La contingencia generada por la presencia del Covid-19 y el aislamiento social impuesto por las autoridades afecta a Lorenzo Olvera, bolero que ha visto caer el número de clientes que acuden a él para dar “bola” a su calzado. De 15 o 20 clientes que tenía la semana pasada, actualmente apenas atiende a cinco, incluso el martes pasado no llegó ningún cliente.
El bolero acaba de dar grasa a los zapatos de un cliente. El hombre paga el servicio y se retira. Lorenzo acomoda sus grasas y cepillos, mientras dice que a pesar del aislamiento social él no puede parar de trabajar.
“No lo puedo parar, porque es una fuente de trabajo y no puedo estar aislado, porque no tenemos otro ingreso. Tenemos una forma de sostener a la familia. Los únicos que están aislados en la casa es parte de mi familia(…) Para poderlos sostener necesito estar fuera de mi casa y cuidarme lo más que se pueda”, explica.
La jornada de Lorenzo comienza a las 7:40 de la mañana y termina a las 6:30 de la tarde. En estos primeros días del aislamiento social por la contingencia sanitaria dice que ha disminuido la cantidad de personas a las que atiende.
Actualmente son cinco personas diarias a quienes asea su zapatos, más los pares de calzado que le llevan para que les dé “bola”. En un día normal son entre 15 a 20 personas a quienes atienden.
La contingencia sanitaria por la presencia del Covid-19 ha limitado las actividades en el estado. Las clases suspendidas y muchas personas trabajando desde sus domicilios limitan la cantidad de gente en la calle y, por ende, los posibles clientes del Lorenzo, quien además de dar el servicio de aseo de calzado, vende dulces para generar unos ingresos extras.
Otro cliente llega para el aseo de su calzado. Sube al banco y Lorenzo comienza con su labor. Mientras dice que dependen de él cuatro personas. Sus hijos actualmente no trabajan por la contingencia.
Un mes de aislamiento y baja de personas en las calles es mucho para Lorenzo, que ve como sus ingresos caen por la falta de personas.
Han bajado las ventas. Lorenzo dice que ve la calle muy sola. Incluso los dulces se venden menos. Espera que la situación no se recrudezca. Si es ese el caso el gobierno deberá de hacer algo para apoyar a las personas que tienen que trabajar en la calle y que ven mermados sus ingresos.
“El gobierno tiene que ver de alguna manera una solución, porque la gente que somos medio de sostén de una familia y trabajamos en la vía pública no tenemos más que este ingreso y no tenemos muchos ingresos”, subraya.
Lorenzo es un hombre de fe. Esa fe lo mueve a salir todos los días y confiar en que todo marchará mejor. Es peregrino a la Basílica de Guadalupe, a donde acude todos los años sin falta, y esa misma fe lo motiva a salir todos los días a su lugar de trabajo, aunque sea riesgoso. Pero la fe lo mueve. Sobre la peregrinación, no sabe si se llevará a cabo este año. También está en suspenso la realización, aunque a ellos, como peregrinos, aún no les notifican nada de manera oficial.
Lorenzo se toma unos segundos para pensar lo que dirá cuando se le pregunta si siente miedo por estar en la calle, en contacto con personas que quizá, sin saberlo, sean portadoras del Covid-19.
“El miedo siempre va a existir, pero si tienes ese temor porque estás trabajando en la vía pública, estás en un ambiente libre. Cualquiera puede enfermar. Yo tengo fe que mientras esté aquí no me pase nada, pero el miedo siempre va a existir. Es el riesgo que corremos todos los que trabajamos en la vía pública, porque quién nos va a mantener. El gobierno no te va a dar el sostén para tu familia”, precisa.
Agrega que el mensaje que daría a las autoridades, no sólo para el gobierno del estado, sino también para el municipal es que deben de tomar cartas en el asunto para ayudar a quienes tienen que trabajar en la calle, que no reciben un sueldo fijo y que dependen de salir todos los días para obtener el sustento para sus familias.
“Si esto sigue así, debe de haber, así como hay recursos para desastres naturales, debe de haber recursos para mitigar las consecuencias de esta contingencia y seguir con las mismas indicaciones del gobierno, pero debe de haber un apoyo para la gente de pocos recursos que no tiene más que luchar y buscar el pan de cada día en la vía pública. Que lo vea el presidente municipal, que hay gente que está luchando porque no le pase nada, pero también por llevar el sustento a su familia”, puntualiza Lorenzo.