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Corregidora, Qro.
Cubierto de pies a cabeza con equipo médico como overol de protección, guantes y cubrebocas, José Guadalupe Hernández sale todos los días de la comodidad de su hogar, para sanitizar parques, jardines, centros de salud y demás áreas públicas del municipio de Corregidora.
Él y su familia saben que el trabajo es arriesgado, pero también reconocen que su actividad laboral es de vital importancia, pues José Guadalupe forma parte de un equipo de trabajo de primera necesidad, que aporta grandes beneficios en temas de salud a toda la ciudadanía queretana.
Desde las primeras horas del día, él y otros nueve compañeros llegan al jardín principal en El Pueblito, junto al quiosco se colocan su equipo de protección; primero el overol, después el gorro para proteger el área de la cabeza y el cuello, finalmente el cubrebocas y guantes de látex.
En general es un equipo incómodo, que los baña en sudor pero los protege del Covid-19 que intentan eliminar con desinfectantes rociados a presión.
La planilla de 10 personas, se divide por secciones el jardín a sanitizar; todos quieren terminar pronto, así que se organizan y la actividad apenas dura unos 30 minutos.
En la plaza principal algunos comerciantes venden comida en pequeños carritos de latón; hay pocas personas en la zona y todos parecen acostumbrados a ver a estos hombres y sus uniformes de limpieza aunque, ciertamente, cuando uno los ve de cerca por primera vez, impresionan.
La gente en la plaza está tan acostumbrada a las jornadas de sanitización, que ni siquiera desalojan el sitio, sólo se mueven unos cuantos pasitos para que la brigada de limpieza pueda realizar su trabajo.
Algunos incluso piden que rocíen las llantas de sus puestos donde venden algún producto comestible.
Una vez que la sanitización concluye en el jardín principal, la brigada se prepara para trasladarse a otra área pública y realizar la misma actividad.
“Lo primero que hago es fijarme que no haya gente, sí hay algunas personas les pido que desalojen, este líquido no es tóxico, ni hace daño, nada más que igual tienen que desalojar el lugar durante media hora. Cuando llegamos al lugar ahí mismo nos cambiamos, los trajes son térmicos y son muy calientes, termino bañado en calor, por eso nos colocamos los informes antes de iniciar la actividad”, comenta José.
Labor esencial
Todos los integrantes de esta planilla de sanitización forman parte del área de mantenimiento del gobierno municipal de Corregidora. Antes de la contingencia sanitaria por el Covid-19, ya se encargaban de fumigar, quitar maleza de los baldíos, resolver problemas eléctricos en las oficinas municipales e impermeabilizar los edificios públicos. Para realizar dichas actividades de sanitización, todos recibieron una capacitación de parte la Secretaría de Salud sobre cómo funciona el Covid-19 y cuáles son las técnicas correctas para trabajar en espacios públicos, cómo colocarse correctamente el equipo de protección, así como los componentes del líquido sanitizante a base de agua y distintas sales, no es tóxico, pero tiene la capacidad de eliminar el 100% de virus y bacterias que se encuentren en cualquier superficie.
El equipo trabaja con dos tipos de bombas, algunas son manuales y otras automáticas, estas últimas expulsan el líquido a presión. La sanitización se refuerza en los lugares en donde las personas tengan más contacto, por ejemplo bancas, jardineras y botes de basura.
José Guadalupe es de los primeros en terminar su labor el área que le fue asignada. Él comparte, en exclusiva para EL UNIVERSAL Querétaro, que se siente muy orgulloso de realizar su trabajo, pues sabe que está limpiando la ciudad donde viven él y su familia.
“Cuando realizo mi trabajo sí siento que estoy muy bien protegido, me siento contento porque estoy apoyando a la sociedad, estoy limpiando la ciudad en donde vivo y donde vive mi familia, me da gusto hacer esto. Ellos también están contentos con el trabajo que yo realizo, siempre estoy haciendo algo por la ciudad. En estos días estamos sanitizando, pero antes de esto yo me encargo de quitar maleza, impermeabilizar, hago plomería, trabajos de electricista; siempre hago mi trabajo con mucho gusto”, relata.
José Guadalupe se toma su trabajo muy enserio, y las medidas de protección al momento de sanitizar los espacios públicos también los lleva a su hogar, para proteger a su familia y amigos. Siempre usa cubrebocas, evita el saludo de mano, procura el estornudo de etiqueta y usa gel antibacterial.
A las personas que tienen la posibilidad de quedarse y trabajar en casa, sin exponer su salud, José Guadalupe les pide tomarse las cosas en serio, pensar en los demás, y acatar las recomendaciones de autoridades de salud.
“Yo le pediría a la gente hacer caso a las recomendaciones de seguridad, tampoco caer en pánico y preocuparse de más, pero sí estar atento, hacer las acciones que nos piden las autoridades; mucha gente sale como si nada estuviera pasando, creen que son vacaciones y ese no es el caso, se trata de evitar riesgos y que se expanda esto; si todos hacemos esas recomendaciones es difícil que nos contagiemos, pero si no lo tomamos en serio, estaremos en riesgo”, finaliza.