Las revelaciones hechas por las fuerzas armadas de Estados Unidos sobre las investigaciones que realizan de objetos voladores no identificados y la desclasificación de algunos videos donde se muestran estos fenómenos, propició que el tema esté en las primeras planas y que sea visto con mayor seriedad, afirma el periodista e investigador, Yohanan Díaz Vargas.
En diciembre de 2017, The New York Times destapó que en Estados Unidos había un desvío de recursos económicos por 20 millones de dólares para indagar el tema de los ovnis. Se hizo toda una investigación y el mundo supo que el tema de los Ovnis es abordado por Estados Unidos.
“Nos dimos cuenta que es algo que ayudó a que la ciudadanía, a nivel internacional, comprendiera que es un fenómeno real, que es un fenómeno serio y que Estados Unidos no ha logrado explicar”.
Hace 10 años, dice, la NASA se burlaba. Las universidades que ahora investigan la temática, discriminaban y denostaban a personas que se atrevían a levantar la mano para expresar algo de los ovnis. Los tiempos han cambiado, las autoridades estadounidenses mencionan: Es una tecnología superior no humana, pero no están abordando el tema extraterrestre, pero si alguien dice “no humano”, entonces qué es. Es la interpretación que se le dé, pero para ellos, para la gente de inteligencia, para la gente de la milicia, es tecnología no humana.
“Esto nos llevaría a entender que si uno de los países y de los ejércitos más poderosos del mundo no le puede dar una explicación, creo que estamos ante algo que ha sido ya reconocido como no humano, pero que nos llevaría a distintas consideraciones, entre ellas que no estamos solos, de que en realidad una civilización aparentemente con una tecnología superior estaría ya aquí, entre nosotros y nos llevaría a diversos retos”.
“Ya viéndolo desde la parte de México, porque si México no se involucra dentro de la investigación de manera oficial, de manera seria, objetiva, para darle seguimiento al tema de los (objetos) no identificados, nos faltará mucho para comprender y entender un fenómeno en el país que es tan socorrido y que tiene una gran cantidad de avistamientos ovnis en diversos puntos de la República Mexicana”.
Actualmente, dice, no hay ningún interés de los actores de la política de México en investigar el fenómeno.
México cuenta con una casuística rica en cuanto a ovnis. Incluso Yahanan ha sido invitado a hablar del tema en la Sedena y fue al área de inteligencia de la Fuerza Aérea de México.
“Al estar con ellos, al presentarles lo más importante hasta ese momento, recuerdo que al último de esas conferencias, cuando ya se los permitieron, sus superiores se acercaron con un servidor decían que lo que había presentado en tal video de ese objeto con forma de esfera nosotros también lo vimos, nosotros tenemos reporte, nosotros tenemos fotografías, tenemos documentos en video”.
Les preguntaba, narra, si podía tener acceso a los reportes de los militares, la respuesta fue negativa, pero sí había sido invitado es para saber qué tanto sabía del tema y conocer si el fenómeno es un peligro para la aviación. En lo privado los militares reconocen el tema de los ovnis, pero públicamente lo niegan y no quieren saber nada.
En Latinoamérica hay cinco países que de manera oficial investigan el tema: Uruguay, que es el primero, en 1979; Argentina, Chile, Perú y Ecuador. Estas naciones han conformado un bloque regional para compartir información y estar al pendiente de esos objetos.
“México tiene un papel muy importante en estos momentos, que esperemos no se deje ir, que realmente se involucre la clase política para que entienda que es un fenómeno que puede representar serios problemas en un futuro si no se crean todas las bases y lo necesario para que se pueda reportar, para que se pueda estudiar y para que se pueda dar a conocer a la ciudadanía que estamos ante un fenómeno que es real, que es auténtico”.
Testimonio
Raúl Fabrizio García tuvo un encuentro inusual. Sucedió el 17 y 18 de mayo de 1997, en La Rumorosa, junto con dos jóvenes, en un retiro, al sur del poblado de Lobo, donde se encuentra el ejido Guadalajara II.
Emprendieron una caminata, pero el guía se perdió y ellos se separaron. Dos de ellos, menores de edad, se juntaron con él porque tenía conocimientos de campismo. Pasaron la noche en el campo, se subieron a los árboles para evitar ser mordidos por las serpientes de cascabel que abundan en la zona.
Entre las siete y media y ocho de la noche fue cuando vieron el primer ovni. “Pudimos observar este objeto que flotaba, que se mecía de un lado a otro, algo retirado, pero se le podía ver la forma de un platillo. Fue la primera cosa rara que vimos”, narra.
Después observaron unas luces que luego identificó como seres luminosos, fueron rodeados por ellos desde las nueve de la noche hasta las cinco de la mañana. Los describe de 90 centímetros de alto, cabeza grande, brazos y cuerpo delgado, brillosos, blancos, fosforescentes.
“Ahorita ya uno lo platica porque ya son 26 años de aquella experiencia, pero estando arriba de aquel árbol, guarecidos de la noche y con el temor de que cualquier animal salvaje llegara ahí… primero ver el ovni fue un asombro. No estábamos cazando ovnis..., era un retiro espiritual. Nos asombramos… cuando vimos estos seres luminosos hubo temor, porque no sabíamos su intención”.
Por su parte, el investigador Dino de Labra, con más de 25 años de experiencia en el periodismo de misterio, expresa que hace unos años estos temas se veían como entretenimiento, algo sin sustento científico.
De unos años para acá, desde 2017 con las pruebas de Estados Unidos, los seres humanos se dieron cuenta que estos temas que se veían como conspiraciones eran una realidad.