Más Información
El encarecimiento de insumos comienza a impactar a vendedores de plantas, quienes resienten las alzas en los precios de fertilizantes, macetas y directamente en la vegetación, así lo relatan locatarios del mercado de Las Flores, en la capital de Querétaro.
En los locales 15 y 16, Karla refiere que el precio de los fertilizantes aumentó casi 50% en relación con lo que costaba antes de la pandemia.
“Los fertilizantes y todo eso aumentan los precios de la planta. Cuando empezó la pandemia era muy barato, se lo poníamos a la planta y [su costo] no afectaba, pero ahora se hizo muy caro y eso hace que la planta la tengamos que dar un poco más cara”, explica.
Un ejemplo es el costo de la planta Anturio que pasó de 200 a oscilar entre los 230 y 250 pesos. “La planta sí subió un poquito, cada año nos aumentan el precio y lo tenemos que aumentar”, refiere la joven.
Aún cuando las fechas festivas, como el 10 de mayo, representan un repunte en sus ventas, reconoce que no han logrado retomar el nivel de comercialización que lograban antes de la contingencia sanitaria.
Esteban Beltrán, locatario en el mercado, explica que algunas plantas prácticamente duplicaron su precio en un año, como consecuencia del alza en los costos de diversos materiales.
“Llevamos todo el año [con aumentos], cada vez que vamos a cargar nos la dan más cara, porque me subieron la maceta, es que subieron los fertilizantes y [en eso] ya van cinco pesos más de planta. La planta se fue prácticamente al doble de hace un año y sí nos damos cuenta de que ya hay abuso por parte del comerciante que nos lo vende”.
Más difícil que en la pandemia
Los vendedores de plantas, señala Esteban, pasan por un complejo momento, incluso refiere que es peor que en los primeros dos años de la pandemia.
Si bien la crisis sanitaria trajo afectaciones y una reducción de ventas, los comerciantes buscaron alternativas para vender, llevando sus plantas a las localidades e incluso instalando puestos al pie de la carretera.
“Venimos de una pandemia que a nivel mundial nos pegó a todos, obviamente el mercado de las flores no está excluido. […] Estando el mero Covid-19 todos los compañeros salimos a vender, porque somos gente que estamos al día, traemos los pagos de las camionetas, […] salieron a las carreteras, a meterse a los ranchos para vender plantas”.
Recuerda que con los primeros efectos de la pandemia, cuando el mercado estuvo cerrado, algunos compradores acudían directamente a la casa de los vendedores o en viveros para adquirir tierra y algún insumo, lo que permitía que siguieran activos.
Tras dos años de esos momentos, expone, aunque recientemente culminó una temporada alta, ésta no fue lo esperado. Ahora, el aumento en precio y las afectaciones al bolsillo de los consumidores vuelven a mermar las ventas.
“Normalmente con el Día de la Madre terminamos nuestra temporada fuerte, de aquí en adelante esto empieza a bajar, pero nunca tuvimos temporada fuerte, todo el tiempo ha sido muy, muy, difícil, la ciudadanía está muy difícil”, refiere.
Por ello, señala que actualmente las ventas están casi 50% por debajo del periodo antes de la llegada del Covid, e incluso por debajo de los momentos de contingencia sanitaria.
“Muy bajo [el nivel de ventas], […] claro que nos afecta todo lo que está pasando. Es muy difícil la situación. Nos sigue pegando el Covid-19, nos sigue pegando la inflación.
Y si nos metemos en política, hay un poco del gobierno federal y del estatal, para mi gusto no tenemos buen gobierno, ni estatal ni federal”.
La inseguridad, el otro costo
También se enfrentan al riesgo de salir a carretera para surtir mercancía. Esteban recuerda que sufrió un intento de robo a la altura de Conín.
“Sí se ha venido una situación muy difícil, […] a nosotros nos cuesta mucho trabajo traer la planta, a mí hace mes y medio, a las 6:00 de la mañana […] [en] Conín me pegaron una corretiza a punta de pistola, me aventaban una camioneta del lado derecho y yo venía con mi esposa y con mi empleado, hasta que marqué a la guardia y me dijeron: en 10 minutos llegamos a su ubicación.
