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La guerrera del futbol americano

Perla cumple su sueño de jugar en la liga varonil del Tec; el camino no ha sido fácil pero no se rinde

Foto: Demian Chávez, El Universal
02/08/2020 |04:09Danaý Martínez |
Redacción Querétaro
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Con 16 años, Perla Zamorano Ramírez forma parte del equipo de futbol americano Borregos, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Querétaro.

Ella juega en el equipo varonil juvenil, un reto que comenzó desde que era niña.

“Quería jugar futbol americano desde los 8 [años], pero no me creían por la personalidad, ya que siempre he sido muy tierna y a los 12, ya me creyeron. Mi papá es exalumno del Tec, y al igual que él quería entrar al Tec. Mucha gente me dijo que no se podía, que sólo era varonil y eso me hizo sentir un poco mal, pero no perdí la esperanza”, menciona.

Perla comenzó en el equipo de Zorros Negros a los 12 años, fue parte del equipo campeón de Leones Anáhuac, previo al entrar a la preparatoria jugó en el femenil de Titanes, donde fue campeona y meses después su sueño se cumpliría. A excepción de Titanes siempre ha participado en equipos de varones.

“Siempre me ha gustado jugar más con hombres porque ahí empecé, me acostumbré al ambiente, a mí lo que me gustaba es que siempre encajé con más chavos, el entrenamiento es diferente y me gusta más el de hombres. Pero siento que se debería apoyar más el femenil, porque no creo que seamos tan pocas jugando, falta compromiso”, asegura.

Primera oportunidad

Héctor del Águila fue quien le dio la oportunidad de realizar las pruebas para el equipo varonil, previamente Perla se presentó junto a su papá con el coach, sabía que al ser mujer tenía que avisarle que haría las pruebas.

“Yo sabía que antes tenía que ir a hablar. Le gustó la idea, me dio chance de hacer las pruebas, pero me dijo que las haría diferente, porque los números de los hombres en lo físico es diferente al de las mujeres. Logré entrar, me avisaron por correo, fui a entrenar, todos [estaban] sacados de onda porque era la única mujer en el equipo, no en mala onda, me sentí bienvenida, a ese coach lo apreció mucho porque fue el que me dio la oportunidad y se lo agradeceré toda la vida”, explicó.

Este 2020, es su segundo año en Borregos Salvajes, al igual que muchos jugadores, Perla está trabajando para ser parte del roster titular; por ahora ha cumplido la meta de jugar en el equipo que siempre soñó, pero aún falta un largo camino por recorrer y poder cumplir otro de sus objetivos.

La parte más difícil de su carrera deportiva ha sido tener que hacer caso omiso a las críticas de la gente que está alrededor, de las personas que la señalan por ser mujer y jugar con varones.

“Siempre había comentarios desde la grada como —mira una niña está ahí de adorno—, no saben que entreno igual que ellos, que nunca he faltado, que me esfuerzo. A mí no me molesta que me digan lo que hago mal, lo que me molesta es que critiquen algo que desconocen”, asevera.

Incertidumbre

El año pasado, Perla se sentía con incertidumbre sobre su futuro deportivo, tras un año de representar al Tec pero no ser parte del roster titular, se preguntaba si algún día podría pisar el campo. Ese día llegó en la semana 2 de la liga Conadeip en un duelo entre Borregos Salvajes y Halcones Inter.

“Ese partido decidieron equiparme, estaba muy feliz, nunca me imaginé que me fueran a meter, antes de terminar la primera mitad mi coach de corredores me dijo ‘no te enfríes que en la siguiente entras’.

“Me puse a calentar, uno de mis compañeros corredores se quedó en la yarda 10 y entré de cambio, se realizó la jugada, no creí que me la fueran a lanzar a mí, vi todo en cámara lenta, fue un momento especial, corrí me quedé como a dos yardas para anotar, no quería arruinar la jugada”, expresa.

La joven atrapó un pase y recorrió nueve yardas para quedar a una de anotación, lo que se convirtió en el partido más importante de su vida, hasta ahora.

“Cuando fue lo de la jugada casi lloro, estaba tan mal, que la verdad lo necesitaba y eso fue lo importante de mi jugada, para mucha gente fue cualquier cosa, pero para mí fue muy importante y también para mi familia que me decían que llevaba meses triste, fue como un respiro”, dijo.

El camino aún es largo para Perla, le falta decidir qué hará cuando comience la universidad, el futbol americano en Liga Mayor es más complicado, ella sueña con ser coach profesional.

“Si tienes una meta y es tu sueño no lo dejes ir por la opinión de los demás, lucha por ello, te va a costar, vas a sentir que ya no puedes, pero nunca hay que rendirse, porque siempre hay alguien a lado de ti”, enfatiza.