“Para algunos es un cobija, pero para quien la recibe es una sonrisa, un abrazo cálido, es la mano amiga que da esperanza y cariño”, dice el titular de la Coordinación de Protección Civil del estado, Gabriel Bastarrachea, durante el inicio de la campaña Cobijemos con una sonrisa, en Palacio de Gobierno, que contó con la presencia de la presidenta del Patronato del DIF estatal, Karina Castro.
El patio principal de Palacio de Gobierno se llena de representantes de organizaciones civiles, instituciones de asistencia privadas, empresarios, funcionarios estatales y diputados locales, quienes acuden a la convocatoria del DIF estatal para participar en la campaña que lleva, como cada año, cobijas a la población más vulnerable del estado.
El evento sirve para la reaparición pública de Karina Castro, ausente unas semanas por un problema de salud. Comparte que se sometió a una histerectomía, por un problema de tumoración.
Hay un silencio total. Lo que antes era un murmullo tenue, se convierte un silencio mientras Karina Castro narra la experiencia que vivió semanas atrás.
La presidenta del Patronato del DIF señala que es un día especial para la institución, pero lo es más para ella. “Quiero agradecer públicamente a todas y cada una de las personas que estuvieron al pendiente de mi salud. Como todos ustedes saben hace un mes me realizaron una cirugía, que hoy puedo dar fe que salió bien. Puedo agradecer una vez más a la vida que me permite estar aquí.
Quiero compartir con este bello estado, al que me gusta servir, que fui intervenida quirúrgicamente de una histerectomía, esto quiere decir que me quitaron la matriz, porque tenía un problema de tumoración. Hoy estoy aquí, frente a todos ustedes, hoy quiero compartir con todos que una vez más puedo dar gracias de que estoy aquí. Una vez más puedo agradecer que no ha sido fácil, que ha sido una lucha constante, que levantarme no ha sido fácil, pero como siempre lo he dicho: siempre adelante”.
Dice que es un día especial para ella, porque poco a poco se reincorporará a sus actividades en el DIF estatal, siempre y cuando sus médicos y su salud se lo vayan permitiendo.
Luego de la confesión, dice que la solidaridad es un sentimiento que mueve a la gente, sin esperar nada a cambio y dar de corazón y buena voluntad a quienes más lo necesitan.
Los asistentes al evento, quienes momentos antes del inicio del mismo se tomaban selfies, sonreían y abrazaban a sus conocidos, saludaban a conocidos que hacía mucho no veían, ahora escuchan en silencio a la esposa del gobernador, quien los insta a ser solidarios y apoyar a la población más vulnerable de Querétaro.
“Si cada uno de ustedes elige hoy esta opción, de ayudar a quienes más lo necesitan, la solidaridad se convierte en parte de sus vidas, de sus actos, es un ejemplo para los demás, se crea un sentimiento de unidad que nos mueve a dar sin esperar nada a cambio y nos muestra a cada uno de nosotros diversos valores humanos, como la lealtad, el compañerismo, la amistad, pero sobre todo la humildad”, dice Karina Castro, con voz que por momentos parece cortarse.
Agrega que la mayoría de las cobijas que se junten durante esta campaña, se repartirá entre los habitantes de la Sierra Gorda de Querétaro, donde las temperaturas son más extremas y existe además un mayor número de personas en situaciones vulnerables.
La presidenta estatal del DIF llama a la sociedad queretana a ser solidaria, para llevar una cobija a cada rincón del estado, al tiempo que recuerda que el año pasado recolectaron 65 mil cobijas, “que son 65 mil sonrisas. Este año queremos superar esa meta y lo vamos a lograr”, dice.
Luego de las palabras de Karina Castro, se inicia la donación de manera oficial. Inician los funcionarios del gobierno estatal y los representantes de la organizaciones civiles. Las cobijas son colocadas en un contenedor ubicado a un costado del patio de Palacio de Gobierno. Poco a poco se llena más y más. Luego de un rato, las cobijas son trasladadas hasta un camión del DIF estatal, que las llevará a donde se almacenarán hasta la conclusión de la campaña. Las cobijas se llevan a la planta de almacenamiento de la dependencia, a donde los ciudadanos también podrán llevar sus donaciones.
Los trabajadores del DIF estatal sacan poco a poco las cobijas y las llevan al camión, mientras los asistentes salen de Palacio de Gobierno. Muchos apuran el paso para regresar a sus actividades. Otros coordinan los donativos que por espacio permanecen en las inmediaciones de Plaza de Armas en camionetas en cuyas bateas están las donaciones.
Las unidades se acomodan de manera que no estorben la circulación sobre avenida Pasteur, mientras los empleados del DIF bromean, y luego de un rato vuelven al trabajo, sacando pilas de cobijas que otro empleado acomoda en la caja del camión.
La normalidad vuelve a Plaza de Armas. Casi todos los invitados al arranque de la campaña se retiraron tras haber escuchado un mensaje y una confesión que movieron los sentimientos de la gran mayoría de los presentes.