“Soy sobreviviente de violencia de género. Me casé dos veces y ambas veces los hombres eran violentadores, al grado de la violencia física”, expresó Josefina Meza Espinosa, integrante del colectivo Feministas por la Paz.

Con casi 58 años de edad, Josefina relata que fue hace 16 años cuando “salió del clóset del patriarcado” para declararse feminista. Reconoce que su edad ha sido motivo de señalamientos por parte de la sociedad porque “¿cómo es posible que alguien tan vieja y abuela, se declare feminista?”.

Ante ello, explica que el feminismo es una manera de vivir en lo personal, pero de luchar en colectividad. En congruencia con eso, comenzó a salir a marchar “en un estado tan complicado como Querétaro, que tan poco comprendía el movimiento feminista”.

“No solamente era [violencia] psicológica, también verbal, económica, patrimonial, porque yo siempre he trabajado y hasta mis bienes me vendieron en algún momento. Soy sobreviviente de violencia.

“Yo me divorcié a los 33 años por segunda vez y estaba muy dolida conmigo, porque la sociedad revictimiza. Entonces tuve que aceptar, porque la sociedad me lo decía, que yo no sabía elegir un buen hombre y la sociedad también te dice que tienes que buscar un hombre para estar completa”, dijo.

El despertar al feminismo de Josefina Meza surgió después de un día estar tirada en el piso, llena de sangre, después de que su pareja la pateó y arrastró por la casa, creyéndola muerta.

“Estoy segura que, dentro de su crisis de esta persona, pensó que me había matado. Y yo tengo marcas, marcas en mi rostro de esa violencia. Me puse a pensar en noches completas de reflexión: ¿qué podía hacer para que ninguna mujer tuviera que vivir lo que yo?

“En algún momento entendí, porque me lo dijo el sistema, que era un castigo. Yo decía ‘si yo soy más buena, me porto mejor, soy más educada y obediente que Perenganita, y ella tienen buen marido’, entonces no me hacía click”, afirma.

Después de estas reflexiones aceptó una invitación a un encuentro nacional feminista en 2011 y a partir de ahí comenzó la lucha feminista por desaprender lo que, por más de 40 años, la sociedad dictó que debía ser. Comenzó así a formar su propio criterio y la lucha por ella y por las demás mujeres.

“El feminismo es mucho de desaprender y mucho de volver a adquirir herramientas y conocimiento. Imagínate qué tanto me ha hecho feliz el feminismo, que hoy estudio dos maestrías, después de que solo tenía la secundaria. Estudié la prepa, fui candidata a diputada local, ingresé a la Facultad de Derecho. Yo quería hacer esto, imagínate si es algo en lo que yo he podido decidir. Soy feliz, lo primero que yo decidí en mi vida es ser feminista, todas las demás fueron imposiciones patriarcales”, celebra.

Lo anterior lo señaló en el marco del llamado hecho por parte de las integrantes de los colectivos que conforman el Movimiento Feministas por la Paz Querétaro, que marchará este viernes en Querétaro en el marco del Día Internacional de la Mujer, para lo que convocaron a las 5 de la tarde en la Plaza del Estudiante. De ahí parten a las 6 con destino al Jardín de la Corregidora donde realizarán el Festival por la Paz con espacios artísticos para toda mujer que quiera participar.

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