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Una mujer detiene su auto frente al cerco policial en boulevard Villas del Mesón, en Juriquilla. Pregunta por qué está cerrada la vialidad.
Un oficial de Movilidad le dice que se debe al desalojo de un predio en la zona. “Ah, los paracaidistas”, responde la mujer con cierto desdén.
No hay enfrentamientos, fue un operativo limpio, aunque de las familias no hay rastro, no están en las inmediaciones del lugar.
Las unidades de las diferentes corporaciones policiales permanecen en la zona mientras personal municipal saca las pertenencias de las familias desalojadas, que son alrededor de 300, de acuerdo a algunos conteos.
Las pertenencias de los desalojados son llevadas al parque Bicentenario, dicen algunos agentes de Movilidad que dan celeridad a la circulación que se ve afectada por el corte a la vialidad, que es el camino principal para ingresar a Juriquilla pueblo y a los diferentes fraccionamientos de la zona.
A una distancia mayor, a un costado de Paseo de la República, se ubican varias patrullas de la Guardia Nacional con una decena de elementos de esa corporación federal.
Los camiones con las pertenencias de las familias desalojadas pasan intermitentemente por el cerco policial.
Las posiciones ante el conflicto son encontradas. Uno de los dueños del predio, Mario Sánchez, muestra su beneplácito por recuperar su propiedad; hace poco más de medio año las autoridades les habían entregado a él y otros dueños el predio, pero no pasaron más de 15 días para que fuera nuevamente invadido.
El hombre felicitó a las autoridades por recuperar el terreno. Le avisaron a las cinco de la mañana sobre el operativo de desalojo. “Fue lo mejor que pudieron hacer”, indica.
El ambiente al interior, dice, fue pacífico, aunque hubo algunos de los desalojados que opusieron resistencia, no pasó a mayores.
Agrega que en una junta con autoridades, el pasado domingo, les avisaron que llevarían a cabo el operativo para desocupar el terreno, cuyo conflicto comenzó en la década de los 90 del siglo pasado.
Durante parte de la mañana los camiones con enseres domésticos y materiales para construcción no dejan de salir de la zona, mientras otros vacíos regresan para seguir trasladando cosas.
Además, se ven salir grúas que llevan automóviles que se localizaron dentro del terreno recuperado.
Algunas patrullas también abandonan el lugar, al igual que camiones de transporte de elementos policiales.
La jornada será larga. Llegan tres camionetas con alimentos para los uniformados que permanecen en la zona durante todo el día. Aunque no hay una respuesta violenta por parte de los desalojados, éstos permanecen en el sitio, ante la mirada entre curiosa y sorprendida de los vecinos de Juriquilla.