El primer maratón en el que participó fue en Querétaro, donde radica desde hace diez años. Ahí fue el inicio de lo que ahora es su objetivo y filosofía de vida: recorrer el interior del país a través de este deporte.
Óscar Gómez Garrido tiene 43 años, es originario de Ciudad de México. En febrero del 2001 tuvo un accidente que marcó su vida, desde entonces vive con discapacidad motriz, una condición que ha adaptado a los deportes que practica.
“Entro a competencia con personas convencionales, no estoy dentro de la categoría de sillas, he participado en categorías, pero mi objetivo y mi filosofía es integrarme al grupo social, ser parte de esta sociedad y adaptarme al medio”, cuenta el hombre.
“Mi primer maratón fue en Querétaro, participé y me gustó, de ahí surge la filosofía de recorrer el interior de la República a través de mi silla para poder ayudar a muchas personas”, narra en entrevista.
“Lo decidí a través del maratón, porque a través de un maratón uno pasa por diferentes emociones, todo está preparado, conoces lo más importante de la ciudad”, explica.
Querétaro, Guanajuato, Sinaloa, Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Puebla, Veracruz y Yucatán, ya están en la lista de entidades palomeadas por Óscar, en su objetivo de rodar en las 32 entidades federativas que integran el país.
Su participación en los maratones no sólo entraña una causa personal, sino también social; en ello ha encontrado una vocación para motivar al resto de participantes, para ser un ejemplo de fortaleza y de superación.
Entre las competencias recientes recuerda con agrado su participación en el maratón de León, en el estado de Guanajuato, en septiembre, donde obtuvo un tercer lugar.
El domingo 28 de octubre también participó en el maratón de Ciudad de México, donde mejoró su tiempo.
No contar con una silla propia para la disciplina está lejos de ser un impedimento; por lo contrario, ha sido un proceso de adaptación y de competencia consigo mismo.
“También descubrí que no hay impedimento [para participar], yo no tengo silla para competencia, pero fortalezco mis brazos, me gusta entrenar diario, ser perseverante. Y ese es mi objetivo: el poder impulsar, ayudar, orientar a las personas y eso es lo que hace que yo siga adelante”, relata.
“Posteriormente descubrí que muchas personas dicen que a través de mi experiencia puedo ayudar a otras personas”, comenta.
Al iniciarse en los maratones, recuerda, su anhelo era contar con una silla especial para el deporte, pero ese anhelo se disipó y se convirtió en su propia aceptación, significó reconocer su discapacidad, adaptar la disciplina a ella y difuminar cualquier señal de limitación.
“Me hubiera gustado tener una silla especial para la disciplina, pero con el tiempo fui descubriendo que mi vida es así, es estar todo el tiempo sentado, depender de un aparato, entonces para mí esto es competencia, es competir conmigo mismo, con mis emociones y adaptarse a las circunstancias.
“Me gusta mejorar mi tiempo, dar competencia, pero también reconozco y acepto que con el simple hecho de participar y mejorar mi tiempo es suficiente”, detalla.
Relata que usar el transporte público es complejo, debido a que las unidades no están adaptadas para el uso de personas con discapacidad.
Óscar hace un llamado a las autoridades y a la ciudadanía para sensibilizarse y ser empáticos, para generar un entorno incluyente y crear condiciones para la movilidad de las personas con discapacidad.
La actividad deportiva de Óscar también ha sido un puente para externar su historia de vida, para exponerla y motivar a los corredores con quienes comparte trayecto, a las personas que acuden a sus conferencias.
Hablar de su experiencia de vida es otra de las grandes motivaciones de Óscar, así ha recorrido empresas y universidades en Nuevo León, en Puebla, en Ciudad de México, en Querétaro; siempre abierto a las invitaciones para contar su historia, los medios de contacto son su correo electrónico ruedasgarrido@gmail.com y redes sociales (en Instagram como Óscar Garrido u Oscar_el_ruedas).
“Me gustaría seguir dando conferencias en empresas, a jóvenes que practiquen diferentes disciplinas y poderles impulsar de esa forma, hacerles ver que la discapacidad es sólo algo físico, pero no mental.
“Entonces mientras hay actitud hay esa motivación y esas ganas de seguir adelante y por lo tanto de demostrarme que soy capaz de poder vencer todas estas adversidades”, comenta con entusiasmo.
Por ahora, Óscar planea seguir activo en el ámbito deportivo, participando en natación, atletismo y en triatlones. Y así continuar su recorrido por el interior del país.