Las bajas temperaturas hicieron estragos en las primeras horas de este 12 de enero en dirección al Ecocentro Expositor, donde causaron un poco de neblina.
Son las 07:30 de la mañana y en El Marqués el termómetro marca 6 grados, en un día en que la temperatura mínima será de 3 grados y la máxima de 23. Con este clima gélido arranca el primer día de vacunación de refuerzo para los trabajadores del sector educativo del estado.
En el camino al Ecocentro ya se observa la afluencia de vehículos, también un par de personas que se dirigen al mismo punto. Uno de ellos lleva en sus manos unas hojas blancas, parecieran ser su expediente de vacunación, el formato que deben llevar impreso para agilizar el proceso.
Aún no dan las 08:00 horas —cuando debe iniciar la jornada— y ya hay una fila de carros para acceder al estacionamiento del recinto.
En las primeras horas de esta jornada se observa una importante asistencia, la cual crece conforme avanza el tiempo. Las chamarras, los gorros, los suéteres e incluso algunas bufandas reconfortan la espera de quienes serán inmunizados.
Tomar un turno en la fila implica caminar hasta el área del estacionamiento donde se encuentran las unidades de transporte colectivo. Hacia allá se dirigen quienes llegan al Ecocentro y también hacia ese camino es al que dirigen las personas que son parte del staff del sistema de vacunación.
Una vez en la fila, esta avanza rápidamente; a tan sólo unos pasos integran a las personas en tres filas, en forma curva, semejante a la estructura de serpiente; entonces la concentración de personas es mayor y el avance un poco más pausado.
A un costado de las filas, entorno al característico arco azul que da la bienvenida al Ecocentro, ya están listos los vendedores de tamales, atole, la variedad de comida también incluye flautas de pollo, así como refresco, agua y —sin olvidar que estamos en pandemia de Covid-19— hay un puesto donde venden cajas de cubrebocas y también piezas individuales para quienes solo desean comprar pocas piezas.
Son las ocho de la mañana y cambia la imagen de los caminantes que van llegando, minutos antes ingresaban de una a dos personas, ahora se ven grupos de decenas que ingresan y se incorporan a la hilera para ingresar al recinto.
El paso de los formantes continua y a punto de llegar al ingreso del Ecocentro, las tres filas se convierten en cinco, una vez pasado este filtro, vuelve a integrarse una sola fila.
Dentro, en la nave, algunas personas empatizan hablando del clima: “nada más estamos a 6 grados” comenta un señor mientras espera para ser vacunado contra el virus.
“Esta vez fue más rápido” se escucha decir a otro hombre, a lo que una mujer responde “ya agarraron experiencia”, mientras hablan del proceso de logística para ingresar al recinto, el cual esta vez les pareció más ágil.
María del Carmen Escobedo es docente a través del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe). Llegó a las ocho de la mañana y sale de la vacunación minutos antes de las 10 de la mañana.
“Fue muy rápido, igual que la vez pasada, porque llegué a las ocho y ahora ya casi son las 10:00, la fila avanzaba muy rápido. Es lo mismo que la vez pasada, porque tampoco tardé mucho”, comenta María.
Contar con el refuerzo de la vacuna, comparte, le brinda más seguridad para desempeñar su trabajo como maestra de niños de preescolar.
“Se siente uno más seguro ingresando al aula, también por seguridad de los niños. Una se siente más segura y confiable, tomando en cuenta todas las medidas. Ya retomamos actividades presenciales desde el 31 de agosto, atendemos a pocos niños, pero sí desde que inició el ciclo escolar hemos asistido a clases presenciales”, destaca la maestra de preescolar.
Alejandro Pérez labora en el Centro Nacional de Metrología (Cenam), comenta que desde que tomó el autobús para llegar al Ecocentro hasta el momento en que ha salido, han pasado casi dos horas, un tiempo —refiere— normal, considerando que fue lo que tardó en mayo del año pasado, cuando acudió a la primera jornada de vacunación para el sector educativo.
“Todo fue puntual, sin problema en la vacuna. Desde que tomé el autobús tardé como dos horas. Fue igual que el año pasado. El proceso fue rápido, tardé lo normal que son como dos horas. Es muy importante seguir con el proceso que permite estar protegidos contra el coronavirus” dice.
Nancy Espinosa —trabajadora administrativa en la Universidad Mondragón México— también llegó puntual, a las ocho de la mañana. Su paso por la fila de espera fue rápido y ágil. Sin embargo, refiere, notó algunos cambios en la logística y por momentos hasta un poco de desorden.
Una de las modificaciones que detectó, en relación con el año pasado, fue en el momento de aplicarle la vacuna, pues la vez pasada se suministraba a través de un carrito en el que los aplicadores portaban las dosis, lo que permitía vacunar conforme su paso.
“Sí hay cambios, creo que esta vez está un poquito más desordenado, por ejemplo, en las filas creo que hay un poquito de desorden. Dentro, cuando te vacunan, antes había unos carritos de servicios e iban rápido, ahora van uno por uno, van por una vacuna y regresan”, explica la trabajadora.
Hasta el 15 de enero se seguirá aplicando el biológico de Moderna en el estado, específicamente para el sector educativo que recibió la dosis única de CanSino.
Datos del gobierno estatal estiman vacunar a 49 mil 903 trabajadores del sector educativo.