La Catrina volvió y está más viva que nunca. Con largas enaguas y alcatraces en el sombrero, Kike León, caracterizado de este colorido personaje, sale a las calles de Querétaro para hacer honor a la fiesta más colorida de todas, la del Día de Muertos.
Con un pomposo vestido negro, flores y un puro en la mano cubierta de anillos, la Catrina Trina sale engalanda para posar frente a las cámaras por una simple aportación voluntaria.
El simpático personaje es parte de la enorme fiesta que desde hace días se vive en el Centro Histórico, donde las calles se adornaron con de flores de cempasúchil, enormes catrinas de cartón y papel picado.
En este ambiente de fiesta, la catrina recorre el centro posando con decenas de familias. “Para todos es evidente que la gente ya extrañaba estas fiestas, recordemos que el año pasado no tuvimos nada de esto y era algo que todos necesitábamos, tanto los artistas como las familias en general. Y para muestra las calles del centro, que lucen repletas de personas que salen a festejar esta tradición tan hermosa, diría yo que es la más importante y colorida de nuestro país”.
Para el artista urbano, las fiestas por el Día de Muertos inician desde mediados de octubre, pues prepara todo para transformarse en la catrina; elige el vestuario correcto, afina los detalles y una vez mimetizado con el personaje, sale a las calles para cuativar a los transeúntes.
Este año, su vestimenta está inspirada en Diego Rivera, José Alfredo Jiménez y Chavela Vargas, todos ellos están representados en los múltiples detalles de su vestuario; y como recordatorio de sus antepasados familiares, lleva encendido un puro.
“En mi familia siempre han fumado puros, y aunque yo personalmente no fumo, en estas fechas sí lo hago porque a través del humo es como yo represento mi ofrenda, por mi trabajo como artista urbano no puedo realizar un altar para mis antepasados, pero el humo y mi propio personaje son mi propio altar”.
“Este vestuario lo diseñó mi amiga, la artista Irma Galavis, lo teníamos listo desde hace un par de años pero apenas pude usarlo, y ha llamado mucho la atención de las personas, diría yo que es uno mis vestuarios con más éxito, a la gente le gusta mucho todo esto de los alcatraces en el sombrero, con los que representó a Diego Rivera, además de las fotos de José Alfredo Jiménez y Chavela Vargas”.
Trina la Catrina sale a lucirse desde las tres de la tarde, aunque su jornada termina cerca de la una de la mañana. Inteprepretar a este personaje es un desafío para Kike León, pues además de cargar alrededor de seis kilos tan sólo en el sombrero y accesorios, invierte mucha energía.
“Es el personaje que más esfuerzo me implica, tan sólo cargar el vestido, sombrero, accesorios y demás, mientras luchas contra el viento y la gran cantidad de gente que pasa junto a ti y te abraza, eso por sí mismo ya es un gran esfuerzo. También está la parte de la energía, porque cada personaje tiene su propia personalidad para interactuar con la gente, la catrina me exige mucho en ese sentido”.
“Son jornadas muy largas, pero es algo que disfruto muchísimo, me encantan estas fiestas, me encanta la catrina, yo siempre he dicho que estas fiestas duran muy poquito, tres días no son suficientes para algo tan importante para nuestra tradición”.
De hecho, Kike León está tan enamorado de estas celebraciones, que mantiene vivo a su personaje de la catrina durante casi todo el mes de noviembre.
“Esto representa mucho esfuerzo, tiempo y dinero, en mi caso, como artista, le invierto muchísimo al personaje y entonces yo me sigo lo más que puedo, yo sigo con la catrina casi todo noviembre”.
Orgulloso de su labor, Kike León pide a las familias tomar en serio el trabajo de los artistas urbanos, valorarlo y pagar dignamente por él. Pues aunque cada vez son más las personas que reconocen el esfuerzo hay detrás de estas actuaciones, de vez en cuando Kike y la Catrina Trina luchan contra la discriminación, la homofobia y las desconsideraciones de algunos ciudadanos.
“Estamos tan metidos en nuestros celulares, que a veces no nos damos cuenta del trabajo que hacen los demás, y no hablo sólo por mí, sino por los demás artistas urbanos, vale la pena hacer un esfuerzo por reconocer estos trabajos, apreciarlos y reconocer todo el esfuerzo que implican”.