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Ofrecen Niño Dios y ropones para todos los gustos

Como parte de la tradicional fecha, en el mercado Escobedo hay comerciantes que ofertan ropajes desde 100 hasta los 500 pesos con más detalles

Foto: ©Fernando Camacho/El Universal de Querétaro
01/02/2025 |10:38
Domingo Valdez
Corresponsal en QuerétaroVer perfil

Las tradiciones se cumplen y como cada año, los queretanos visten a sus niños Dios, para el Día de la Candelaria. Aunque los curas en los templos católicos piden a los feligreses que visten a los niños de manera tradicional, la oferta de ropones es variada y con diferentes motivos, como el Niño Doctor, Juan Diego, San Judas, entre una amplia oferta.

En el mercado Escobedo hay varios locales que en esta temporada ofrecen a los queretanos sus ropones para vestir al Niño Dios. Uno de los más emblemáticos es el que atiende Angelina Otero Martínez.

Angelina lleva toda una vida vendiendo ropones de Niño Dios en el mercado Escobedo. Dice que su mamá fue la que comenzó la venta cuando el mercado estaba aún en la Plaza Constitución, en la década de los sesenta del siglo pasado.

En los pasillos donde de un lado están los puestos de comida, con su oferta de caldos de gallina, enchiladas queretanas y verdes, así como diferentes guisados, están también los puestos donde los queretanos saben que pueden llevar a sus niños a vestir para este 2 de febrero, Día de la Candelaria.

FOTO: DOMINGO VALDÉZ

En el puesto de Angelina la mayoría de los ropones son blancos, aunque el comprador, viendo con más detalle, puede apreciar la variedad y los temas de las prendas. Hay muchos de santos, que a los sacerdotes “no les acaban de convencer”. “Aquí no (piden cosas raras). Aquí ya saben que tenemos los vestidos de Niño Dios. Ahorita los padres no quieren mucho de santos, pero tenemos de los que gusten. La mayoría son ropones, vestidos de San Juan Diego, de doctor, de Nazareno, de Niño Doctor de Gala, varios modelos.

“Tenemos de la Virgen de Guadalupe, de San Juditas, del Sagrado Corazón, del Buen Pastor. Tenemos varios modelos”, narra Angelina.

Señala que la gente busca de todo tipo de ropón, con alusión al santo de su devoción, dependiendo de sus gustos, así piden. Aunque también están los tradicionalistas, que piden ropones blancos y color beige.

La oferta de ropones en el puesto de Angelina es amplia. Al menos son 20 modelos diferentes para cada tamaño del Niño Dios. Los hay desde cinco centímetros, hasta los más grande, de más de 50 centímetros, identificados como de número 80.

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La vendedora muestra los diferentes modelos de ropones. La mayoría en color blanco, con detalles en guinda, azul y amarillo. Aunque uno que otro destaca por lo detallado, con flores bordadas, es el de La Candelaria.

Los costos de los ropones dependen de la talla y modelo. Hay algunos de menos de 100 pesos, hasta 500 los más grandes y detallados. Aunque no siempre los más grandes son los más caros. Hay modelos para Niño Dios que no son los más grandes, pero por lo elaborado del ropón el costo supera el de los Niños Dios más grande.

En unos minutos, al puesto de Angelina llegan varias mujeres a preguntar por los ropones. Preguntan por los precios y los modelos. Una mujer joven busca entre los ropones colgados en gancho un modelo a su gusto. Angelina le dice que cualquier duda que tenga puede preguntar. La mujer sigue viendo. Al final se convence por uno.

Otras dos mujeres también observan los modelos. Preguntan por varios. No acaban de convencerse.

FOTO: DOMINGO VALDÉZ

A lo largo de los años, Angelina ha visto que la gente cumple con la tradición de vestir al Niño Dios para el 2 de febrero, pero reconoce que la situación económica afecta las ventas, pues no siempre se llevan lo que les gusta, sino lo que se adapta a sus presupuestos. “Lo que pasa es que a veces por las crisis está difícil para comprar cosas caras, pero aquí tenemos ropones desde 60 pesos, hasta 500. No los tenemos más caros en este puesto.

“Aquí no puedo decir cuántos puestos hay de ropones, pero en la entrada hay varios. Nosotros tenemos giros de temporada. Temporada de Niños Dios, temporada de Navidad. Así vendemos”, asevera.

Comenta que tiene fabricantes a los que les compra su mercancía y que trabajan para ella, de manera personalizada, para ofrecer diseños exclusivos, pues si todos vendieran los mismos modelos de ropones “no habría negocio”. Los fabricantes son del Estado de México y de otras entidades.

También Angelina ofrece accesorios como sillas para los Niño Dios, por lo que la clientela puede adquirir en un solo sitio todo lo necesario para vestir a sus niños.

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Angelina confía que conforme se acerca el Día de la Candelaria las ventas aumenten, porque muchas veces “nos equivocamos, aunque no hay que pensar mal”, añade.

El mercado Escobedo no es el único donde los queretanos acuden a vestir a sus Niños Dios. Lo hacen también en el tradicional tianguis que por estos días se instala en uno de los estacionamientos del mercado de La Cruz.

Aquí muchos queretanos buscan los ropones para sus niños y cumplir con la tradición, que en muchos ocasiones es heredada por los mayores de las casas, principalmente las mujeres, quienes se convierten en las guardianas de las tradiciones en las familias.

Así todo está listo para que este 2 de febrero se cumpla con la bendición de los Niños Dios en los templos católicos, y luego, para cumplir con la otra tradición, comer tamales y tomar atole en familia, cortesía de quienes el pasado 6 de enero encontraron al Niño en la Rosca de Reyes.