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Las tradicionales roscas de Reyes ya comenzaron a llenar las charolas de las panaderías de la capital queretana. Los precios alcanzan casi los 500 pesos en tiendas departamentales, mientras que en las panaderías hay roscas desde los 60 pesos.
Como es tradicional, cuando se acerca el 6 de enero, las familias se reúnen para comer rosca de Reyes. No hay consenso sobre cuál es la fecha para comerla. Algunos señalan que se debe comer la noche del 5 de enero y otros precisan que se hace en la noche del 6.
El origen sobre la rosca de Reyes también tiene sus diferentes versiones, algunas señalan que surgió durante la Edad Media en España y Francia y que posteriormente llegó a América.
Otra versión se remonta al imperio romano, cuando en las fiestas Saturnales, retomadas por el cristianismo como la fecha para la Navidad, se comía un pan donde se ocultaba un haba, que posteriormente se sustituyó con una figura del Niño Dios y por la rosca.
La rosca, para los cristianos, con su forma ovalada, representa el amor infinito de Dios, mientras que las frutas secas y cristalizadas sobre la misma representan las joyas de las coronas de los Reyes Magos.
La Rosca de Reyes un bálsamo para la economía de las panaderías
Alejandro Lelo de Larrea Miller, encargado de la sucursal de la panadería Lecaroz, en avenida Constituyentes, en la capital del estado explica que comparado con el año pasado las ventas del 2022 han subido.
Estimando que las ventas mejorarían este año, en la panadería se comenzó desde el primer día de enero con la venta de las roscas. .
“Ya empezamos a hacer las roscas. Se espera tener una buena venta. Desde el primero de enero empezamos a hacer las roscas. Son roscas rellenas, roscas tradicionales, y de todos los tamaños. Por lo que se está reflejando en estos días va muy bien. Más o menos se venden mil 200 roscas al día”, señala.
Alejandro explica que esta fecha es de las más importantes para la panadería, pues las ventas aumentan drásticamente.
Apunta que en la panadería donde labora ofrecen la rosca tradicional así como las rellenas. En el caso de las segundas, son de queso crema con zarzamora, nata y chocolate.
“Vendemos desde la esfera, que es pan de rosca de Reyes, hasta la chiquita (rosca) que es de 60 pesos, luego viene la de 115, 210, 360, 480 y 690 pesos. La rosca más grande es la de dos kilos (690 pesos) rellena. La más cara de la tradicional cuesta 340 pesos, de dos kilos, para 32 personas, con rebanadas buenas. La más chica es del tamaño de dos donas, todas vienen con su niño Dios. La más grande tiene seis niños”, explica.
Una parte importante de las ventas que hace la panadería es a comedores de empresas, que llegan a pedir desde 300 hasta dos mil roscas de Reyes en estos días para sus empleados.
Alejandro explica que la competencia de las grandes tiendas comerciales que ofrecen este producto en sus panaderías no les afecta, pues los clientes que han cosechado durante años permanecen fieles a la panadería, que forma parte de una cadena nacional con presencia en Querétaro.
“Tenemos buena calidad y ellos no tienen el reparto a domicilio. Nosotros estamos con empresas de reparto y nos piden las roscas a través de ellos, y todos los que vienen aquí, a Lecaroz, a la panadería.
“Es diferente totalmente, nosotros somos más caseros y las tiendas el proceso es más industrial”, precisa.
Alejandro apunta que una buena rosca de Reyes debe llevar huevo, mantequilla, ate (que traen de Morelia), cerezas, higo, y relleno, según sea el caso. Todos los ingredientes deben de ser naturales.
El precio de la Rosca de Reyes en Querétaro
En supermercados las roscas de Reyes alcanzaron precios superiores a los 400 pesos.
En otras tiendas los precios fluctuaron entre los 200 y los 250 pesos. En otra tienda de autoservicio el precio de la rosca grande se ubicó en 328 pesos.
Los precios, al ser productos de temporada, se elevan por la demanda. En algunos casos, el precio de las roscas resulta inalcanzable para las familias queretanas que cuentan con bajos ingresos y para las cuales, seguir con la tradición es un lujo.
La oferta de roscas se puede comenzar a ver en panaderías grandes o chicas, en tiendas de autoservicio, pero todas con un común denominador: el precio elevado.
A pesar de ello, las familias hacen un esfuerzo para conservar la tradición, principalmente entre los más chicos, quienes son los que viven con más ilusión estos días.
