábrica ha dejado atrás la elaboración de manta e hilo para atraer a visitantes a través de la cerveza artesanal y en fechas próximas estará abriendo sus puertas a un hotel.
De acuerdo con Felipe Alcántara Alonso, cronista delegacional, y José Guadalupe García Arvizu, historiador, Hércules es el sitio de mayor historia dentro del municipio de Querétaro.
Orígenes
A finales del siglo XVI, el lugar que actualmente ocupa la población de Hércules fue conocido como La Cañada por la ubicación geográfica. En este siglo estas tierras pertenecían a la familia Tapia a la muerte de Fernando de Tapia (Conín), 8 de febrero de 1571, su hijo Diego de Tapia heredó sus propiedades, cita José Guadalupe García.
Por su parte, Felipe Alcántara, destaca que Hércules junto con La Cañada representan la base del desarrollo social y humano de la ciudad de Querétaro, región donde se dieron los primeros asentamientos poblacionales en cuevas y un lugar rico en manantiales.
A la par se empiezan a construir pequeñas capillas de las cuales hoy se conserva la de La Trinidad, ubicada en el barrio 16 de Septiembre.
Pese al paso del tiempo, Hércules se sigue conservando como un pueblo. “A muchas generaciones de hoy en día no les gusta que le digan pueblo, sino colonias, pero esto sigue siendo un pueblo. A partir de la fábrica El Hércules nace esa separación de la región de La Cañada, esto en 1838 que se empieza su construcción y posterior operación y con ella el inicio del desarrollo económico y cuna de la industrialización de Querétaro”, señala Alcántara.
Raíces
Raíces, tradiciones y fe arraigada con veneración a la Virgen de la Purísima Concepción, que como cada año desde el 29 de noviembre al 8 de diciembre viste sus calles con los colores azul y blanco y una imagen de la virgen peregrina que acompañada de rezos y cantos se encarga de recorrer cada barrio.
Parte de esta fiesta religiosa es El Gallo, que se realiza la noche del 7 de diciembre en donde familias recorren los barrios con grandes figuras de gallos, farolas y estrellas elaboradas a base de papel de china blanco y azul y carrizos, y quienes acompañados de música en su paso por los barrios son recibidos con alimentos que ofrecen sus lugareños, para concluir ya en las primeras horas del 8 de diciembre con las mañanitas.
Sin dejar a un lado las interpretaciones musicales de mujeres y hombres que con los atuendos de china poblana y los hombres con jorongo y sombrero conforman El Ante.