“Yo le pido a la autoridad que dé a conocer la lista de las personas que tienen hospitalizadas o detenidas, porque nadie nos sabe decir en donde están nuestros amigos”, dijo Antonio Mendoza, aficionado nacido en Guadalajara que radica desde hace dos años en Querétaro.
Antonio, seguidor del Atlas, estuvo presente en el estadio Corregidora, en donde este sábado se desató una trifulca entre aficionados de Gallos y Zorros, que terminó con un saldo de 26 lesionados, tres de ellos en estado de gravedad.
La mañana de ayer, Antonio, acompañado de sus menores hijos, recorrió las principales unidades médicas de la capital queretana para preguntar sobre el paradero y la salud de amigos y conocidos de los cuales no sabía en dónde estaban tras la resca registrada este sábado.
“Ya visité el Hospital general antiguo de Querétaro, también nuevo Hospital General de Querétaro, al IMSS regional número 1, pero no nos dan información”, expuso con tristeza.
En Querétaro, dijo, anda buscando a sus amigos, conocidos y paisanos, “debido a que no sé nada de ellos, son de Guadalajara, es por eso que ando preguntando si están en los hospitales o detenidos”.
“Es la primera ocasión en mi vida que ando buscando a unas personas, pero lo que veo es que la información es nula, llegamos y preguntamos y no nos saben decir qué pasa. Es muy limitada la información”.
Puntualizó que fueron alrededor de 15 personas las que anduvo buscando ayer domingo, “algunos conocidos y otros más porque me pidieron amigos cercanos pedir información”.
Expuso que estaba en las gradas del Corregidora cuando se realizaba el partido entre Gallos Blancos y el Atlas, correspondiente a la jornada nueve del torneo de clausura 2022, “vivíamos los atlistas un momento de fiesta con canticos porque íbamos ganando, cuando de repente se soltó la trifulca”.
“Yo estaba con mi familia en las gradas y cuando empezó el segundo tiempo empezó una riña entre la gente que le va al equipo de Querétaro y en cuestión de segundos estábamos rodeados de la barra de Querétaro. No sé como les dieron acceso, pero entraron a donde estaba la porra de Atlas”, expone.
Refirió que lleva dos años viviendo en Querétaro, “soy de Guadalajara y estaba apoyando al Atlas. Nosotros corrimos a resguardarnos a la zona de los vestidores”.
En ese momento, agregó, “más que miedo, era una sensación de resguardarnos muy rápido, quería en ese momento proteger a mis hijos, es por eso que no volteaba para atrás.
“Yo corrí hacía las bancas de los equipos, pero tuve la suerte de que ese momento abrieron la puerta de los túneles que conducen a los vestidores y afortunadamente eso me permitió que saliera a salvo junto con mi esposa y mis dos hijos”.
A 24 horas del suceso y pese a que ya paso todo, Antonio declaró: “todavía estamos muy asustados”.
La plaza de Querétaro, estimó como aficionado al futbol, es la más insegura de la liga, “pues yo he tenido la oportunidad de ir a varios estadios y de todos, pienso que el Corregidora es el que menos seguridad tiene, se tiene la peor logística para controlar a las porras y con todo lo que sucedió no quedan ganas de regresar, nos sentimos muy desconsolados con lo que sucedió”.
En cuestión de segundos, reiteró, “nos sentimos desprotegidos, debido a que en todos lados veías que les pegaban a todos los que traían playeras de Atlas, por eso es me dio mucho miedo, porque también traía mi playera de los Rojinegros”.
“Pero yo salí a salvo porque corrí y no intenté defenderme y tampoco busqué defender a la gente que golpeaban, pese a que por momento me daban ganar de ayudar, pero no había forma, pues veía que 15 porristas del Querétaro le pegaban a 1 del Atlas”, añadió.
“Le pegaban a personas de todas las edades; vi a un niño como de siete años que era pateado por un porrista de Gallos, pese a que su abuelita intentó defenderla, pero a la señora le dieron un puñetazo en la cara”, recordó con tristeza.
Durante el incidente no se veía ningún policía, “no sabíamos en dónde estaban, por eso no me quedan ganas jamás de ir a un partido de futbol en el estadio Corregidora, debido a que no hay garantías para la afición que le va al equipo visitante.
“Y siempre pasa lo mismo, las porras del Querétaro golpean a las porras visitantes, sin embargo, siempre dicen las autoridades que hay saldo blanco y de ayer [sábado] se conoce, porque se les salió de las manos y no se podía ocultar”.
Otros de los aficionados queretanos que le va al Atlas y que vive en Querétaro es Gustavo Montoya, quien se presentó con su playera de La Academia hasta las puertas del nuevo Hospital General de Querétaro para ofrecer ayuda a sus paisanos que tienen familiares internados “para que vayan a mi casa a comer, bañarse o cualquier otra cosa que necesiten”.
“A esta iniciativa se quieren sumar algunos amigos míos, debido a que hice la convocatoria por redes sociales, sin importar que sean aficionados o no al futbol”, destacó.
Dijo que salió a la calle con miedo por traer la playera del Atlas, “prueba de ello es que recibí varias mentadas de madre. Aunque yo considero que el ponerme la playera no es una provocación, sino una invitación para que nos llevemos bien y nos ayudemos”, enfatizó.
Consideró que la directiva de Gallos Blancos y las autoridades de Protección Civil no midieron el alcance de este partido, en donde hay una rivalidad muy grande con el Atlas, “pese a que yo creo que las barras son el principal problema que hay en los estadios”.Dijo que lo que piden los aficionados que le van al Atlas a la autoridad de Querétaro es que den resultados inmediatos en las investigaciones que ya se iniciaron para dar con los responsables de los hechos.