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Querétaro, Qro.
Para la familia Pérez Arellano el coleccionismo no es sólo un pasatiempo, sino una forma de vida. En esta familia de seis integrantes todos tienen su propia colección de juguetes.
Edna Arellano y sus hijas mayores, Helen y Luna, tienen una colección de más de 200 muñecas Monster High, con más de 500 accesorios; esta colección de muñecas es considerada la más grande no sólo de Querétaro, sino del Bajío.
Por su parte, Ángel y sus hijos Eidryan y Eli coleccionan distintos carritos Hot-Wheels y algunas piezas de Batman.
Colección única
La aventura del coleccionismo llegó a la familia gracias a Ángel Pérez, quien adquiere autos Hot-Wheels e incluso su colección llegó a conformarse por más de 2 mil piezas. Él, al igual que otros coleccionistas, inició en esta actividad debido a sus fuertes recuerdos de la infancia.
“Desde que era niño yo siempre quise un carrito Hot-Wheels, ya sabes, el juguete que siempre le pides a los Reyes y que nunca te trajeron; cuando tuve mi primer trabajo me compré mi primer carrito de estos, años después mi esposa me regaló otros de colección y desde entonces no he parado. Mi colección llegó a tener más de 2 mil piezas”, cuenta.
Así fue como de la pasión de Ángel por hacer crecer su colección, Edna y sus hijas también comenzaron su propia colección, ellas se decidieron por las muñecas Monster High. Esta colección inició con un par de muñecas para regalarlas a sus hijas en Navidad y hoy ya tienen alrededor de 200 muñecas con más de 500 accesorios.
Edna y sus hijas, Helen y Luna, dicen con orgullo que su colección de muñecas Monster High es considerada la más grande del Bajío. Se han presentado en distintas convenciones de coleccionistas realizadas en Querétaro, Celaya y Ciudad de México, y en todas estas su colección ha llamado la atención de grandes y chicos, no sólo por el número de muñecas, sino también por la originalidad de cada una de ellas.
“Hoy tenemos una colección de más de 200 muñecas con más de 500 accesorios, y todavía buscamos piezas únicas para agregarlas a la colección. Lo que más nos gusta es el impacto que causa en las familias, se emocionan mucho al ver esta actividad que todos realizamos en familias. Muchas de las muñecas son modificadas por nosotras, lo que las hace aún más especiales en el mundo del coleccionismo.
“Hemos ido a convenciones realizadas en Celaya, Ciudad de México y por supuesto aquí en Querétaro, siempre llenamos al menos dos tablones para exponer y aún así no es suficiente el espacio para sacar todas las piezas y accesorios de la colección, siempre se quedan cosas en las cajas. Tenemos una de las colecciones más grandes del Bajío, los propios exponentes y organizadores nos han dicho que no habían visto una exposición de muñecas tan grande y que fuera de una sola familia”, señala muy orgullosa la madre.
Esta familia se considera afortunada de tener un gusto en común, el coleccionismo, pues en muchos casos quienes se apasionan por esto no lo comparten con su familia.
Sana actividad en familia
Tanto Edna como Ángel aseguran que el coleccionismo es una sana actividad que realizan en familia, que enseña a sus hijos la importancia de tener paciencia para hacer crecer la colección, y también disciplina, pues realizar dicha actividad requiere de grandes compromisos económicos.
“Esta es una actividad sana que realizamos todos en familia, pasamos tiempo juntos, destinamos tiempo en hacer crecer las colecciones, a todos nos gusta mucho participar en exposiciones porque podemos mostrar algo que nos gusta mucho y que hacemos desde hace varios años”, comentan los integrantes de la familia.
Aunque las colecciones de esta familia son muy amplias, también han optado por vender algunas piezas; por ejemplo Ángel Orlando Pérez ha vendido varios de sus autos Hot-Wheels, lo que le ha permitido quedarse únicamente con las piezas que considera más valiosas.
“Con esto del coleccionismo uno se vuelve cada vez más selectivo, de mi colección de hot wheels que llegué a tener más de 2 mil piezas, fui vendiendo varios carritos y me quedé sólo con camionetas y autos deportivos, después de esas ventas me quedé con 500 piezas, pero esas piezas son las mejores para mí.
“Sí es un gasto importante mantener una colección y hacerla crecer, pero también es una inversión, porque cada pieza va subiendo de valor, hay algunas piezas que en algunos años suben de valor a veces hasta 1000%, como coleccionista también vas desarrollando esa habilidad para comprar lo que vale la pena, conservar las piezas más valiosas no sólo por su costo, sino por la importancia de la pieza misma”, señala.
A los nuevos coleccionistas, Edna y Ángel les recomiendan no desistir y tener paciencia. Insisten en que en una colección no importa el número de piezas, sino el valor sentimental que cada coleccionista deposita en todas ellas.
“Para tener una colección no necesitas tener 100 o 200 piezas, una colección no tiene un número definido de piezas, lo que importa es el valor sentimental, la importancia que tú cómo coleccionista le das a cada objeto, si tienes una colección de cinco libros que para ti son muy importantes, pues esa es una colección completa para ti, no se necesita más”, comentan los coleccionistas.