La contraesquina de Leona Vicario e Hidalgo se llena de aroma hacia el mediodía. Los paseantes saben que por la noche podrán comprar pan fresco, y en esta temporada, la especialidad de la panadería de Ricardo Castillo hace que por la noche los panes de muerto despierten sensaciones muy vivas.

Con una experiencia de ocho años haciendo pan de muerto y otros panes cotidianamente. Comparte con EL UNIVERSAL Querétaro que “la magia tanto en un pan de muerto, como en cualquier pan, es la calidad que tú le quieras poner a una receta. Por ejemplo, le puedes poner mantequilla, un poquito más de huevo, sobre todo la leche, que son los elementos principales que pueden garantizar una suavidad y frescura en un pan. El pan de muerto lleva una característica que es el sabor a la esencia de azahar, que es lo que nos recuerda a los muertos y también el sabor naranja que predomina en este en este pan”.

FOTO:  DEMIAN CHAVEZ
FOTO: DEMIAN CHAVEZ

Ricardo no se queda quieto: mientras platica da forma a la masa, no hay tiempo que perder. Sobre el pan de muerto explica que “es parte ya de nuestra cultura, porque desde niños nos llevan a la escuela, nos ponen a hacer los altares y nos van diciendo todo el significado del pan, de lo que representa, entonces el sabor pues si es este ya lo traemos en nuestra de la escuela desde niños y si son, te digo sabores de naranja, de hay quienes hacen dani de nuez, canela y depende a la región, esa es la cultura que tengamos”.

FOTO:  DEMIAN CHAVEZ
FOTO: DEMIAN CHAVEZ

El horno está a punto y los aromas salen y entran. El azúcar baña las piezas y simultáneamente van formándose otras.

“El pan de muerto es un circular que representa el cuerpo de una persona, de los de los fieles difuntos. Lleva las siguientes características: son cuatro huesitos que vienen en forma de cruz y representan los dos brazos y las dos piernas, en el centro lleva una bolita que representa el cráneo. Dependiendo de la cultura o la región hay lugares donde se les barniza y se les pone huevo con ajonjolí. En otros lados se pinta la azúcar de color rojo, se hace un glaseado y son diversas figuras las que maneja nuestro México para hacer un pan de esta temporada, el más común aquí en el centro de la república, pues es bañado con mantequilla y azúcar”, explica.

Finalmente comparte que la magia del sabor característico sabor cítrico y “para que un pan sea más natural es la ralladura de naranja. Le podemos meter jugo de naranja, pero la ralladura es fundamental para no utilizar saborizantes artificiales, es natural y que nos va a dejar mejor aroma al momento de probarlo, en el sabor, aroma al momento de hornearlo y si en el ambiente pues el aroma va a predominar mucho”.

Las manos de Ricardo descansan y hace una pausa. Reflexiona sobre los números de piezas elaboradas y se da cuenta que perdió la cuenta. “El día de hoy, por lo menos, estamos a 31, hice 300 piezas. Es pan miniatura, se está vendiendo bien, a diferencia que un centro comercial que pues se venden los panes más grandes. Las cadenas tienen la particularidad que lo hacen con antelación para para no saturarse, pero a nosotros nos gusta tenerlo preparado unas horas antes de que lo consuman, o sea fresco”.

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