Ubicada en la calle Luis Balvanera, muy cerca del mercado Escobedo, se encuentra una de las pocas farmacias y droguerías que operan en la entidad. Se trata de la Divina Providencia, un lugar en el que al ingresar, automáticamente, piensas en el pasado.
¿Y cómo no? Si desde hace poco más de medio siglo elabora y comercializa una gran diversidad de fórmulas que lo mismo alivian el malestar y dolor muscular, de circulación, anginas, heridas, quemaduras, hongos, hemorroides, como también la bilis, espanto, caída de cabello, resequedad de labios, cremas reductoras y para arrugas.
Alrededor de 400 fórmulas se preparan en el local, y se certifican por parte de las autoridades de salud y la Cofepris.
Francisco Frías Barrón, auxiliar responsable de la farmacia, precisa que son 52 años de La Divina Providencia, negocio fundado por Ramiro Vargas (QEPD), “una farmacia y droguería donde hacemos fórmulas magistrales y fórmulas oficinales, pero también se venden medicamentos alópatas. Aquí hacemos todas las fórmulas; algunas vienen en la Farmacopea Mexicana [documento que establece métodos y especificaciones de preparación], estamos hablando de las fórmulas oficinales, y las fórmulas magistrales esas nos las mandan los médicos sobre una receta.
“Nosotros tenemos una farmacopea de 1904 y ahí vienen todas las especificaciones de cómo se deben preparar las bases que llevan, o sea los aceites; los vehículos que podrían ser vaselina, una manteca de cerdo o cera de abeja, entre otros”, detalla Francisco Frías.
Una vez que se tienen las fórmulas se hacen diversas cremas y pomadas, pero es el shampoo para evitar la caída del cabello y la pomada Nerval para dolores musculares, torceduras, calambres y problemas de circulación, los productos más demandados por los clientes, precisa.
“Hacemos shampoo para evitar la caída del cabello, para la caspa, cremas para arrugas, jarabe para fogazos, filtros solares, crema para manchas y las caléndulas que son una maravilla para heridas, quemaduras y ulceraciones; también tenemos gel para reducir, además para varices y pomada de manzana, árnica, veneno de abeja y la pomada china que es muy caliente porque contiene canela”, describe.
A lo largo de cinco décadas han sido generaciones de familias que acuden en busca de los productos, mismos que son requeridos en entidades como Yucatán y Tlaxcala, o en las ciudades de Celaya y Guadalajara.
Francisco, con 42 años laborando en el lugar, comenta que una parte importante de los clientes proviene de comunidades y rancherías, “aunque ahora ya vienen de todos lados”, agrega.
“Nos sentimos muy orgullos porque son generaciones de familias, hoy vienen hijos y nietos quienes nos dicen que sus abuelitos o papás venían por la agüita para las bilis y el espanto”, narra el auxiliar responsable.
La Divina Providencia cuenta con una variedad de pomadas y cremas que además de ser efectivas, se venden a precios muy económicos y para el establecimiento representan el motivo principal de venta.
De igual manera, Frías Barrón destaca las fórmulas magistrales que en el laboratorio de la farmacia y droguería se preparan a solicitud de médicos.
“Ahora nosotros trabajamos con los médicos pediatras nefrólogos que nos mandan a hacer muchos los nitratos de potasio, estos ya son de especialidad y lo ocupan mucho para los niños que están mal de los riñones; esto ya es cuestión del nefrólogo y lo que hacemos son las dosificaciones. Nos mandan a dosificar porque no pueden dar esa dosis tan alta, se trata sobre todo de dosis para niños del hospital del Niño y la Mujer”, afirma.
“Nos mandan a hacer muchas dosis; por decir, un nitrato de potasio de un gramo, de 250 o 500 miligramos, trabajo que se realiza en la droguería, y para lo cual existe una capacitación y certificación permanente”, resalta.
En el transcurso de la charla los clientes entran y salen; personas adultas mayores, al igual que matrimonios jóvenes y entre ellos se encuentra Arturo Chávez Miranda, quien refiere que desde hace 25 años acude a la Divina Providencia, donde ha encontrado pomadas y fórmulas que le ayudan a mitigar los dolores provocados por la artritis reumatoide.
Señala también que, a partir de 2010, padeció un derrame plural combinado con fibrosis y EPOC en los pulmones, por lo que empezó a adquirir el respirasol para mejorar su respiración.
“Las fórmulas son magníficas, desafortunadamente se está perdiendo esta forma de botica [farmacias y droguerías] que en lo particular es muchas veces más funcional que la de patente que te cura de una cosa y te enferma de otra, pero de hecho por mi situación de salud combino las dos”, comparte Arturo, quien con familiaridad entabla plática con los empleados del lugar.