Frente al Hospital General Regional 2 de El Marqués, un grupo de personas preparan una carne asada en una parrilla, la cual trasladaron hasta el lugar en una pequeña camioneta.
Es una tarde fría que pone contentas a estas personas que comienzan los preparativos para elaborar una gran comida.
Y aunque la noche amenaza con caer, la intención no se diluye de parte de los familiares de la joven Alejandra Estrella, al contrario, se ven animados con la elaboración de comida que regalarán a familiares de personas internadas en el hospital.
Tímidamente las personas acuden a comer un bistec, un elote, unas tortillas con salsa, mientras el rostro de angustia por su familiar ingresado se diluye por unos momentos, al tiempo que comen sorprendidos por la inesperada acción.
Con este gesto de alimentar a personas que esperan noticias de sus internados, cumplen una promesa hecha a su hija. Apoyar a los necesitados. De esta manera honran la memoria de Alejandra Estrella, quien habría fallecido el 1 de enero de este año por complicaciones tras la vacunación contra el Covid-19. Ella habría estado internada menos de ocho días, describe su madre Anaid Ontiveros.
Hasta la fecha han llevado entre 300 y 350 meriendas para familiares de los pacientes que se encuentran internados.
Anaid Ontiveros recuerda que “estuvimos aquí y vimos que no hay nada de comer; hay gente que no trae ni dinero y entonces lo traemos con mucho gusto. Hay personas que se han sumado a esta buena causa y nos han ido apoyando. Por lo pronto empezamos las familias, tanto su papá como yo. Ahora está toda la familia reunida”.
Antonio Estrella, padre de Alejandra, describe que las otras voluntades que se han sumado y que no pertenecen al primer círculo de la familia lo han hecho a través de informarse en las redes sociales. “Por ejemplo: mi jefe en mi trabajo, él ha contribuido para esto que lo hacemos en memoria de mi hija”.
Don Antonio describe que a la joven le gustaba mucho ayudar a la gente. “Entonces cuando estuvimos mucho aquí durante ocho días, hubo personas que nos ayudaron, nos apoyaron, entonces es devolverlo. Lo poco o mucho que nos dió la gente. Cuando las personas, amigos o familiares saben que esto lo hacemos cada mes, pues se suman”.
Anaid relata, mientras su voz parece quebrarse: “Mi hija cumplía años el 6 de enero, pero falleció cinco días antes. Entonces, todos los días, seis de cada mes, tratamos y nos esforzamos. En esta ocasión mi hermano y yo decidimos traer carne para asar. Se compraron cerca de 20 kilos para abastecer a las personas que están aquí. Trajimos chorizos y también elotes”.
Discretamente, el tío de Alejandra corrige: “Fueron 35 kilos de carne”.
Anaid continúa y refiere que “los polis acaban de pasar, y la verdad también les agradecemos, porque nos querían quitar, pero nos dieron chance por la labor que nosotros estamos haciendo“.
Antonio Estrella explica que cada mes es una experiencia diferente. “Ahorita una señora nos dijo: ‘Realmente los admiro mucho, se requiere de mucho valor y mucho amor y bondad de parte de ustedes para hacer esto con gente que ni siquiera los conoce’. Mucha gente lo hizo por nosotros, hay personas que llevan aquí un día sin comer o no saben a dónde ir a comer. Cuando ven esto, ellos simplemente agradecen. Lo que nos resta a nosotros decir es gracias al creador que nos permite hacer esto cada mes”.
Anaid Ontiveros, invita a que la gente que pueda, siga apoyando, y que tengan la voluntad de llevar alimentos a cualquier hospital, “porque la verdad cuando uno está aquí pasa por unos días terribles de angustia”. Poco a poco la fila de personas va decreciendo, así como los insumos. Pronto la noche llega y terminan su labor en memoria de Alejandra Estrella.