Nuestras Historias

La labor del voceador tradicional está en extinción

Sabas Soto sale a las 4:30 de la mañana para ir por periódicos, ofrecerlos por las calles y venderlos en su puesto; confía en que los lectores no dejarán caer este oficio

Foto: Mitzi Olvera / El Universal Querétaro

No importando el clima o la fecha de la que se trate, de lunes a sábado el señor Sabas Soto Aguilar se levanta a las 4:30 de la mañana para ir a recoger los periódicos que va a vender: labora como voceador en el municipio de Querétaro, trabajo que, asegura, lo llena de orgullo y hace con un gran cariño, pues fue un legado que le heredaron sus padres.

Su padre Sabas Soto García y su tío Jesús Soto García comenzaron a trabajar como voceadores en su familia. Ellos, considerados como “voceadores de la vieja escuela”, le enseñaron desde pequeño cómo es el verdadero trabajo de un voceador, cómo se tiene que gritar las notas de los principales periódicos para así distribuirlos entre la población, cómo acomodarse en su propio cuerpo los periódicos para caminar con ellos largas distancias y exhibirlos para llamar la atención de los lectores.

Sabas Sotos tiene 35 años de edad y desde pequeño ayudó a su padre en la labor de voceador. En la actualidad él cuenta con su propio puesto de periódicos, ubicado en una de las entradas del mercado Escobedo.

Saba Soto confía en que los lectores no dejarán caer este oficio. Foto: Mitzi Olvera / El Universal Querétaro

La rutina laboral de Sabas inicia un día antes, pues se debe de dormir a más tardar a las 10 de la noche para el siguiente día salir de su hogar a las 4:30 de la mañana y así llegar al lugar donde le entregarán los periódicos, espacio que está cerca del primer cuadro de la ciudad.

De ahí él se va caminando varias calles y gritando las noticias de las portadas de los periódicos para tratar de vender algunos, para después llegar aproximadamente a las 8:00 de la mañana a su puesto de periódico y ahí continuar con su venta. Su jornada laboral termina diario entre las 6:00 y 7:00 de la noche.

Es un trabajo muy honrado y conocemos muchas personas. Yo soy todavía de los que anda gritando en las calles pero ya se ha ido perdiendo mucho eso (...) las nuevas generaciones de los compañeros voceadores no saben bien cuál es la verdadera labor que hace un voceador;

“El voceador anda gritando en las calles y caminando largas distancias para llevar la información a la gente. Cuando veíamos que salía una noticia de alguna colonia o comunidad no importa cual fuera nosotros íbamos a vender los periódicos ahí, las nuevas generaciones ya no saben cómo es el trabajo de un voceador, o quizá les da pena andar gritando en la calle”, mencionó.

Explicó que pese a la gran labor que hacen los voceadores ellos no cuentan con un sueldo fijo y ninguna prestación social, ya que su ganancia es únicamente la comisión que tienen por vender los periódicos, libros o revistas. Dependiendo el producto su ganancia puede ir desde dos o tres pesos por pieza vendida en adelante, y será el empeño que le ponga el voceador por terminar de vender todos sus ejemplares, lo que representará la ganancia máxima que pueda tener en el día.

Por ello señaló que una de las principales peticiones que el gremio le podría hacer a las autoridades del municipio de Querétaro es que les den facilidades para poder ampliar la licencia de ventas, para quienes cuentan con puestos de revistas establecidos. Con esto ellos podrán tener más oportunidad vender un poco más de productos y así tener más ingresos.

Nosotros no tenemos un sueldo, por lo tanto hay días que nos va bien y hay días que no tanto. Hay compañeros que no tienen una disciplina y no salen a trabajar diario, pero para quienes sí y para quienes contamos con un puesto periódicos, un apoyo que nos pudieran dar de parte de las autoridades es que nos amplíen la licencia. Es decir que podamos vender refrescos, dulces, agua, botanas, cigarros y productos similares dentro de nuestro puesto de periódicos, así podremos sacar un poco más de dinero para nuestras familias”, declaró.

Foto: Mitzi Olvera / El Universal Querétaro

“A la gente aún le gusta leer”

Si bien reconoció que el público principal de las revistas, periódicos y libros en físico ha disminuido en los últimos años, afirmó “que sabiendo atender a la población y haciendo una adecuada labor de venta”, aun se logra comercializar un importante número de ejemplares todos los días. Pues dejo en claro que “no hay nada como lectura en papel”.

La venta de revistas ha disminuido un poco, pero por que han subido de precio. En promedio cada revista cuesta entre nueve y 15 pesos más comparado con lo que costaban hace uno o dos años, pero aún se siguen vendiendo. Los periódicos también se venden bien, sabiendo hacer la labor de venta. Quienes consumen más este tipo lectura son los adultos mayores, pero aunque no lo parezca también los jóvenes y adolescentes suelen comprar libros pequeños, revistas juveniles y hasta los periódicos. Aquí en Querétaro la gente aún está acostumbrada para leer”, subrayó.

Soto Aguilar llamó a sus compañeros voceadores a seguir con este gran trabajo y no dejar que se pierda la noble labor de un voceador, así mismo ofrecerle un buen servicio siempre a la población, ya que su trato será la diferencia entre vender o no vender algún ejemplar y al mismo seguir promoviendo la lectura entre la población.

También pidió a la población a coadyuvar a no dejar perder el trabajo de los voceadores, esto ayudando con la adquisición de los diferentes ejemplares impresos que se venden diariamente.