Más Información
Oswaldo Silva Mora pule dos bloques de mármol con la técnica más antigua y natural, uno contra otro en giros como una caricia eterna, dándoles un masaje con carburo de silicio de 220 dejando su piel perfecta para realizar la verdadera litografía queretana. Y es que el artista visual, experto en grabado, ha descubierto a través de una amplia tesis de investigación que el mármol queretano endémico de la comunidad de Vizarrón de Montes, en el municipio de Cadereyta, es perfecto para el proceso de litografía.
Silva Mora es fundador del taller Cereso Gráfico, que adopta el nombre de los primeros talleres que se brindaron en el centro penitenciario de Acámbaro Guanajuato en 2005; y desde 2013 es un taller especializado en la gráfica.
Si bien este proyecto inició en espacios de reclusión, las intervenciones artísticas “nos llevaron aquí en Querétaro a compartir con universitarios, barrios, colonias, incluso al centro de readaptación femenil. También fuimos a la sierra a dar los talleres, ya que contamos con un dispositivo móvil de intervención gráfica que consta de una de una camioneta perfectamente equipada, con la que visitamos 10 municipios”, explica.
“Bajando del municipio de San Joaquín pasamos por Vizarrón y nos dimos cuenta de la presencia del mármol, lo que detonó el interés por hacer una investigación profunda sobre quién y cómo lo trabaja”.
Oswaldo termina el pulido y se dirige al interior del estudio donde aguarda el tórculo (maquinaria donde se realiza el grabajo). Toma asiento y comienza a dibujar sobre otro bloque y explica sobre la investigación. “Se adquirió una pieza para realizar las primeras experimentaciones en cuanto a las características para dibujar. Sobre este mármol de Vizarrón aún no se sabía hasta dónde podía llegarse con él, lo que sí se sabía es que era una piedra caliza apta para realizar el proceso de litografía. El proceso de experimentación e investigación de la piedra caliza de Vizarrón llevó cerca de un año”.
El proceso de estabilización
En una visita que realizó a la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Andrés Vázquez Gloria, coordinador del Taller Nacional de Gráfica, acudió al Cereso Gráfico y ofreció a Silva una residencia de experimentación en el taller nacional que se encuentra en Aguascalientes.
Durante su estancia Oswaldo Silva observó que no solamente llevaba sus piedras, sino que también las piedras del estado. Además percibió que la piedra era un él o ella y que podrían tener un nombre. Al volver de una estancia en el Taller Nacional de Gráfica aplicó el proceso de aprendido y fusionado con los procesos de Xalapa y Oaxaca, logrando un híbrido de preparación para el mármol de Vizarrón.
“Cuando estuve haciendo los acercamientos para determinar cuál mármol es el adecuado te das cuenta que existe una variedad bastante amplia. Al final se seleccionó una piedra que no tuviera muchos cristales y vetas. En el negocio de la venta de mármol entre más vetas está más bonito. Pero para en el trabajo de las litografía entre menos vetas afecta menos al dibujo. Por lo tanto, el mármol ‘Blanco Querétaro’ es al que se le hizo la apuesta. En taller observamos que el mármol es más duro que el de Tilaco o el de otros lugares de la República porque tiene más cerrado el poro. Ello implica que el pulido será un trabajo más intenso”.
Una vez que se logró estabilizar la piedra, se generó una carpeta de grabados hechos por 32 artistas emergentes y de trayectoria aquí en Querétaro. Con ello se evidencía y se visibiliza el trabajo de la litografía local.
“La litografía queretana está iniciando, estamos en pañales y su nombre adopta no por el desarrollo académico sino por la piedra que se extrae del lugar en donde se realiza la obra de arte” apunta contundente.
“Independientemente si el autor nació en EU o en México, se llama litografía queretana porque se hace con piedra queretana. Es decir, se realiza con materiales del entorno, he observado que en otros talleres en la mayoría de los casos los materiales no son nativos y puedo asegurarlo, los traen de otros lugares”.
Litografía más económica
Silva comparte que “el mármol lo crea la naturaleza a partir de sedimentos de crustáceos por miles de años en el mar. Sin embargo ya se acabó ese tipo de piedra, está agotada (en Europa). Por lo tanto en este momento es costosísima”.
El costo de una piedra litográfica de 30 por 40 centímetros, de procedencia alemana, tiene un costo cercano a los 7 mil pesos. “Pero utilizando un material endémico de Cadereyta el ahorro es potencialmente mayor, el precio baja hasta 10 veces”.
La piedra como aportación al arte
La aportación al quehacer artístico del estado es nuevo. Silva indica que “es importante para esta zona de Querétaro que haya este tipo de aportaciones porque nos damos a la tarea pensar que en el estado tenemos un montón de valores, de recursos naturales, de costumbres que muchas veces no volteamos a ver. Y andamos comprando y trayendo de otro lado, pensando que autentificamos el arte queretano.
(Con el mármol queretano) nos echamos la apuesta y hemos tenido resultados interesantes y los ojos nacionales e internacionales voltean a ver a Querétaro como un espacio culturalmente activo, en donde se realizan innovaciones y propuestas de creación técnicamente hablando, no solamente la imagen, sino con técnicas innovadoras a nivel internacional. Esto solamente se da en Querétaro. Aquí se puede hacer litografía nativa”.
