El equipo de Gallos Smiling termina su entrenamiento en el Centro Gallo de Alto Rendimiento (Cegar). Hace unas semanas el equipo conformado por jugadores con síndrome de Down logró el subcampeonato en el torneo T21 Futbol 5 Down, que se llevó a cabo en Guadalajara, Jalisco, y ya vuelven a la actividad, preparándose para los compromisos que tiene el equipo en puerta.
Ángel Isaac Cerón Barajas,El Capi, y Carlos Alejandro Espejel Sosa, caminan hacia las gradas de una de las canchas del Cegar. El aire frío cala, pero para ellos, quienes acaban de entrenar, casi es imperceptible. Se sientan y observan la cancha donde jugadores de otra categoría entrenan y practican algunos disparos.
Carlos, el goleador, explica que desde hace 10 años practica el futbol, un sueño que concreta desde los ocho años de edad, y en el cual quiere hacer una carrera. Dice que después del torneo de Guadalajara, donde lograron el subcampeonato, tienen en puerta otro certamen en Cancún, Quintana Roo.
Dice que dentro de la cancha disfrutan mucho el juego, sin regaños, sin estresarse, disfrutando del futbol de la manera más pura, entre amigos, pues, destaca Carlos, todos son amigos y se tratan bien unos a otros.
Recuerda que se enteró de Gallos Smiling gracias a la mamá de El Capi, quien le dijo que se inscribiera en el plantel para que pudieran jugar juntos.
Destaca el papel del entrenador Luis Mariano López Medinda: “para mí son mis maestros y quiero que me entrenen bien, para ser un buen deportista al 100. Esta es una escuela para mí. Son mis maestros”.
El Capi, por su parte, coincide con Carlos. Además, trabaja en una empresa donde es jefe del área de lavandería, conjugando su actividad deportiva con la productiva.
Rosa María Barajas, madre de El Capi, narra que Ángel Isaac es amigo del portero y lo invitó a participar en el club.
“Además, él ya traía escuela de futbol, porque todos mis hijos han jugado futbol, y de mi papá, fue jugador de los Gallos Blancos en 1958, Roberto Barajas El Guti.
Llegó de Guadalajara a integrarse el equipo de Gallos, y de ahí empezó la pasión por el futbol y de ahí para adelante. Ahora está muy contento en este equipo”, dice.
Dice que juega en Gallos desde hace tres años, y ha sido un parteaguas el deporte, porque les ha ayudado, no sólo a él, sino a todos los chicos, a desarrollar su autoestima. Son muchos aspectos emocionales y también de conocimiento, pues deben aprender a ser tolerantes, ser empáticos, el compañerismo, el respeto, son cosas que conllevan estar en un equipo.
Por su parte, Mariano, fundador y director deportivo de Gallos Smiling, señala que este proyecto comenzó hace tres años. “Empecé entrenando en el Querétaro 2000 con seis jugadores que querían tener un equipo de futbol y se nos ocurrió, con la ayuda de la cafetería Manos cafeteras, empezamos a formar el equipo de discapacidad intelectual y síndrome de Down”, recuerda.
Dice que en un inicio a las dificultades que se enfrentaron fue a la falta de espacios, pues no había canchas. Este es un proyecto por el cual no se cobra y no tenía recursos.
Era sólo pedir espacios con canchas. Cuando les dieron espacio en el Querétaro 2000 les dieron la cancha más chica, porque se pensaba que el proyecto no iba a crecer mucho.
“Llegó un momento en el que no cabíamos en esas canchas y ahí empezó el peregrinar de buscar canchas para poder entrenar. Eso fue lo más difícil: encontrar canchas para que ellos pudieran entrenar”, narra.
Actualmente, entrenan en El Pueblito, en las canchas Soccer green, en Aquanobell, todos los jueves, viernes y sábado.
Los jueves enrtrenan desde las cuatro de la tarde hasta las siete de la noche. Los viernes entrena el equipo femenil de discapacidad intelectual, de cinco a seis. Son dos los equipos femeniles con los que cuentan, uno se encuentra en Corregidora y el otro en Amealco.
De los seis jugadores con los que empezaron, a tres años de iniciado el proyecto deportivo, en seis municipios ya tienen más de 200 chicas y chicos que juegan futbol.
Además están en pláticas para llevar el proyecto a Toluca, Estado de México, y a San Luis Potosí. En Querétaro tienen presencia en Amealco de Bonfil, San Juan del Río, Tequisquiapan, Ezequiel Montes, Querétaro y Corregidora.
Este año fue la primera ocasión que fueron invitados al torneo de futdown, en Guadalajara, a donde lograron el subcampeonato.
Mariano agrega que la práctica de un deporte de conjunto para chicos con este tipo de condición es esencial. “La relación social para ellos es bien importante. Ellos, por su naturaleza, siempre les ponen deportes individuales. Muchos de nuestros paralímpicos brillan mucho en natación, en clavados, gimnasia, atletismo, pero nunca en un deporte de conjunto”.