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“Quisiera darle las gracias a toda la gente que me ha estado apoyando desde que entré al hospital”, fueron las palabras que pronunció Juanito ayer, cuando fue dado de alta del Hospital del Niño y la Mujer, donde permanecía internado desde el pasado 7 de junio.
Aunque a paso lento, Juanito salió por su propio pie, con una bermuda larga y floja que le permitiera cubrir sus heridas y sin lastimarlas, luego de 11 días de haber realizado los injertos de piel; la parte médica asegura que no quedarán secuelas y que la recuperación total podría tomar entre tres y cuatro meses.
Acompañado de sus padres, su equipo legal, médicos y personal del gobierno del estado, en un breve mensaje emitido a los medios de comunicación que ahí se concentraron, el menor se dijo contento de poder dejar el hospital, aseguró que ya no siente dolor, pero pidió espacio para poder ir a descansar.
Juan Pablo, quien fue rociado con alcohol y prendido fuego por dos de sus compañeros a causa del bullying y la discriminación que sufría por ser otomí, se mostró feliz de al fin poder ir a casa con su familia, pero sus padres aseguran que no se encuentra contento con el desarrollo que ha tenido la investigación y con la falta de castigo hacia sus agresores.
“No está muy conforme de que la ley va a favor de sus agresores, porque no hay justicia, porque son menores, entonces no está de acuerdo Juanito con que [la ley] va más a los que hacen el mal y los que hacen el bien, que se mueran en el hospital”, declaró su padre previo a la salida de su hijo del hospital.
Y es que, cabe recordar que, de acuerdo con los defensores de la familia, los dos compañeros que lo quemaron, tienen apenas 13 años cada uno, por lo que la ley no permite que se les interne en un centro tutelar para menores.
Lo anterior, pese a que don Juan Zamorano, padre de Juanito, reveló que ya existe una carpeta previa, en la Fiscalía General del Estado (FGE), por un incidente similar, donde los mismos agresores de su hijo, anteriormente ya había rociado y prendido fuego a otro compañero.
“Ya habían quemado una vez a un niño, pero como nada más le echaron poquito [alcohol] aquí en el hombro, rápido lo apagaron, pero esa vez fue registrado en Fiscalía eso, era otro niño, pero los mismos agresores, pero no [no se le dio seguimiento a este caso] porque la mera verdad, la Fiscalía no hace nada en absoluto”, declaró el padre del menor.
Don Juan señaló que si bien su hijo ya se encuentra mejor de su salud física y de sus quemaduras, el trabajo psicológico será largo y tomará tiempo, pues su hijo no ha logrado sacar nada de los sentimientos que trae dentro tras los hechos.
“Bien sabemos que todavía falta mucho trabajo psicológico [para la recuperación de Juanito], todo lo que tiene por dentro todavía no lo ha soltado, se requiere mucho todavía, lo de los daños físicos, eso a lo mejor ya lo lleva de gane, pero los psicológicos todavía no”, detalló.
En su momento, el director del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, Manuel Alcocer Alcocer, detalló que la cicatrización sanará al 100% y que no dejará secuelas, pues se trata de lesiones relativamente superficiales, que no ocasionaron daños en el músculo ni partes internas del cuerpo.
Detalló que la cirugía para el injerto de piel se realizó el 30 de junio, en un proceso que se le denomina injerto autónomo, donde se toma la piel de él mismo, extraída de la parte externa de una de sus piernas.
“Ya tiene las indicaciones las familias de su baño normal, la aplicación de medicamento en spray que va a utilizar y con cita con nosotros de manera frecuente para estarlo vigilando, al principio será una vez por semana y una vez que las cosas vayan mejorando, las podemos espaciar un poco”, explicó.
Temen por su integridad
Aunque Juanito ya podrá estar con su familia, aún no se encuentra en la casa donde habitaba previo al incidente, ya que él y su familia rentaban en un asentamiento irregular donde no se cuenta con ningún tipo de servicio y, al tener que garantizar la higiene para que sus heridas se atiendan y sanen correctamente, tendrán que vivir los siguientes tres meses en una casa que gobierno del estado les proporcionó.
“Sí, ya nos apoyaron ellos, no con casa como para estar estables, sino nos obsequiaron para tres meses nada más, en lo que se recupera el paciente. Si no se recupera el muchachito en esos tres meses, continuaremos con otra solicitud”, dijo don Juan.
Adicional a la renta de la casa, el gobierno estatal le otorgó a Juanito una tablet para que pueda seguir estudiando y, el gobierno federal le entregó a la familia un apoyo económico por 10 mil pesos.
Sin embargo, la familia señala que no se sienten aún seguros en su hogar temporal, pues se encuentra a un costado de la colonia donde ocurrieron los hechos y, donde los agresores continúan en libertad, sin respetar las medidas cautelares que determinó la autoridad.
“Es que esas personas andan libres, y yo no veo que hayan hecho nada. Como dicen que son menores de edad, que todavía no pisan el tutelar de menores, tomando cerveza en la calle, por eso yo pido justicia y protección”, agregó doña Eugenia Eduardo, madre de Juan Pablo.