La Cruz Roja Mexicana puso en marcha el programa Llamadas de aliento, por medio del cual voluntarios ayudarán a que pacientes Covid se comuniquen de manera remota con sus seres queridos.

El programa consiste en que 50 voluntarios acudan a los hospitales con las cuatro tabletas que les fueron donadas y que, con apoyo de quienes ahí laboran, detecten a aquellos pacientes a quienes su salud les permite realizar llamadas a sus familiares o amigos.

Es una forma de acercarlos, dijo la institución, y reducir en algo el estrés que provoca la lejanía obligada en la que se encuentran a causa de la enfermedad respiratoria.

Andrés Juárez, coordinador de socorristas de la Cruz Roja, indicó que la meta es dar apoyo a la labor que se realiza en los hospitales Covid en la entidad, y refirió que el esquema inició en el Hospital Regional Número 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en El Marqués.

Durante el primer día se tuvieron logros mayores a los esperados, esto ante la alta colaboración tanto de titulares como del personal del nosocomio, así como de los mismos pacientes y familiares que se emocionaban con la posibilidad de lograr esa comunicación.

La tarde-noche del jueves se efectuó por primera vez ese modelo, y el reporte de logros a las autoridades hospitalarias se elaboró el viernes, con la esperanza de tener la autorización para que un equipo de voluntarios acuda todas las tardes al hospital.

Resultaron momentos conmovedores, explicó Juárez: el simple hecho de estar en el hospital es un impacto, contrasta la alegría que emana una persona que logra comunicarse con sus seres queridos con el sentimiento que provoca que en la cama de al lado otra persona está intubada; se trata de una situación difícil de explicar.

Se tuvieron momentos de grandes sorpresas, al oír, por ejemplo, la historia que les contó una mujer que llevaba 50 días recluida, varios de ellos intubada; ver la emoción con la que otra volvía a escuchar a sus seres queridos o toparse con otro, quien les dijo que fue gracias a la Cruz Roja que pudo ser llevado al hospital.

Emocionó particularmente su caso al saber que su esposa, también ahí internada, estaba a días de ser dada de alta, mientras que él debería permanecer aún más tiempo. Con voz emocionada, el coordinador de la Cruz Roja narró que solicitó el apoyo del personal para buscar a la esposa de ese paciente, quien ante la mejoría ya había sido cambiada de piso y a ambos se les comunicó, en llamadas separadas, con sus familiares.

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