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Los cómics son un pasatiempo caro. Un aficionado puede gastar hasta dos mil pesos mensuales en la compra de sus favoritos, dice Jorge Alberto Barrera Flores, encargado de una tienda especializada en estos productos, quien agrega que la pandemia poco afectó sus ventas, pues los aficionados, frikis o geeks, como se les suele llamar, esperaron a que la tienda volviera a brindar servicio para adquirir sus historietas predilectas.
Personajes del universo Marvel, DC, independientes, así como manga, se ofrecen en el local ubicado en Plaza de las Américas. Junto con Jorge, Miguel Montes espera a los clientes.
No tarda mucho tiempo para que un joven que no pasa de los 30 años ingrese al recinto y comience a caminar entre los pasillos. Hurga en varias partes, aunque se nota que sabe a dónde va, pues al final sus pasos lo llevan a un lugar.
Entrar al local es transportarse a un universo paralelo, donde buscar entre los ejemplares de cómics, acomodados de acuerdo a personajes y orden alfabético, puede ser una incursión de varias horas. Para los aficionados que ya saben lo que quieren, la selección puede ser en menos tiempo.
Jorge dice que muchas veces se usa el término friki para designar a los aficionados a colecciones. Mientras, Miguel Montes, empleado de la tienda, dice que un friki es alguien interesado en la cultura popular, pero en ciertos temas, como ciencia ficción, de súper héroes, “ligeramente alternos”.
Coleccionar cómics, dice Jorge, es un pasatiempo muy caro, “en general cualquier cliente de cómics, son autosuficientes económicamente. Son mayores de 18 años, o niños de familias acomodadas”, explica.
“Son publicaciones mensuales de 100, 150 pesos, algunos. Si hay gusto por más de uno sale más caro. Hay ejemplares que salen cada 15 días”.
Miguel agrega que para los fanáticos de algunos personajes hay varias opciones, pues no sólo se publica un ejemplar, ya que diferentes series secundarias.
Muchos dicen que es inversión, añade Jorge, aunque eso se debe principalmente a los especuladores que llegan a comentar que ciertos ejemplares podrán costar mucho dinero en el futuro sin que eso suceda en la mayoría de los casos.
Los cómics más caros llegan a los dos mil a tres mil pesos, pero ha habido casos de primeras apariciones que alcanzan los 12 mil o 13 mil pesos.
Actualmente, apunta, los números uno de ciertos personajes se llegan a valuar en millones de dólares. Sin embargo, hay pocos cómics que mantienen su valor, pues es por la especulación que alcanzan cierto costo, pero pocos lo mantienen.
“No funciona como la oferta y demanda, de que por ejemplo hay 100 ejemplares [que llega a influir]. Pero es más por artista [que lo ilustra], por aparición, por ser el número uno, por la aparición de un nuevo personaje, la muerte de un protagonista, pero muchas veces es especulación, porque alguien dice que cierto cómic está bueno y se va a acabar”, detalla.
En la tienda también se vende manga, aunque en menor medida, no porque no haya fanáticos de los mismos, sino porque como se venden por tomos son más caros que los cómics.
Los cómics salen cada mes, por ejemplo, y cada seis números se hace un tomo.
Pero en Japón los mangas son publicaciones semanales, quincenales o mensuales, que cuando se adquieren los derechos en Estados Unidos, principalmente, se hacen las compilaciones, las novelas gráficas que contienen seis meses de material, dice Jorge.
“Creo que hay mucho fan del anime y del manga, pero por el costo no los compran mucho. Durante mucho tiempo la gente prefirió la piratería. Ahora ya hay mucho material, ya hay más acceso a las importaciones, pero hace 20 años el material era pirata o de contrabando”, dice.
El cine también influye en los gustos de muchas personas, aunque hay personajes que se mantienen en el gusto de los verdaderos fanáticos, como Batman, Superman y Spiderman.
Durante los últimos dos años, con la emergencia sanitaria, Jorge indica que sí “les pegó” en las ventas, aunque el impacto fue menor, pues sus clientes son fieles, “muy de fans”.
“Cerramos como mes y medio [y] cuando abrimos todos los cómics que se atrasaron, toda la gente que tenía miedo a salir traían su dinero, para ver qué se había juntado para ponerse al corriente”, abunda.
Lo que pueden gastar los aficionados puede ser desde 100 pesos, hasta dos mil pesos al mes. En ocasiones pueden ser 800 pesos a la semana.
La cantidad de títulos son un universo aparte. Los personajes son muchos más que los presentados en las películas de superhéroes, que de unos años a la fecha han puesto de moda a personajes que lucían sepultados para los grandes públicos y que estaban reservados para los verdaderos fanáticos.