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Tener ISSSTE se ha convertido en una pesadilla en tiempos de Covid-19, tal fue el caso del señor Vladimir Hernández quien, a pesar de presentar un estado crítico de salud con una baja oxigenación, le fue negada la atención hospitalaria debido a la “falta de presupuesto” por parte de gobierno, según la justificación que dio el hospital.
La familia Hernández Hernández vivió una pesadilla al tratar de conseguir atención hospitalaria para el padre de familia, a quien otros hospitales también negaron el servicio debido a la normatividad que no permite que otros sistemas de salud atiendan a pacientes afiliados al ISSSTE.
“Lo vieron en una clínica del Seguro Social y nos dieron una hoja para el Hospital General, pero al llegar a urgencias nos regresaron de forma inhumana diciendo que lo tenían que atender en el ISSSTE. Ahora sólo nos resta conseguir un oxígeno”, este fue parte del mensaje que la hija de don Vladimir publicó en sus redes sociales.
Tras la odisea que representó andar de hospital en hospital pidiendo asistencia médica, fue a través de Facebook donde Ígnea solicitó a los usuarios en redes sociales apoyo para poder conseguir un tanque de oxígeno en préstamo, pues es un instrumento muy costoso.
“Pido apoyo, actualmente mi papá está pasando por la terrible enfermedad de Covid-19 y anduvimos de hospital en hospital para que pudieran atenderlo y en ninguno lo reciben.
“Mi papá sólo tiene ISSSTE pero ahí no lo recibieron porque no hay presupuesto, un trato indigno y nos dicen que como es federal, el presupuesto está ya en tope”, relató en su red social la mujer.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Ígnea cuenta que la situación se tornó política en un tema que debería de ser humanitario, pues los mensajes constantes por parte del personal del ISSSTE giraban en torno a un presupuesto y de quién era la culpa por no tenerlo, pues muchas de las voces le dijeron “es culpa del Presidente”, “no tenemos presupuesto, se lo están dando todo al Seguro [Social]”.
“Todo este mensaje constante lo encontré en cada paso que daba, ¿de qué se trata?, ¿por qué nos meten en el despapaye de la política para ver otra cosa? Yo la verdad al final eso ni me importa, yo lo que quería era que alguien atendiera a mi papá”, declara Ígnea.
“En el ISSSTE, la señorita que nos dio informes, y eso porque tuvimos que tocar una ventana que ni si quisiera es transparente, son de esas ventanas que no ves del otro lado, tuvimos que tocar porque ya mi sobrina desesperada dijo: ‘oye, tienes que revisarlo porque está mal, su saturación está baja, está helado’, y nos dijo: ‘no hay quien lo atienda, aquí anda el doctor pero ahorita está atendiendo a alguien más, es que nada más hay uno’, y el otro señor, el de la puerta, nos dijo: ‘uy, cada cuatro horas le avisan que pueden pasar’”, recuerda.
El mensaje en redes sociales llegó casi a la media noche del sábado, madrugada del domingo, hora en que una prima, ubicada en Ciudad de México, les avisó que ella contaba con un tanque de oxígeno que les podía prestar y hasta allá fueron a recogerlo, para de madrugada regresar con el equipo y colocárselo a su padre.
“Mi papá estaba en 74-78 [de oxigenación], luego ya 84 y cuando le pusieron el oxígeno subió a 88, y ahorita ya lo lograron subir a 91-93, lo normal es arriba de 90”, precisa.
Don Vladimir volvió a tener una urgencia médica al complicarse su salud con un medicamento, por lo que la familia volvió a recurrir al Hospital General donde pudieron ver otro rostro del mismo nosocomio, pues antes les dieron un rotundo “no” a su pedido de auxilio.
“Se volvió a poner malito y lo volví a traer al [Hospital] General y ahora sí lo recibieron, pero de entrada salió un doctor que lo vio y luego, luego lo metió, ya lo revisaron, lo están estabilizando porque tuvo una reacción de la medicina, y ya le hicieron una tomografía de sus pulmones.
“Sí tiene Covid, sí tiene malestar, pero me dijo el doctor [que] ‘la verdad con el oxígeno que le pusieron, eso ayudó mucho y lo más seguro es que vaya a casa, que no sea necesario que lo podamos detener aquí, lo vamos a estabilizar y ya cuando lo estabilicemos, como es derechohabiente del ISSSTE, yo no lo puedo ingresar aquí, se tiene que ir al ISSSTE’”.
Ígnea reconoce que el trato que le dieron en el hospital fue “completamente diferente” al que recibió anteriormente cuando buscó la asistencia médica para su padre.
“Ese día que llegamos en la noche y que nos dijeron: ‘há-ganle como quieran, no lo recibimos’. Y le platicas al doctor y te dice: ‘de entrada, qué mal que le dijeran eso, porque tenemos la obligación primero de estabilizar al paciente y una vez que esté estable, entonces se mueve a donde corresponda’”, detalla.
De acuerdo a los costos que cotizó Ignea Hernández para la adquisición de un tanque de oxígeno, para la renta de uno, se tiene que dejar un voucher firmado por seis mil pesos, adicional a los mil 500 que se tiene que pagar de renta mensual y a los 800 pesos diarios que cuesta llenar el tanque, así como otros 300 adicionales por otro concepto.