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Marthita siempre soñó con ser soldado y formar parte del Ejército Mexicano; sin embargo, hace cuatro años, cuando le detectaron leucemia, pensó que aquel sueño militar se desmoronaba, hasta que recibió una invitación de la 17 Zona Militar para convertirse en Soldado por un Día.
La niña de 13 años, quien actualmente recibe tratamientos en el Teletón Querétaro, no lo pensó más y acudió orgullosa a la base, donde ya la esperaban los militares y un uniforme camuflajeado hecho exactamente a su medida.
Portando su vestimenta verde pixeleado, como el que usan los soldados mexicanos, la pequeña Martha Itzel Figueroa Lule se integró en la linea de honor y recibió la bienvenida de los elementos.
“Nació el 20 de octubre del 2005 en Huixquilucan, Estado de México. Le gusta pintar con acuarelas y maquillarse; los juegos de mesa y los gatos. Sus colores favoritos son rosa y negro”, leyó en voz alta uno de los militares.
Una vez realizado el protocolo, Marthita subió a un vehículo militar y disfrutó de un recorrido por las instalaciones; posteriormente, compartió un desayuno con sus acompañantes.
Como parte de las actividades de ser Soldado por un Día, visitó varios stands, en donde los soldados le explicaron cómo funciona cada especialidad dentro del Ejército Mexicano. Se tomaron una foto grupal y el Comandante Antonio Soto entregó a la niña un reconocimiento en el cual reconocen su lucha y tenacidad ante las dificultades de la vida y la consideran un ejemplo a seguir.
“Me siento muy feliz de poder usar el uniforme. Todo me ha gustado mucho, nunca había venido a la Zona Militar, pero desde que yo iba al kinder ya quería ser soldado, siempre me han gustado las cosas del Ejército”, comparte Marthita, como la llaman sus familiares y amigos.
Su madre, Maricruz Lule Cisneros considera que Martha es privilegiada al vivir una experiencia de este tipo, pues, dice, es un sueño hecho realidad. Hace cuatro años detectaron que la niña tenía leucemia, desde entonces se mudaron del Estado de México a Querétaro, para comenzar los tratamientos necesarios.
Los dos primeros años de rehabilitación, Marthita mejoró mucho, pero hace poco tuvo una recaída, por lo que tuvieron que empezar nuevamente con los procedimientos requeridos.
“Es un privilegio vivir esta experiencia. Mi hija tiene leucemia, tenemos cuatro años con tratamientos y que le den esta oportunidad es una bendición, porque no todos los niños tienen la oportunidad de vivir algo tan hermoso como esto. Mi niña cumplió su sueño de ser militar. Desde que era niña me decía que quería ser uno, pero cuando supo que estaba enferma ella misma me dijo: ‘Mamá, yo creo que nunca voy a poder ser soldado’, pero mírala, ya cumplió su sueño.
“La mayoría de los niños cuando son pequeños sienten admiración por los soldados, los respetan, y afortunadamente mi hija está ahorita en condiciones médicas óptimas para que pudiera vivir esta experiencia”, indica.
El Teniente Coronel de artillería, Fernando Antonio Soto Cortés, explica que la actividad Soldado por un Día se realiza en Querétaro desde 2012. El objetivo, abunda, es hacer realidad el deseo de niños y niñas con alguna discapacidad o impedimento físico, es decir niños que en un futuro no podrán desempeñarse como militares.
“Nos encanta cumplir los sueños de los niños que quieren ser soldados, pero que por sus condiciones médicas o físicas no pueden llegar a serlo. Hasta ahora llevamos 32 niños que han sido soldados por un día y Marthita es la primera de este año. Nos sentimos muy honrados con la presencia de estos niños.
“Para nosotros es una satisfacción muy grande recibirlos aquí, ver sus sonrisas en sus caras no tiene precio. Como fue el caso de Marthita, les damos una demostración de la actividades que nosotros llevamos a cabo de manera cotidiana. Le hacemos un uniforme exclusivo para ella, el sastre de la Zona Militar lo ajusta a su talla, es un uniforme idéntico al nuestro, un uniforme que puede portar todos los días y que la identifica como un soldado honorario de artillería”, resalta.
Soto Cortés comenta que recibir a niños que desempeñan un papel de soldado honorario es una de las satisfacciones más grandes que tienen en su formación como militares, pues es una gran oportunidad para que los pequeños se sientan identificados con el Ejército Mexicano.
Soldado por un Día es sólo una de las muchas actividades que la 17 Zona Militar realiza para fomentar la convivencia entre ciudadanos y miembros del Ejército; otro ejemplo de estas iniciativas son Soldado en tu Escuela y los Paseos Dominicales, donde las familias acuden a las instalaciones para pasar una tarde de recreación y convivencia.