Deborah Oliveros Braniff, doctora en ciencias matemáticas e investigadora en el Instituto de Matemáticas de la UNAM Campus Juriquilla, invita a jugar con su materia de estudio.

“El trabajo del matemático es muy creativo. Tiene mucho que ver con la base que le da estructura a muchas de las ciencias o a todas”, afirma.

De voz tranquila, Deborah explica que las matemáticas son mal entendidas, pues la mayoría de las personas creen que son complicadas o que no están hechos para ellas.

La experta saca un par de juegos de mesa. Uno es un sudoku de colores, cuyo propósito es colocar las fichas de colores sin que se repitan en ciertas áreas del tablero. El nivel de complicación aumenta con las figuras geométricas en el tablero, pues no se pueden repetir las fichas de un mismo color.

Otro juego es las Torres de Hanói, consistente en pasar discos de diferentes tamaños a través de tres postes, pero sin que un disco chico quede abajo de uno grande. Éste es un rompecabezas matemático. También se hacen matemáticas sin darse cuenta.

“Yo lo que hago, como matemática, es jugar con estructuras tratando de hacer preguntas nuevas. Soy geómetra, y en particular a una rama de la geometría que se llama discreta, donde tratamos de investigar estructuras, usualmente de puntos o estructuras geométricas para entender algunos patrones.

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Por ejemplo, en la naturaleza, los panales de las abejas tienen cierta forma. Intrínsecamente nos preguntamos por qué no hay otra forma, por qué no hacen cuadrados en vez de hexágonos u otras figuras geométricas. O por qué las arañas usan estas estructuras, las flores. Esas son preguntas geométricas muy básicas”, indica.

Muchas de las cosas usadas hoy en día son cosas que algún matemático probó hace años.

Hay también matemáticos aplicados que toman las herramientas probadas ya por los matemáticos puros, para ciertos usos y necesidades.

Lo que conlleva el cambio climático, las lluvias torrenciales que suelen registrarse en lugares donde no llovía con esa intensidad, como en España, en meses pasados, o en Florencia en días recientes, son predichas por los modelos de los matemáticos, sólo por poner un ejemplo.

El instituto de Matemáticas es un centro de investigación perteneciente a la UNAM y la principal labor es la investigación, la docencia y la divulgación de la ciencia, explica Deborah e indica que actualmente ingresar al mismo es complicado.

“Hay muy pocas posiciones académicas, hay pocos recursos para contratar a jóvenes. Entonces ser investigador, no sólo en matemáticas, en todos los institutos de investigación es muy complicado conseguir una posición. Sí, las hay, pero tienes que estar en el momento adecuado en el lugar adecuado, con un buen currículum para que te contraten, pero es difícil en general”, precisa.

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Comenta que hay gente que piensa que los matemáticos no son importantes porque no están haciendo cosas que el país necesita, porque hay muchas problemáticas urgentes, entonces hacer cosas que a lo mejor se aplican en 100 años no es tan importante, abunda.

“Pero eso pasa en todos los institutos de investigación. No hay muchos trabajos. Hay otras universidades que se las ven difícil. En matemáticas, a nivel mundial, no está tan fácil como matemático puro. Como matemático aplicado sí hay más oportunidades en la industria, en otras áreas”, precisa.

La especialista reflexiona sus palabras por unos segundos. Luego dice que las matemáticas son el sustento de todas las ciencias. No se imagina a la humanidad sin ellas, desde sus orígenes, asevera, la humanidad ha sido curiosa y creativa.

Muestra de ello son los niños más chicos, que pueden jugar con las matemáticas y les encantan, luego, con los años de educación, los maestros “los empiezan a descomponer y llega un momento en el que no les gustan nada y luego hasta las odian y se vuelven de los temas más odiados en casi todas las escuelas y que al 90% de los niños no les guste”.

Las matemáticas son de practicar mucho, abunda. “Es cosa de paciencia, de ir poco a poco. Si los maestros no lo entienden y van a regañar porque no te salió el ejercicio y no te hace sentido, te vas a frustrar. Todas las ramas del conocimiento requieren de mucho esfuerzo, todas, pero desafortunadamente las matemáticas en particular requieren de ser muy tezonudo, y volver a intentar y volver a intentar. El problema es que si en quinto grado de primaria no supiste los quebrados, no se entenderán”.

Deborah agrega que para luchar contra la fobia a las matemáticas realizan todos los años el Festival queretano de matemáticas, donde menores practican juegos en los que piensen. Por ejemplo el sudoku, en el que practican matemáticas sin saber que lo están haciendo. Todo se debe de hacer de manera natural y con curiosidad. Sí hay manera de enseñar matemáticas de forma divertida y sencilla, concluye.

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