Una decena de jinetes toma camino al Teatro de la República, desde La Cañada, en el municipio de El Marqués, para recordar y conmemorar el aniversario 106 de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la ciudad de Querétaro.

Las calles se cierran para el paso de los jinetes; hombres y mujeres que recuerdan así la promulgación de la Carta Magna. Detrás de ellos, elementos de las policías municipales de El Marqués y Querétaro.

Al salir del barrio de Hércules, la caravana se detiene por unos minutos. Espera las indicaciones de las autoridades para avanzar, momentos aprovechados por los participantes para descansar y organizarse.

Al inicio de la cabalgata destaca la presencia de amazonas que montan sus caballos con aplomo y seguridad. A los lados de la calle, algunas personas observan el paso y aprovechan para tomar fotografías.

“No todos los días podemos ver este tipo de espectáculos. Los vemos en septiembre y diciembre, pero siempre es bonito para quienes vivimos en la ciudad ver los caballos, ver a los jinetes, es algo bonito”, dice un joven, habitante de Hércules.

Las calles del tradicional barrio arropan a los jinetes, mientras que los modernos edificios que se levantan en Milenio y la zona de El Campanario, en los cerros que rodean Hércules, terminan con la escena que llama la atención y, en algunos casos, molesta, por los cierres viales, a algunos queretanos.

Los conductores esperan el paso de jinetes. El corte vial dura apenas unos minutos. Detrás de los caballos, los automovilistas que viajan de Hércules hacia el centro esperan con paciencia el paso de la columna.

Como casi en todos los eventos de este tipo, al final de los participantes van los empleados de limpia del municipio de Querétaro, quienes se encargan de los desechos orgánicos de los caballos.

Sin embargo, esta cabalgata es parte de las nuevas tradiciones y que se vuelven parte de las atracciones de la ciudad, arraigándose en la cultura local.

Los jinetes avanzan rumbo al centro de la ciudad de Querétaro. A su paso son vistos por los ciudadanos, que salen a disfrutar del día de asueto y turistas que aprovechan el fin de semana largo para recorrer las calles del primer cuadro capitalino.

La corte avanza portando una bandera de México, y arriba al centro por avenida Corregidora. Los encabezan actores ataviados como don Venustiano Carranza y otros constitucionalistas que en el Teatro de la República dieron forma a la Carta Magna de México, en 1917.

La cabalgata, dice Gustavo Pérez Lara Hernández, historiador y promotor cultural, se realiza desde 2010, con motivo del bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución Mexicana.

“Son integrantes de los Caballeros de Santiago que vienen de Saldarriaga. Se tuvo en mente que desde el año 2010, con Rubén Galicia Medina, presidente municipal de El Marqués, para conmemorar los 200 años de la Independencia Mexicana y a los 100 de la Revolución, comenzara a hacerse ese tipo de cabalgatas, teniendo en mira que en los años siguientes se pudiera hacer llegando hasta el Teatro de la República, situación que siempre se les autorizó cuando tuvieron la forma y la manera”, explica.

Recuerda que después de hacer su recorrido, regresaban a La Cañada, donde en un terreno que se encuentra entre el panteón y el cerro del Bautisterio, se hacía un convivio donde departían alimentos.

Señala que los organizadores de esta cabalgata acuden tanto en festividades religiosas como a las políticas, también conocidos como “Los de a caballo del Señor Santiago”. Incluso, precisa, llevan estandartes con ese nombre.

Pérez Lara Hernández, en anteriores ocasiones, ha explicado a EL UNIVERSAL Querétaro el rol de La Cañada durante las visitas de Venustiano Carranza a la entidad para la elaboración de la Carta Magna.

Según las crónicas, Carranza solía visitar La Cañada, por su clima fresco y su entorno natural, con huertos con árboles frutales, así como sus aguas termales. Uno de los sitios que prefería en aquel entonces era el balneario de El Piojito.

En este lugar, se dice, había un columpio instalado por personas de la diversidad sexual, provenientes de Catemaco, Veracruz, y que, tras haberlas expulsado, maldijeron, sentenciando que quien se sentara en ese columpio sufriría la muerte.

De acuerdo con las leyendas, Carranza, en una visita a El Piojito, se sentó en el columpio, ante el terror de los marquesinos, quienes no le advirtieron lo que sucedería.

Otro personaje que dicen las crónicas que se sentó en ese columpio fue Álvaro Obregón, quien también fuera asesinado, en el parque de La Bombilla, en el barrio de San Ángel, en la Ciudad de México.

También, parte de las historias de esos días, es que los constitucionalistas solían reunirse en una cantina en la contraesquina del Teatro de la República y que fue ahí donde se llevaban a cabo los acuerdos para lograr la Carta Magna.

Además, se habla de una casa de “mala nota”, ubicada en la actual calle Colón, donde algunos de los participantes del Congreso Constituyente solían “relajarse” después de las jornadas de trabajo.

Historias que ya forman parte de las leyendas y el folclor queretano y que en estas fechas algunas personas recuerdan y cuentan.

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