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Es triste ver que la gente no tiene conciencia de cuidarse del Covid 19, dice Benito Escutia Castellanos, un médico queretano que todos los días lucha en el hospital contra el coronavirus, y que le ha tocado ver el fallecimiento de algunos de sus pacientes. “Y eso muy frustrante”, debido al gran esfuerzo que hace todo un equipo de doctores y enfermeras para salvarle la vida a las persona.
Con voz pausada, pero también reflejando en su rostro el cansancio por la pesada carga de trabajo que enfrenta todos los día, este especialista que labora en un hospital privado pero que además apoya a la Secretaría de Salud estatal (Seseq) en la lucha contra el Covid-19, dice que como profesional de la medicina, la pandemia le ha dejado “tristeza, porque vemos que la gente no se está cuidando, no hay una conciencia de lo que implica jugar con la vida por un momento de esparcimiento, ir a una fiesta, es un volado que sale muy caro”.
Agrega que “es una irresponsabilidad de la gente el no atender las indicaciones que se dan para prevenir la enfermedad. Todo eso es un poco decepcionante, pues el hecho de ver a alguien que muere por asfixia, créame que no es un espectáculo; también entubar un paciente no es algo divertido”.
El colocar un tubo en un paciente, dice, es muy doloroso debido a que hay que aplicarle un sedante y manejar un ventilador, para inducirlo en muchas ocasiones en un coma y “no es una situación bonita”.
El estar cerca de enfermos de Covid-19, dice, le ha dejado muchas vivencias, la mayoría de ellas de aprendizaje, “pues hay muchas situaciones que ha tocado ver con familiares de pacientes que no creen en el Covid”.
Añade que le ha tocado ver pacientes y familiares que a pesar de no creen en el Covid piden un milagro para curarse.
“Pero también hay personas que aceptan y creen en la enfermedad y hacen todo lo posible para superarla, lo que nos indica que en esta pandemia hay mundos encontrados sobre la creencia de la enfermedad, cada paciente es una experiencia diferente”, señala.
Trabajo agobiante
Es muy triste ver como fallecen los pacientes de Covid, dice Escutia Castellanos, “es una situación nada fácil y nada agradable, es frustrante, a pesar de todo el esfuerzo que hace todo el equipo de médicos y enfermeras, y cada vez que fallece un paciente, la frustración es generalizada, pues todo el equipo médico siente el dolor que acompaña a la familia del paciente”.
Dice que también acompaña el cansancio y el estrés a los trabajadores del sector salud, debido a que cumplen jornadas laborales hasta de 10 horas, “utilizando un traje que parece de astronauta, pero en realidad es un traje plastificado, se vive una sudoración terrible debido a que terminamos empapados, terminamos deshidratados, cansados, agotados, desvelados, preocupados, y además cuestionándonos todo lo que paso y qué se hizo mal”.
Recordó que el estrés y los constantes cuestionamientos que se hace sobre sobre su trabajo el mismo personal médico es porque están enfrentando a una enfermedad que no se conocía “y únicamente conocíamos los daños que está provocando, por eso las jornadas no solamente se vuelven físicamente extenuantes sino también mentalmente extenuantes”. Este periodo de trabajo de la pandemia han sido meses de tristeza y preocupación para Benito. “No soy alguien que llore, pero sí manifiesto agotamiento, depresión y tarde que temprano vamos a tener que sentarnos todas las personas que hemos hecho frente al Covid para analizar nuestras emociones. Me ha tocado ver a compañeros que no están acostumbrados a esta situación y por eso han entrado en pánico, ansiedad y angustia”, señala .
Además de lo difícil que es el trabajo en la unidad médica, Benito expone que la pandemia también ha provocado que las actividades relacionadas con el sector salud hoy sean de alto riesgo por las constantes agresiones que se sufre en la calle.
“Es peligroso andar en la calle con el uniforme, yo no he dejado de utilizar mi uniforme debido que tengo la ventaja de que tengo mi vehículo propio, pero aun así ya tuve un conato [de bronca] una ocasión de que iba manejando se cerraron en otra unidad, afortunadamente no pasó nada, pero si hay mucho temor de los compañeros, principalmente de las enfermeras, quienes yo pienso que son las más vulnerables de esta historia, debido a que son a las que más agreden”, señala.
El cubrebocas marca diferencia. Puntualiza que el Covid es una enfermedad que existe, y para quienes no creen en dicho padecimiento dijo que es importante ver que a nivel país han fallecido más de 40 mil personas en cerca de cuatro meses, “es una desproporción lo que estamos viendo en este pandemia”.
En su calidad de integrante del Comité Covid-19 del Hospital Ángeles de Querétaro, el doctor Benito —tal como se le conoce en el sector salud de Querétaro— dice que el uso del cubrebocas es muy importante para poder controlar la pandemia, “es una herramienta que marca solidaridad y empatía con las demás personas”.
“Como ustedes no saben si yo estoy enfermo y yo no sé si usted está enfermo el hecho de ponernos el cubrebocas disminuye la barrera de contagio y aumenta la protección, por eso debemos de entender que debemos de usar el cubrebocas. Esta protección es uno de los elementos más importantes para controlar la pandemia”, puntualiza el médico.
Benito, quien pasa gran parte del día atendiendo a enfermos de este tipo, señala con un tono de frialdad que no tiene miedo de contagiarse: “le soy honesto, no me da miedo, pues yo creo que las cosas hay que saberlas hacer, en mi caso yo quiero ayudar a la gente y utilizo el equipo de protección de la mejor manera posible, y por otro lado soy diabético, pero llevo un control adecuado”.